«La monja twittera»
Xiskya Valladares: «iMisión quiere ser el canal de los católicos twitteros»
Tiene más de ocho mil seguidores en esa red social. También recibe mensajes agresivos, pero los interpreta como una cura de humildad.
Con casi ocho mil seguidores, esta monja es uno de los referentes en la tarea de evangelización en la red.
Religión en Libertad ha entrevistado a Xiskya Valladares, conocida como “la monja twittera”, que nos explica en qué consiste su misión en la red, su opinión sobre el cristianismo en el mundo digital y su experiencia en un emergente medio de comunicación como es Twitter.
¿Cuál es el objetivo principal de tu cuenta de Twitter y el de la organización iMisión?
Mi cuenta en Twitter es personal. Su objetivo principal es un tres en uno: primero, ser una más con la gente y acompañarles en sus ideas, preocupaciones y sentimientos; segundo, intentar aportarles una visión cristiana de la actualidad; y tercero, transmitir un modo de estar basado en el Evangelio que es vida y esperanza.
La cuenta de iMision es la del proyecto que lleva su nombre. Su objetivo es ser una presencia católica en la red, un medio de evangelización y un canal de reunión de católicos twitteros.
Eres conocida como “la monja twittera” y, probablemente seas de las monjas más conocidas en esta red social. ¿Cómo te sientes?
A veces me siento con una gran responsabilidad porque mucha gente espera “algo” de mí. Pero intento que no me condicione mucho, quiero simplemente seguir siendo yo misma. Creo que la autenticidad es fundamental. Aunque a veces esto despista mucho a la gente; tanto a los más afines como a los enemigos, puesto que no siempre obtienen lo que esperan de su prejuicio de ´monja´.
Directora de la revista Mater Purísima, trabajas en el Centro de Enseñanza Superior Alberta Jiménez (CESAG), tienes casi ocho mil seguidores en twitter y tienes una increíble pasión por la fotografía ¿Crees que rompes con la monótona imagen que tiene la sociedad de las monjas?
Ahora que lo pienso, puede ser. Quizás por eso, al principio mucha gente dudaba de que fuera realmente una ´monja´, tuve que colocar en mi descripción un enlace a mi blog donde encontraran un vídeo y un post para incrédulos [risa]. Sin embargo, me cuesta creer que en pleno siglo XXI la gente tenga muchas veces un concepto de monja más propio del siglo XIX o que piensen que todas somos ‘robabebés’. Quizás la causa esté en nosotras mismas; en un miedo excesivo al público exterior (justificado por los ataques anticlericales y a la vez no justificado por nuestra confianza en Dios).
Pero de verdad que la mayoría de las religiosas somos personas normales, con defectos y virtudes como todos los mortales, hijas de nuestro tiempo, la mayor parte de las de veces con muchos estudios y responsabilidades, pero también con la libertad de practicar nuestras aficiones en la medida en que nuestros trabajos y ocupaciones nos lo permiten. Nuestra peculiaridad es darle 100% un sentido de Dios a nuestras vidas siguiendo los consejos evangélicos. Hay religiosas muy valiosas que hacen cosas muy grandes y que además, son personas muy santas que ojalá se las conociera más.
¿Qué te inspiró a servir plenamente a Dios como monja?
Te puedo mentir diciendo cosas bonitas. Pero realmente, es muy sencillo. Para mí Dios es esa Vida con mayúscula, la Vida plena. Y antes he dicho que soy una apasionada de la Vida... Me dicen que soy muy vitalista, pero es sólo que me gusta mucho descubrir a Dios en las pequeñas y grandes cosas del día a día, aunque a veces me enfade. Es difícil de explicarlo. Dedicarte 100% a ello es lo que más me gusta en este mundo. Pensé que ser monja era la manera de dedicarme 100% a la Vida.
¿Qué es lo que más te gusta de todo lo que haces?
Me encanta el mundo de la comunicación. "Dios es Verbo, Palabra", dice San Juan. Quizás sea por eso. Pienso que los cristianos, y especialmente los religiosos, deberíamos ser expertos en comunicación. Siento que esa Palabra se nos muestra en la historia y en todas las cosas, pero hay que saber descubrirla. Lo dice muy bien la Gaudium et Spes. No hacen falta grandes discursos, de hecho creo que nuestro mundo está cansado de discursos, necesita sólo la Palabra que es Vida. Pero comunicar supone transmitir y también escuchar; presencia en el mundo real y virtual; experiencia en lenguaje tradicional y muy especialmente en el actual…
¿Qué piensas de aquellos twitteros que te mandan mensajes agresivos o dañinos?
