Family Chef: un sabroso recetario para ayudar a las padres católicos a rezar con sus hijos

En su encuentro con las familias del pasado 26 de octubre, el Papa Francisco se refirió a la oración en el seno del matrimonio cristiano: "Lo hacen porque lo necesitan para el largo viaje que tienen que hacer juntos".

La delegación de Familia y Vida de la archidiócesis de Toledo se ha metido en harina con el proyecto Family Chef, "que busca ayudar a las familias cristianas, de una manera muy sencilla y concreta, a vivir en sus hogares la liturgia doméstica".

Un email mensual
¿Cuál es la fórmula elegida? Según explica Miguel Garrigos Domínguez, uno de los impulsores, unas cuantas familias numerosas de la archidiócesis han redactado unas "recetas para orar en familia", a partir de su experiencia de fe.

Poniendo unas cuantas de estas recetas en común, ha resultado un recetario "lleno de sentido del humor, presentado en un formato muy atrayente, que será enviado, por correo electrónico, cada mes a las familias". También se adjunta una ficha que los pequeños de la casa deben trabajar durante el mes.

Receta completa
A modo de cata, la receta de este mes de noviembre se centra en la oración de la mañana. Los chefs proponen como ingredientes tres oraciones que los más pequeños de la casa conocen bien: el Jesusito de mi vida, el Avemaría y al Ángel de la Guarda.

A continuación especifican cómo se hace: en este caso se prepara en dos fases, la primera para dar los buenos días y las gracias por el nuevo día al Señor y la segunda en la que se incluyen las tres oraciones. El tiempo de elaboración ronda los 2 minutos, pero en el caso de que no salga todo perfecto el primer día el chef, en sus consejos, recomienda una virtud básica del cocinero: ¡Paciencia!

Garrigos Domínguez, delegado de Familia y Vida en Toledo, explica las razones de esta iniciativa: "La experiencia nos demuestra que, aunque muchas familias cristianas quieren hacer oración en familia, llevarlo a la práctica resulta muy complicado. Esto provoca que, en ocasiones, se rindan y se limiten a vivir su oración de manera individual o, a lo sumo, como matrimonio, pero sin ser capaces de introducir a los hijos en la vida de piedad".

Para más información: 
www.delegaciondefamiliayvida.com