Hoy es un ambiente hostil a la fe y la vida cristiana
Los 3 consejos del profesor Budziszewski para que un joven se mantenga cristiano en la universidad
Los jóvenes universitarios encuentran a veces dificultades para vivir de acuerdo con sus creencias religiosas porque tanto dentro como fuera de las aulas se ridiculiza o ataca a la religión y están vigentes valores contrarios a la moral cristiana.
J. Budziszewski, profesor de Filosofía Política en la Universidad de Texas y autor de ensayos como Lo que no podemos ignorar, ofrece orientación y consejo a esos jóvenes en su último libro titulado How to Stay Christian in College, cuyo contenido explica en una reciente entrevista para Salvo.
El autor perdió la fe en los años 60
Budziszewski sabe por propia experiencia la dificultad que supone el ambiente universitario para las creencias religiosas de los alumnos. Él mismo reconoce que perdió la fe debido al influjo que tuvo el radicalismo ideológico en la universidad durante los años sesenta.
[En su infancia y adolescencia era un baptista sincero, aunque no especialmente virtuoso. Estudiando en la universidad dejó "primero a Cristo, luego a Dios, luego la distinción entre el bien y el mal", explicó en una entrevista en inglés. "Yo era ateo práctico y nihilista práctico". Ya como profesor, volvió a Cristo a través del anglicanismo y en 2004 entró en la Iglesia Católica. Nota de ReL].
En la actualidad, la fe flaquea sobre todo a causa de la cultura antirreligiosa que predomina en el discurso académico y el hedonismo de la vida social dentro del campus.
Ni el rechazo teórico ni el práctico de la religión se producen de forma autónoma o separada, explica en How to Stay Christian in College.
En el primer caso, el prejuicio ateo o agnóstico del profesorado siembra en los alumnos la duda y la indiferencia. Dios sencillamente deja de ser un asunto importante.
Al tiempo, la permisividad puede nublar las convicciones morales y provocar la pérdida de la fe.
Los tres consejos
Para evitar ser arrastrado por el ambiente, Budziszewski cree que lo más importante es que el estudiante evite el aislamiento o el individualismo religioso. Es necesario que los jóvenes creyentes se sientan apoyados por una comunidad. En esta dirección van los tres consejos que ofrece.
1) Primero, contar con un grupo de apoyo que integre a profesores y a alumnos cristianos y que vivan su fe no sólo desde una perspectiva moral, sino también comprometidos intelectual y culturalmente.
2) En segundo lugar, recomienda buscar un profesor que pueda orientar y guiar durante el periodo de formación universitaria.
3) Por último, Budziszewski aconseja no limitar la vida religiosa a la universidad, sino frecuentar otros ambientes cristianos fuera del campus.
Vivir la fe es dar testimonio
Detectar las dificultades como hace Budziszewski no implica sucumbir al alarmismo ni promover un mensaje derrotista, ya que el autor confirma que, a pesar del desprecio intelectual de las creencias religiosas e incluso la burla o la marginación que pueden padecer, muchos jóvenes –cada vez más– muestran su valentía viviendo y dando testimonio de su fe en la universidad. Harvard y Princeton son algunos de los lugares en los que las asociaciones y grupos cristianos están proliferando.
Además, hay síntomas que constatan el agotamiento de la forma de vida promovida por la revolución sexual. En otro de sus libros, On the Meaning of Sex, el autor critica la visión hedonista de la sexualidad porque mutila su significado y trivializa la relación de pareja.
Sin embargo, lo paradójico de esta opción ética son sus consecuencias: la búsqueda indiscriminada del placer, sin pensar si es correcta o no, provoca infelicidad. El hedonismo, que nace como sueño, concluye en pesadilla.
De hecho, las nuevas generaciones, herederas de esta visión moral, están pagando las consecuencias porque comprueban que el placer a corto plazo y la frivolidad no dan sentido a la vida. Budziszewski ve a los jóvenes de hoy angustiados y descontentos y percibe que cada vez se produce antes la toma de conciencia de la paradoja hedonista. Pero esta desesperación se encuentra acompañada de un genuino anhelo de encontrar estilos de vida alternativos. El cristianismo puede ser la respuesta que los jóvenes están buscando para reorientar su existencia.
Universidad: ¿verdad o relativismo?
La universidad misma, nacida bajo inspiración religiosa, a causa de la marginación académica de la cultura cristiana, pierde capacidad para servir a sus propios fines. A la pérdida de Dios en las aulas universitarias ha seguido el olvido de la noción objetiva de verdad y la generalización del relativismo. Resulta paradójico que una institución dedicada a la búsqueda de la verdad y del conocimiento esté caracterizándose por su intolerancia ideológica y sectarismo. Para Budziszewski, también el joven creyente tiene como misión recordar a la universidad cuáles son sus fines más importantes.