Pienso que muchos son manipulados por políticas anticlericales, otros han tenido malas experiencias que no supieron convertir en aprendizajes positivos, y otros simplemente buscan protagonismo ante sus compinches. Lamentablemente, mi experiencia con estos tipos es que lo mejor es ignorarles. No obstante, les agradezco porque siempre son una perfecta cura de humildad.
¿Qué es lo que te condujo a crearte una cuenta de Twitter?
Realmente, mi cuenta en Twitter la creé en 2009 al leer una noticia de que el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén tenía una cuenta por la que tú dejabas tu mensaje y ellos lo colocaban en el muro como si estuvieras ahí. Pero sólo escribí un tweet y la abandoné. La retomé en 2011 para seguir los movimientos del 15-M y conocer directamente qué era ese movimiento. Sin embargo, comencé a ser más activa en Twitter a partir de la JMJ de Madrid. Fue entonces cuando descubrí todo su potencial como medio transformador y evangelizador. La Madre Teresa de Calcuta decía que “a veces sentimos que nuestras acciones son como una pequeña gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota” y yo creo que eso es verdad.
¿Crees que el catolicismo se expande día tras día en Internet?
Creo que sí, pero tiene una fuerte competencia con pseudo espiritualidades que engañan y atraen fácilmente el corazón de la gente. Porque el mensaje cristiano es cierto que es misericordia, perdón, bondad, y eso gusta a casi todos; pero también es cruz, renuncia, amor al enemigo, que no se suele comprender si no es por don de Dios. Ya le dijeron a Jesús y a San Pablo que ese lenguaje es muy duro... Es cierto que la Iglesia ha tardado más que el resto de la sociedad en subirse al carro de Internet. Pero está haciendo esfuerzos importantes en materia de evangelización en la Era Digital. En iMision, por ejemplo, estamos todos muy contentos y expectantes del nuevo sínodo sobre Nueva Evangelización que empezará en octubre. El documento Instrumentum Laboris promete muy interesantes reflexiones y conclusiones finales.
Descríbete en 140 caracteres, como si de un tweet se tratase.
Me lo pones difícil [risa] pero voy a intentarlo: “Apasionada de la Vida con mayúsculas, inconformista, amante de grandes retos, muy cabezota y fuerte, y a la vez sensible y buscadora de Dios en las pequeñas cosas”. Me he pasado 22 caracteres, así que necesitarás ‘TwitLonger’ [risa].
Religión en Libertad ha entrevistado a Xiskya Valladares, conocida como “la monja twittera”, que nos explica en qué consiste su misión en la red, su opinión sobre el cristianismo en el mundo digital y su experiencia en un emergente medio de comunicación como es Twitter.
¿Cuál es el objetivo principal de tu cuenta de Twitter y el de la organización iMisión?
Mi cuenta en Twitter es personal. Su objetivo principal es un tres en uno: primero, ser una más con la gente y acompañarles en sus ideas, preocupaciones y sentimientos; segundo, intentar aportarles una visión cristiana de la actualidad; y tercero, transmitir un modo de estar basado en el Evangelio que es vida y esperanza.
La cuenta de iMision es la del proyecto que lleva su nombre. Su objetivo es ser una presencia católica en la red, un medio de evangelización y un canal de reunión de católicos twitteros.
Eres conocida como “la monja twittera” y, probablemente seas de las monjas más conocidas en esta red social. ¿Cómo te sientes?
A veces me siento con una gran responsabilidad porque mucha gente espera “algo” de mí. Pero intento que no me condicione mucho, quiero simplemente seguir siendo yo misma. Creo que la autenticidad es fundamental. Aunque a veces esto despista mucho a la gente; tanto a los más afines como a los enemigos, puesto que no siempre obtienen lo que esperan de su prejuicio de ´monja´.
Directora de la revista Mater Purísima, trabajas en el Centro de Enseñanza Superior Alberta Jiménez (CESAG), tienes casi ocho mil seguidores en twitter y tienes una increíble pasión por la fotografía ¿Crees que rompes con la monótona imagen que tiene la sociedad de las monjas?
Ahora que lo pienso, puede ser. Quizás por eso, al principio mucha gente dudaba de que fuera realmente una ´monja´, tuve que colocar en mi descripción un enlace a mi blog donde encontraran un vídeo y un post para incrédulos [risa]. Sin embargo, me cuesta creer que en pleno siglo XXI la gente tenga muchas veces un concepto de monja más propio del siglo XIX o que piensen que todas somos ‘robabebés’. Quizás la causa esté en nosotras mismas; en un miedo excesivo al público exterior (justificado por los ataques anticlericales y a la vez no justificado por nuestra confianza en Dios).
