Gustavo Gutiérrez, promotor de la teología de la liberación, señala que ésta nunca ha sido condenada
“No ha habido nunca una condena a la teología de la liberación, aunque los medios de comunicación a veces lo muestren así”.
Así de rotundo se ha mostrado el teólogo y sacerdote Gustavo Gutiérrez, uno de los ‘padres’ de la teología de la liberación. Sí, hubo un diálogo con la Congregación de la Doctrina de la fe. Y fue un diálogo muy crítico en algunos momentos. Pero nunca hubo una condena.
Lo hizo respondiendo a la pregunta de un periodista durante la presentación de la Asamblea General de Cáritas Internationalis donde va a ser ponente.
El teólogo ha dicho que la noción central de la teología de la liberación es la que llamamos “opción preferencial de los pobres”. Es el 90 por ciento de la teología de la liberación, ha asegurado.
Además, ha manifestado que esta opción es ahora más clara con el testimonio del papa Francisco. Y también ha señalado que el Santo Padre ha dicho que “la opción preferencial por los pobres” es una cuestión teológica.
“Si abres la Biblia, el tema de los pobres está ahí”, ha indicado también el teólogo peruano.
Creo que se ha dado un paso muy importante en esta relación pero al mismo tiempo repito que “la teología es un acto segundo. Nosotros hemos dicho esto desde el principio. No es secundario en sentido peyorativo”.
Asimismo, ha bromeado “yo, personalmente, a los 40 años no hablaba de teología, y creo que yo era cristiano. Sí ha sido posible para mí ser cristiano, antes de la teología, y espero ser cristiano después de la teología”.
"La cuestión no es -ha añadido- tomar distancia de la teología, es una parte de mi vida y me gusta mucho hacer teología. Pero es una parte de la vida de la Iglesia, de la via de las personas también y hemos tenido este diálogo en ciertos momentos difícil, pero nunca una condena. Esto no ha existido".
Por otro lado, ha respondido a otra pregunta de un periodista durante la rueda de prensa sobre si él escribiría de nuevo algo de lo que ha hecho sobre teología, refiriéndose aunque sin nombrarlos a los documentos de la Congregación de la Doctrina de la Fe: Instrucción sobre algunos aspectos de la teología de la liberación e Instrucción Libertatis Consciencia sobre libertad cristiana y liberación.
El padre Gutiérrez admitió que la respuesta antes no la había encontrado, porque si decía que ´sí´, no era y si decía que ´no´, tampoco. Y contó que en una entrevista encontró el matiz: se ha comparado su relación con la teología con la de una pareja de enamorados. Después de 20 años de matrimonio, si escribes una carta a tu esposa, no escribes lo mismo que hubieras escrito de novios. El amor es el mismo, pero la forma de escribir cambia.
“Para mí hacer teología es escribir una carta de amor al Dios de mi fe, a la Iglesia a la que pertenezco y a mi pueblo” ha indicado. La teología -ha concluido- es la hermenéutica de la esperanza.
Interrogado por ZENIT de su interpretación teológica sobre si era necesario hacer ingresar a los pobres en el mundo del bienestar o hacer que la sociedad entrara en un sistema de vida más austero, indicó: "No se puede estar en solidaridad con los pobres si no vivimos una cierta pobreza" y precisó que "no son dos caminos diversos pero van juntos".
"Estar en solidaridad con los pobres pone como condición vivir cerca" y no somos solidarios con los pobres si no somos amigos de los pobres. Constató que hoy existe la mayor distancia entre riqueza y pobreza que se haya registrado en la historia. Por ello la "noción de amistad es muy importante y exige una cierta cercanía con esta gente". Si bien reconoció que "tiene consecuencias políticas y económicas hablar así".
Así de rotundo se ha mostrado el teólogo y sacerdote Gustavo Gutiérrez, uno de los ‘padres’ de la teología de la liberación. Sí, hubo un diálogo con la Congregación de la Doctrina de la fe. Y fue un diálogo muy crítico en algunos momentos. Pero nunca hubo una condena.
Lo hizo respondiendo a la pregunta de un periodista durante la presentación de la Asamblea General de Cáritas Internationalis donde va a ser ponente.
El teólogo ha dicho que la noción central de la teología de la liberación es la que llamamos “opción preferencial de los pobres”. Es el 90 por ciento de la teología de la liberación, ha asegurado.
Además, ha manifestado que esta opción es ahora más clara con el testimonio del papa Francisco. Y también ha señalado que el Santo Padre ha dicho que “la opción preferencial por los pobres” es una cuestión teológica.
“Si abres la Biblia, el tema de los pobres está ahí”, ha indicado también el teólogo peruano.
Creo que se ha dado un paso muy importante en esta relación pero al mismo tiempo repito que “la teología es un acto segundo. Nosotros hemos dicho esto desde el principio. No es secundario en sentido peyorativo”.
Asimismo, ha bromeado “yo, personalmente, a los 40 años no hablaba de teología, y creo que yo era cristiano. Sí ha sido posible para mí ser cristiano, antes de la teología, y espero ser cristiano después de la teología”.
"La cuestión no es -ha añadido- tomar distancia de la teología, es una parte de mi vida y me gusta mucho hacer teología. Pero es una parte de la vida de la Iglesia, de la via de las personas también y hemos tenido este diálogo en ciertos momentos difícil, pero nunca una condena. Esto no ha existido".
Por otro lado, ha respondido a otra pregunta de un periodista durante la rueda de prensa sobre si él escribiría de nuevo algo de lo que ha hecho sobre teología, refiriéndose aunque sin nombrarlos a los documentos de la Congregación de la Doctrina de la Fe: Instrucción sobre algunos aspectos de la teología de la liberación e Instrucción Libertatis Consciencia sobre libertad cristiana y liberación.
El padre Gutiérrez admitió que la respuesta antes no la había encontrado, porque si decía que ´sí´, no era y si decía que ´no´, tampoco. Y contó que en una entrevista encontró el matiz: se ha comparado su relación con la teología con la de una pareja de enamorados. Después de 20 años de matrimonio, si escribes una carta a tu esposa, no escribes lo mismo que hubieras escrito de novios. El amor es el mismo, pero la forma de escribir cambia.
“Para mí hacer teología es escribir una carta de amor al Dios de mi fe, a la Iglesia a la que pertenezco y a mi pueblo” ha indicado. La teología -ha concluido- es la hermenéutica de la esperanza.
Interrogado por ZENIT de su interpretación teológica sobre si era necesario hacer ingresar a los pobres en el mundo del bienestar o hacer que la sociedad entrara en un sistema de vida más austero, indicó: "No se puede estar en solidaridad con los pobres si no vivimos una cierta pobreza" y precisó que "no son dos caminos diversos pero van juntos".
"Estar en solidaridad con los pobres pone como condición vivir cerca" y no somos solidarios con los pobres si no somos amigos de los pobres. Constató que hoy existe la mayor distancia entre riqueza y pobreza que se haya registrado en la historia. Por ello la "noción de amistad es muy importante y exige una cierta cercanía con esta gente". Si bien reconoció que "tiene consecuencias políticas y económicas hablar así".
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