En el madrileño Parque del Retiro
Benedicto XVI confiesa a cuatro jóvenes en la «Fiesta del Perdón» en la que participan 800 curas
A las nueve en punto de la mañana, el Santo Padre confesaba a cuatro jóvenes católicos (dos chicos y dos chicas) menores de 30 años. Los confesionarios han sido diseñados por un ebanista abulense.
El Papa ha confesado hoy, en el popular Parque del Retiro madrileño, a cuatro jóvenes (dos chicos y dos chicas), el acto más íntimo y reservado de los programados durante la Jornada Mundial de la Juventud. Benedicto XVI se ha sumado así a la "Fiesta del Perdón", en la que doscientos sacerdotes de todo el mundo han ocupado otros tantos confesionarios blancos con forma de vela, a los que han acudido durante los últimos días miles de peregrinos para buscar el perdón de sus pecados.
Diferente al resto, el confesionario instalado para el Papa ha sido uno más cerrado para impedir que fuera visible la imagen, tanto del Papa como de los cuatro jóvenes que se han confesado ante él.
El acto se ha prolongado durante media hora y hasta el Parque del Retiro se han acercado cientos de personas para poder ver de cerca al obispo de Roma, que ha llegado en coche oficial y ha abandonado el lugar en el "papamóvil".
Junto al confesionario especial para las confesiones del papa, se ha instalado la cruz de la JMJ y una imagen de la virgen.
Como es habitual en todos los desplazamientos, un fuerte dispositivo de seguridad ha separado a la comitiva papal de los peregrinos y curiosos, que han permanecido desde primera hora en El Retiro.
Además de los populares "vivas" al Papa y de los lemas más coreados de los últimos días, los peregrinos han expresado hoy su afecto al arzobispo de Madrid, monseñor Antonio María Rouco, a quien han cantado el "cumpleaños feliz" al paso del "papamóvil", desde el que el santo pontífice ha saludado a los fieles antes de iniciar su camino hacia la catedral de La Almudena.
Un ebanista abulense, autor de los confesionarios
Se llama Emilio y encarna la tercera generación de carpinteros de la familia Úbeda. A este abulense la profesión le viene en la sangre, ya que en 1910 su abuelo abrió el taller. Y aunque desde hace dos décadas tomó el relevo de su padre en el negocio de la ebanistería, el encargo que recibió hace unos meses quizá sea el de más relevancia que han recibido los Úbeda en un siglo de trabajo con la madera.
Y es que Emilio ha elaborado de forma artesanal los 200 confesionarios que desde el 8 de agosto comenzaron a montarse en el Parque del Retiro de Madrid con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud. La organización instaló los confesionarios de diseño vanguardista, obra del arquitecto Ignacio Vicens. El empresario abulense reconoce que es el trabajo «más importante de mi vida», teniendo en cuenta su trascendecia y la proyección mundial de este acontecimiento. Además, aunque sin entrar en detalles, también desvela que ha sido el segundo trabajo mejor pagado de su carrera.
Inyección económica
De ahí que no dude al afirmar que el proyecto de la JMJ le ha supuesto un gran alivio desde el punto de vista económico. Tanto es así que ha contado con la ayuda de cuatro personas extras que ha tenido que contratar los dos últimos meses para que estén listos para la fecha. «Ha supuesto un balón de oxígeno», asume desde la difícil situación económica del país.
Además ha contado con la supervisión del arquitecto, también abulense, José Ignacio Ramos, que le ayudó a levantar la maqueta y a la confección de los planos. Según Úbeda, las mayores dificultades han sido las partes curvas de los confesionarios , lo que le ha obligado a hacer el trabajo de manera artesanal.
Los confesionarios están en el Paseo de Coches del Retiro desde una semana antes de que empiecen las Jornadas. Más de 800 sacerdotes administrarán el sacramento en más de 12 lenguas.
Los jóvenes llevan confesándose desde el martes en horario de 10 de la mañana a 22 horas, el viernes de 10 de la mañana a las 12 del sábado 20 de agosto.