Se extiende por las diócesis
La Vigilia de la Inmaculada crece en toda España
La idea partió en 1947 del padre Tomás Morales como apostolado propio de la Milicia de Santa María.
La Inmaculada Concepción de la Virgen María es una fiesta particularmente española. Fue elegida como patrona por los reyes desde tiempos visigóticos y el Papa Clemente XIII aceptó ese patronazgo en todos los reinos hispánicos en 1760.
Como explica P.J. Ginés en La Razón, en los últimos años se está difundiendo en nuestro país la costumbre de celebrar la fiesta con una vigilia de oración abierta al público, a menudo impulsada por jóvenes, con una convocatoria amplia.
"El modelo para las actuales vigilias de la Inmaculada nació en 1947 por impulso del jesuita Tomás Morales, sacerdote convencido de la necesidad de potenciar el apostolado de los laicos y fundador de los Cruzados y Cruzadas de Santa María y de su rama joven, la Milicia de Santa María", explica Ginés.
En principio fueron vigilias reservadas a los hombres, como una forma de demostrar que la devoción a la Virgen no era patrimonio femenino. Pero desde 1996 se abrieron a toda la familia.
El impulso ha sido básicamente madrileño, pero "las vigilias se han ido difundiendo a muchas otras diócesis". La Razón cita el caso de Rafael Zornoza, que las vivió intensamente durante sus cinco años como obispo auxiliar de Getafe y ahora las está trasladando a Cádiz, de donde fue designado titular en agosto pasado.
"En Madrid el cardenal preside en la catedral, hay exposición del Santísimo y ofrenda floral con procesión a la Virgen de la Almudena, que también tiene el título de Inmaculada. Pero en otros sitios puede celebrarse rezando el Rosario o de otra manera", explica Nicolás Arroyo, presidente del comité organizador.
Clave del éxito es la movilización juvenil con reparto de carteles en las tiendas y escaparates, como una forma más de la Nueva Evangelización.
Como explica P.J. Ginés en La Razón, en los últimos años se está difundiendo en nuestro país la costumbre de celebrar la fiesta con una vigilia de oración abierta al público, a menudo impulsada por jóvenes, con una convocatoria amplia.
"El modelo para las actuales vigilias de la Inmaculada nació en 1947 por impulso del jesuita Tomás Morales, sacerdote convencido de la necesidad de potenciar el apostolado de los laicos y fundador de los Cruzados y Cruzadas de Santa María y de su rama joven, la Milicia de Santa María", explica Ginés.
En principio fueron vigilias reservadas a los hombres, como una forma de demostrar que la devoción a la Virgen no era patrimonio femenino. Pero desde 1996 se abrieron a toda la familia.
El impulso ha sido básicamente madrileño, pero "las vigilias se han ido difundiendo a muchas otras diócesis". La Razón cita el caso de Rafael Zornoza, que las vivió intensamente durante sus cinco años como obispo auxiliar de Getafe y ahora las está trasladando a Cádiz, de donde fue designado titular en agosto pasado.
"En Madrid el cardenal preside en la catedral, hay exposición del Santísimo y ofrenda floral con procesión a la Virgen de la Almudena, que también tiene el título de Inmaculada. Pero en otros sitios puede celebrarse rezando el Rosario o de otra manera", explica Nicolás Arroyo, presidente del comité organizador.
Clave del éxito es la movilización juvenil con reparto de carteles en las tiendas y escaparates, como una forma más de la Nueva Evangelización.
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