Los Misioneros de la Misericordia, protagonistas del Año Jubilar, ya pueden solicitar serlo
Los Misioneros de la Misericordia serán enviados por el papa Francisco el Miércoles de Ceniza del 2016, en el contexto del Año Jubilar, con una celebración en la Basílica de San Pedro. Los sacerdotes que quieran desempeñar este servicio ya pueden solicitarlo.
La figura de los Misioneros quedó descrita en la bula del Santo Padre. Entre sus características, cabe subrayar que deben ser “signo vivo de cómo el Padre acoge a cuantos buscan su perdón” y “artífices ante todos de un encuentro cargado de humanidad, fuente de liberación, rico de responsabilidad, para superar los obstáculos y retomar la vida nueva del Bautismo”. Asimismo, “se dejarán conducir en su misión por las palabras del Apóstol: Dios sometió a todos a la desobediencia, para tener misericordia de todos”. Serán “predicadores convincentes de la misericordia”, “anunciadores de la alegría del perdón” y “confesores accesibles, amables, compasivos y atentos especialmente a las difíciles situaciones de las personas particulares”.
Los Misioneros “serán invitados por los obispos diocesanos a acudir a sus respectivas diócesis, con el fin de animar las misiones populares o iniciativas específicas relacionadas con el Jubileo, haciendo especial referencia a la celebración del Sacramento de la Reconciliación”. El Santo Padre, además, les otorgará la autoridad para perdonar también los pecados reservados a la Sede Apostólica.
Cada Misionero deberá tener “una carta de presentación de su propio Ordinario diocesano o del Superior de la Provincia de pertenencia que acredite la idoneidad para llevar a cabo este ministerio”. Y para solicitar realizar este servicio en el Año Jubilar es necesario compilar el “formulario para ser misionero”.
Pueden presentar su candidatura sacerdotes o los obispos eméritos que cumplan con las características indicadas.
Las candidaturas “serán recibidas por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, responsable último de la selección de los Misioneros de la Misericordia, que los seleccionarán de común acuerdo con los respectivos Ordinarios y Superiores de las Órdenes religiosas”. Asimismo, la solicitud debe ir acompañada de una carta escaneada del Ordinario o del Superior del Instituto Religioso.
La figura de los Misioneros quedó descrita en la bula del Santo Padre. Entre sus características, cabe subrayar que deben ser “signo vivo de cómo el Padre acoge a cuantos buscan su perdón” y “artífices ante todos de un encuentro cargado de humanidad, fuente de liberación, rico de responsabilidad, para superar los obstáculos y retomar la vida nueva del Bautismo”. Asimismo, “se dejarán conducir en su misión por las palabras del Apóstol: Dios sometió a todos a la desobediencia, para tener misericordia de todos”. Serán “predicadores convincentes de la misericordia”, “anunciadores de la alegría del perdón” y “confesores accesibles, amables, compasivos y atentos especialmente a las difíciles situaciones de las personas particulares”.
Los Misioneros “serán invitados por los obispos diocesanos a acudir a sus respectivas diócesis, con el fin de animar las misiones populares o iniciativas específicas relacionadas con el Jubileo, haciendo especial referencia a la celebración del Sacramento de la Reconciliación”. El Santo Padre, además, les otorgará la autoridad para perdonar también los pecados reservados a la Sede Apostólica.
Cada Misionero deberá tener “una carta de presentación de su propio Ordinario diocesano o del Superior de la Provincia de pertenencia que acredite la idoneidad para llevar a cabo este ministerio”. Y para solicitar realizar este servicio en el Año Jubilar es necesario compilar el “formulario para ser misionero”.
Pueden presentar su candidatura sacerdotes o los obispos eméritos que cumplan con las características indicadas.
Las candidaturas “serán recibidas por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, responsable último de la selección de los Misioneros de la Misericordia, que los seleccionarán de común acuerdo con los respectivos Ordinarios y Superiores de las Órdenes religiosas”. Asimismo, la solicitud debe ir acompañada de una carta escaneada del Ordinario o del Superior del Instituto Religioso.
Comentarios
¡No te pierdas las mejores historias de hoy!
Suscríbete GRATIS a nuestra newsletter diaria