J. Budziszewski, profesor de Filosofía Política en la Universidad de Texas y autor de ensayos como Lo que no podemos ignorar, ofrece orientación y consejo a esos jóvenes en su último libro titulado How to Stay Christian in College, cuyo contenido explica en una reciente entrevista para Salvo.
El autor perdió la fe en los años 60
Budziszewski sabe por propia experiencia la dificultad que supone el ambiente universitario para las creencias religiosas de los alumnos. Él mismo reconoce que perdió la fe debido al influjo que tuvo el radicalismo ideológico en la universidad durante los años sesenta.
[En su infancia y adolescencia era un baptista sincero, aunque no especialmente virtuoso. Estudiando en la universidad dejó "primero a Cristo, luego a Dios, luego la distinción entre el bien y el mal", explicó en una entrevista en inglés. "Yo era ateo práctico y nihilista práctico". Ya como profesor, volvió a Cristo a través del anglicanismo y en 2004 entró en la Iglesia Católica. Nota de ReL].
En la actualidad, la fe flaquea sobre todo a causa de la cultura antirreligiosa que predomina en el discurso académico y el hedonismo de la vida social dentro del campus.
Ni el rechazo teórico ni el práctico de la religión se producen de forma autónoma o separada, explica en How to Stay Christian in College.
En el primer caso, el prejuicio ateo o agnóstico del profesorado siembra en los alumnos la duda y la indiferencia. Dios sencillamente deja de ser un asunto importante.
Al tiempo, la permisividad puede nublar las convicciones morales y provocar la pérdida de la fe.
Los tres consejos
Para evitar ser arrastrado por el ambiente, Budziszewski cree que lo más importante es que el estudiante evite el aislamiento o el individualismo religioso. Es necesario que los jóvenes creyentes se sientan apoyados por una comunidad. En esta dirección van los tres consejos que ofrece.
1) Primero, contar con un grupo de apoyo que integre a profesores y a alumnos cristianos y que vivan su fe no sólo desde una perspectiva moral, sino también comprometidos intelectual y culturalmente.
2) En segundo lugar, recomienda buscar un profesor que pueda orientar y guiar durante el periodo de formación universitaria.
3) Por último, Budziszewski aconseja no limitar la vida religiosa a la universidad, sino frecuentar otros ambientes cristianos fuera del campus.
Vivir la fe es dar testimonio
Detectar las dificultades como hace Budziszewski no implica sucumbir al alarmismo ni promover un mensaje derrotista, ya que el autor confirma que, a pesar del desprecio intelectual de las creencias religiosas e incluso la burla o la marginación que pueden padecer, muchos jóvenes –cada vez más– muestran su valentía viviendo y dando testimonio de su fe en la universidad. Harvard y Princeton son algunos de los lugares en los que las asociaciones y grupos cristianos están proliferando.
Además, hay síntomas que constatan el agotamiento de la forma de vida promovida por la revolución sexual. En otro de sus libros, On the Meaning of Sex, el autor critica la visión hedonista de la sexualidad porque mutila su significado y trivializa la relación de pareja.
Sin embargo, lo paradójico de esta opción ética son sus consecuencias: la búsqueda indiscriminada del placer, sin pensar si es correcta o no, provoca infelicidad. El hedonismo, que nace como sueño, concluye en pesadilla.
De hecho, las nuevas generaciones, herederas de esta visión moral, están pagando las consecuencias porque comprueban que el placer a corto plazo y la frivolidad no dan sentido a la vida. Budziszewski ve a los jóvenes de hoy angustiados y descontentos y percibe que cada vez se produce antes la toma de conciencia de la paradoja hedonista. Pero esta desesperación se encuentra acompañada de un genuino anhelo de encontrar estilos de vida alternativos. El cristianismo puede ser la respuesta que los jóvenes están buscando para reorientar su existencia.
Universidad: ¿verdad o relativismo?
La universidad misma, nacida bajo inspiración religiosa, a causa de la marginación académica de la cultura cristiana, pierde capacidad para servir a sus propios fines. A la pérdida de Dios en las aulas universitarias ha seguido el olvido de la noción objetiva de verdad y la generalización del relativismo. Resulta paradójico que una institución dedicada a la búsqueda de la verdad y del conocimiento esté caracterizándose por su intolerancia ideológica y sectarismo. Para Budziszewski, también el joven creyente tiene como misión recordar a la universidad cuáles son sus fines más importantes.
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