A Vinson Synan, el primer historiador pentecostal, lo que más le asombró fue la Renovación Católica

En marzo de 2020 murió en EEUU Vinson Synan, con 85 años, dejando esposa y 4 hijos. Era uno de los primeros historiadores del Pentecostalismo. Lo estudiaba desde dentro -como cristiano pentecostal que oraba en lenguas, y pastor hijo de pastor pentecostal- y desde fuera como historiador y académico.

Fue una figura muy influyente y ayudó a que muchos pentecostales aceptaran a los protestantes carismáticos (a luteranos o metodistas que oraban en lenguas y vivían la efusión del Espíritu) y a que todos ellos aceptaran a los católicos carismáticos, cuya aparición fue una total sorpresa también para él. También ayudó a que se entendiera que el avivamiento pentecostal del siglo XX no nació "de la nada", sino que tenía sus raíces históricas.

(Lea aquí en ReL la historia de la Renovación Carismática Católica, hoy con más de 100 millones de participantes)

En general, intentaba hacer historia para evitar que en su lugar hubiera rumores y leyendas, cosa conveniente para todos los que aman la verdad. Llegó a ser el superior de la International Pentecostal Holiness Church (IPHC), la Iglesia de Santidad Pentecostal, fundada en 1911, actualmente con más de 16.000 comunidades y unos 4 millones y medio de fieles. (Que son muchos, pero una minoría entre los 270 millones de protestantes pentecostales en el mundo).

De niño en la Gran Depresión

Él mismo lo vivió en casa de niño. Nació en 1934. Recuerda de niño a su padre y su tío predicando a blancos pobres en Virginia durante la Gran Depresión, la terrible crisis económica que azotó EEUU de 1929 a 1940. "Las llamadas al altar eran una visión impresionante de contemplar, a veces doloroso de oír. La gente se amontonaba frente a la Iglesia buscando salvación, santificación, bautismo en el Espíritu Santo o sanación divina. A menudo el rugido de la oración concertada era ensordecedor", recuerda.

A medida que crecía, se asombró de que incluso los pastores en su iglesia sabían muy poco de su pasado pentecostal, igual que hoy muchos servidores en la Renovación Carismática pueden saber muy poco de la historia de la Renovación. Por ejemplo, su padre, Joseph Synan, que era pastor y predicador pentecostal, no sabía nada de nada del reverendo Charles Fox Parham, que era quien inició el pentecostalismo el 1 de enero de 1901 en Topeka (Kansas) con su grupo de estudiantes, al establecer que la oración en lenguas era un signo bíblico del poder del Espíritu Santo.

Rumores en vez de historia

Synan padre sí había oído hablar de la segunda gran figura del pentecostalismo, el predicador negro William J. Seymour, que dirigió el avivamiento de Azusa Street en Los Ángeles en 1906, pero, por ejemplo, dijo a su hijo que "tenía una sola pierna". En realidad, ni siquiera había visto fotos de él. Seymour era ciego de un ojo, dañado por la viruela de niño, pero tenía bien ambas piernas. Es un ejemplo de cómo los hechos se pueden deformar cuando no se ponen por escrito.

William Seymour recibió el Espíritu Santo cuando fue bautizado católico
de bebé en Louisiana... en 1906, como predicador, fue un gran difusor
del pentecostalismo en el avivamiento de Azusa Street

Synan tampoco sabía -y muchos pentecostales siguen sin saber- que los padres del reverendo Seymour, que fueron esclavos, bautizaron a su bebé como católico en Louisiana. Más adelante sus padres se mudaron a otra zona e ingresaron, al parecer, en una iglesia negra protestante. 

En cualquier caso, en 1946, con 12 años, el joven Vinson tenía algo claro: el pentecostalismo era un fuego espiritual con 46 años de historia que se transmitía con recuerdos medio olvidados y sin que nadie tomara nota ni revisase los hechos. Alguien tenía que asegurarse de los acontecimientos y escribirlo, alguien tenía que investigar y hacer historia. Y decidió que sería él.

Se apuntó a estudiar Historia en la Universidad de Georgia, y el historiador Horace Montgomery le permitió especializarse en investigar el pentecostalismo, un tema absolutamente extraño e inusual para un académico. A Montgomery le pareció bien porque él se había especializado en estudiar la política de los blancos pobres y porque él mismo pertenecía a una rama protestante minoritaria y muy liberal. Y así Synan publicó en 1971 el que quizá fue el primer libro de Historia del Pentecostalismo, titulado The Holiness-Pentecostal Movement. Además, en 1970 creó la Sociedad de Estudios Pentecostales, el primer gremio académico al respecto, con archiveros e historiadores de distintas iglesias.

Hubo precedentes y el Espíritu los usó

Cuando salió el libro, los pentecostales estaban convencidos de ser algo absolutamente novedoso, nunca antes visto, una obra del Espíritu Santo que rompía los ritmos de la historia. Pero el libro mostraba que el pentecostalismo, aunque podía ser un río de Gracia de Dios y del Espíritu Santo, también tenía raíces históricas: las enseñanzas de John Wesley (el fundador del metodismo), algunos avivamientos previos en América o las Islas Británicas, el movimiento Higher Life en Inglaterra en el siglo XIX... Hoy, cualquier libro de historia del pentecostalismo acepta todo esto como cosa sabida.

