El cura del ukelele «online» pide al clero y a los mayores dejar TikTok a los jóvenes

TikTok es una red social de vídeos cortos, fugaces y más bien tontos que tiene éxito entre los jóvenes y, más aún, entre los adolescentes. Con el confinamiento, muchos clérigos han decidido filmar retos y vídeos divertidos para evangelizar de forma desenfadada por esta red.

Pero el sacerdote irlandés Pat Ward anima al clero y a los mayores a dejar TikTok a los jóvenes. Pat Ward sabe algo de popularidad en Internet: sus misas en streaming durante el confinamiento han llegado a tener hasta 2.700 espectadores en directo en Facebook, combinando humor, cercanía en la predicación y canciones con su ukelele, y atrayendo público de distintos países de habla inglesa.

“Me parece que TikTok es para jóvenes. No deberíamos invadir su espacio. Ya los hemos expulsado de Facebook”, comenta en la agencia de noticias PA.

“Ellos encuentran aburrido que los mayores intenten ser divertidos. A los jóvenes eso no les impresiona”, señala este sacerdote.

“Yo tengo cuenta de TikTok, me parece que es muy divertido, mucho de lo que hay ahí. Hay gente con mucha inventiva. Me gusta mirarlo. Pero, honestamente, pienso que hay que dejárselo a los jóvenes”, añade. “Necesitan un espacio que no ocupemos los viejales”.

En confinamiento, solo en la iglesia... buscó animar

Sobre sus exitosas misas en directo en Facebook, en las que recurre a su ukelele y al humor, admite que surgieron sólo por el confinamiento del coronavirus.

“No se permitía a nadie ir a la capilla. Era muy duro. Yo nunca había dicho misa solo”, comenta. “Hay sacerdotes que lo hacen, que cuando no tienen misa pública la dicen en privado. Pero yo lo intenté una vez y me sentía muy incómodo. No sabía como hacerlo. Cuando dices ‘el Señor esté con vosotros’… ¿tienes que responderte a ti mismo? Pero la cámara me ayudó. Sabía que había gente mirando”.

En las primeras fases de pandemia y confinamiento había mucho miedo entre la gente y él trató de aportar calma, con un estilo meditativo.

“Como estaba yo solo, me traje el ukelele para acompañarme. Eso le gustó a la gente, me inventé algunas canciones, hice una canción de Padrenuestro y algunas más”, añade.

Un premio por su labor inspiradora

Mucha gente declaró que se sentía acompañada y tranquilizada por las misas del padre Pat y acabaron otorgándole un premio local por su labor “inspiradora”.

“El premio me dio vergüenza, con todos esos médicos y enfermeras haciendo de todo para salvar las vidas de todos”, comenta el sacerdote. “Lo acepté sólo porque parecía animar a mis parroquianos”.

El 22 de marzo, día de la madre en Irlanda, el padre Pat cantó esta canción al finalizar su retransmisión en confinamiento