Pero de verdad que la mayoría de las religiosas somos personas normales, con defectos y virtudes como todos los mortales, hijas de nuestro tiempo, la mayor parte de las de veces con muchos estudios y responsabilidades, pero también con la libertad de practicar nuestras aficiones en la medida en que nuestros trabajos y ocupaciones nos lo permiten. Nuestra peculiaridad es darle 100% un sentido de Dios a nuestras vidas siguiendo los consejos evangélicos. Hay religiosas muy valiosas que hacen cosas muy grandes y que además, son personas muy santas que ojalá se las conociera más.
¿Qué te inspiró a servir plenamente a Dios como monja?
Te puedo mentir diciendo cosas bonitas. Pero realmente, es muy sencillo. Para mí Dios es esa Vida con mayúscula, la Vida plena. Y antes he dicho que soy una apasionada de la Vida... Me dicen que soy muy vitalista, pero es sólo que me gusta mucho descubrir a Dios en las pequeñas y grandes cosas del día a día, aunque a veces me enfade. Es difícil de explicarlo. Dedicarte 100% a ello es lo que más me gusta en este mundo. Pensé que ser monja era la manera de dedicarme 100% a la Vida.
¿Qué es lo que más te gusta de todo lo que haces?
Me encanta el mundo de la comunicación. "Dios es Verbo, Palabra", dice San Juan. Quizás sea por eso. Pienso que los cristianos, y especialmente los religiosos, deberíamos ser expertos en comunicación. Siento que esa Palabra se nos muestra en la historia y en todas las cosas, pero hay que saber descubrirla. Lo dice muy bien la Gaudium et Spes. No hacen falta grandes discursos, de hecho creo que nuestro mundo está cansado de discursos, necesita sólo la Palabra que es Vida. Pero comunicar supone transmitir y también escuchar; presencia en el mundo real y virtual; experiencia en lenguaje tradicional y muy especialmente en el actual…
¿Qué piensas de aquellos twitteros que te mandan mensajes agresivos o dañinos?
Pienso que muchos son manipulados por políticas anticlericales, otros han tenido malas experiencias que no supieron convertir en aprendizajes positivos, y otros simplemente buscan protagonismo ante sus compinches. Lamentablemente, mi experiencia con estos tipos es que lo mejor es ignorarles. No obstante, les agradezco porque siempre son una perfecta cura de humildad.
¿Qué es lo que te condujo a crearte una cuenta de Twitter?
Realmente, mi cuenta en Twitter la creé en 2009 al leer una noticia de que el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén tenía una cuenta por la que tú dejabas tu mensaje y ellos lo colocaban en el muro como si estuvieras ahí. Pero sólo escribí un tweet y la abandoné. La retomé en 2011 para seguir los movimientos del 15-M y conocer directamente qué era ese movimiento. Sin embargo, comencé a ser más activa en Twitter a partir de la JMJ de Madrid. Fue entonces cuando descubrí todo su potencial como medio transformador y evangelizador. La Madre Teresa de Calcuta decía que “a veces sentimos que nuestras acciones son como una pequeña gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota” y yo creo que eso es verdad.
¿Crees que el catolicismo se expande día tras día en Internet?
Creo que sí, pero tiene una fuerte competencia con pseudo espiritualidades que engañan y atraen fácilmente el corazón de la gente. Porque el mensaje cristiano es cierto que es misericordia, perdón, bondad, y eso gusta a casi todos; pero también es cruz, renuncia, amor al enemigo, que no se suele comprender si no es por don de Dios. Ya le dijeron a Jesús y a San Pablo que ese lenguaje es muy duro... Es cierto que la Iglesia ha tardado más que el resto de la sociedad en subirse al carro de Internet. Pero está haciendo esfuerzos importantes en materia de evangelización en la Era Digital. En iMision, por ejemplo, estamos todos muy contentos y expectantes del nuevo sínodo sobre Nueva Evangelización que empezará en octubre. El documento Instrumentum Laboris promete muy interesantes reflexiones y conclusiones finales.
Descríbete en 140 caracteres, como si de un tweet se tratase.
Me lo pones difícil [risa] pero voy a intentarlo: “Apasionada de la Vida con mayúsculas, inconformista, amante de grandes retos, muy cabezota y fuerte, y a la vez sensible y buscadora de Dios en las pequeñas cosas”. Me he pasado 22 caracteres, así que necesitarás ‘TwitLonger’ [risa].
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