En 1997 Synan publicó una versión ampliada de su libro clásico, incorporando, por ejemplo, lo que había visto en la Renovación Carismática Católica, que en la versión de 1971 apenas tenía 4 años. La nueva versión se tituló The Holiness-Pentecostal Tradition. Defendía ahora que el pentecostalismo es una tradición, pese que a la mayoría de los pentecostales protestantes les molesta la palabra "tradición" porque la asociaban a cosas "viejas y frías" de iglesias "tradicionales" y formalistas.

Los pentecostales inesperados

Ya siendo pastor e historiador y con su primer gran libro publicado, a mediados de los 70, encontró cosas que le asombraron. Por ejemplo, en un desayuno de oración organizado por los pentecostales de la Full Gospel Business Men’s Fellowship International (los "Hombres de Negocio del Evangelio Completo") se sorprendió al ver invitados cristianos que no eran pentecostales pero rezaban en lenguas. Vio a un ministro luterano que no se levantaba a orar pidiendo la efusión del Espíritu, sino que permanecía sentado y moviendo los labios en voz baja. Synan pensaba incluso regañarle porque no hacía como los demás. Pero entonces el clérigo luterano empezó a hablar en voz alta en una lenguaje que, dice Synan, sonaba como árabe. Synan lo tomó como una enseñanza de Dios: la oración en lenguas, el llenarse de Espíritu Santo, no era solo para pentecostales.

También le asombró leer en los años 70 acerca de los “Jesus People,” unos hippies de California que hablaban de Jesús, oraban con música y pedían llenarse de Espíritu Santo. Le impactó, pero le alegró ver que esos jóvenes contraculturales también podían llenarse de Espíritu Santo.

A finales de los 60, la corriente Jesus People junta la estética hippie, puntos utópicos y contraculturales, música, anuncio del kerygma y cada vez más espiritualidad carismática

Lo más sorprendente: ¡los católicos!

Pero, según dejó escrito (y lo leemos en su obituario en Christianity Today de marzo de 2020), lo que más le asombró de todo, "el giro más sorprendente en la historia entera del Pentecostalismo", fue la Renovación Carismática Católica. Católicos pentecostales, y en grandes cantidades, y manteniéndose en unidad con el Papa, la Tradición, el Magisterio... "Fue un impacto impresionante para mí, para la mayoría de mis amigos, y probablemente para la Iglesia Católica misma", escribió.

El momento que convenció a Synan parece que fue 1972, cuando el benedictino carismático Kilian McDonnell (hoy sigue vivo con 98 años) le invitó a ser orador en la Asamblea Carismática católica anual en la Universidad de Notre Dame (era la tercera). Synan quedó convencido al ver la primera hornada de carismáticos católicos: su experiencia era genuina y del Espíritu Santo y así lo defendió siempre ante protestantes que dudaran de ello. En 1974 Synan escribió Charismatic Bridges ("Puentes carismáticos"), un repaso de la historia del pentecostalismo pensado para el lector que viene de otras tradiciones (católicos, episcopalianos, luteranos...).

Jesús fue portada en 1971 en la revista Time: había una gran
efervescencia espiritual en el ambiente en EEUU

El resto de su vida intentó tender puentes entre las distintas ramas de pentecostales y ayudó al ecumenismo entre carismáticos católicos y protestantes de distintas familias. Puesto que no era sólo un académico sino que llegó a ser dirigente de una iglesia grande como la IPHC, su capacidad de influencia en este sentido fue importante.

Tres grandes canales del Espíritu

Synan describió la pluralidad del pentecostalismo así: "Hay un solo derramamiento del Espíritu Santo en los últimos días, aunque las corrientes fluyen a través de canales conocidos como 'pentecostalismo clásico', 'neopentecostalismo protestante' y la 'Renovación Carismática Católica'. Al final, se suman en un gran fenómeno histórico, que tiene un profundo efecto en el cristianismo en todo el mundo".

Doug Beacham, uno de los actuales dirigentes de su congregación considera que Synan fue "un pilar en el movimiento del Espíritu Santo que desde mediados del siglo XX impactó a cristianos de casi cualquier familia de fe en el protestantismo y el catolicismo".

Renovar el fuego y crecer

En sus últimos años, proponía algunas visiones de futuro, basadas en su comprensión histórica y de liderazgo. "Todos los grandes avivamientos se enfriaron después de una generación o así", advertía. "El Pentecostalismo empieza su segundo siglo, pero aún es vigoroso porque tiende a renovarse a sí mismo cada 30 o 40 años. Si  mantienen la emoción y el fuego, intelectual y culturalmente, continuará creciendo", escribió.

Pasan los años, y la Renovación Carismática Católica acumula historia. Aunque hay acceso fácil a Internet, a documentales y vídeos, aunque viven y están activos muchos testigos del inicio de la Renovación en 1967, muchos carismáticos conocen básicamente las historias que les cuentan oralmente los servidores de su grupo, o hermanos más veteranos, que a su vez pueden repetir otras historias orales, de memoria.

El trabajo de los historiadores sigue siendo importante, y dejar constancia por escrito en revistas como la española Nuevo Pentecostés forma parte de ese registro histórico. En España, el trabajo de Denise S. Blakebrough, que falleció en 2018, con su libro-tesis "La Renovación en el Espíritu Santo" es un ejemplo de este servicio. El Espíritu todo lo hace nuevo, pero no deja de construir sobre las bases de los que nos precedieron.

(Artículo publicado originariamente en Nuevo Pentecostés, la revista de la Renovación Carismática Católica en España)