Nomadelfia: el pueblo católico donde no se usa dinero, no hay propiedad privada y todo es en común
Nomadelfia (www.nomadelfia.com) es una de las más peculiares realidades sociales católicas: nació poco después de la II Guerra Guerra Mundial en Italia, cuando el padre Zeno Saltini convirtió los locales de un antiguo campo de prisioneros en un pueblo de huérfanos, padres adoptivos y familias que querían construir "una civilización nueva fundada en el Evangelio".
El mismo padre Saltini desde su adolescencia, después de debatir con un amigo anarquista y de vivir la pobreza y los movimientos obreros, había hecho propósito de no vivir "ni como amo ni como esclavo"... que después se convirtió, en su vocación religiosa, en un llamado a construir la fraternidad en Cristo.
Hoy viven en Nomadelfia unas 50 familias (270 personas), pero con los años se han criado allí más de 5.000 niños. Nomadelfia ha sobrevivido a la muerte de su fundador, hace ya 33 años.
En Nomadelfia "los bienes son en común, no existe la propiedad privada, no circula dinero. Se trabaja sólo en su interior y no se recibe paga alguna. Las familias están dispuestas a acoger a hijos en adopción".
Se sale del núcleo familiar estricto agrupando a las familias: 5 familias juntas forman un «grupo familiar».
"Las escuelas son internas y la obligación de acudir a ellas para sus hijos se ha establecido hasta los 18 años de edad. Nomadelfia es un pueblo comunitario, más que una comunidad. Tiene su historia, su cultura, su ley, su lenguaje, su costumbre de vida y su tradición. Es una población con todos sus componentes: hombres, mujeres, sacerdotes, familias e hijos....", explica la web de la comunidad.
"Nomadelfios no se nace, se es por libre elección. Muchos hijos, al llegar a ser mayores de edad, dejan la comunidad. Los que desean ser nomadelfios, incluso sus hijos, tienen que solicitar su admisión que prevé un período de prueba. Y si se les acepta, lo piden ante el altar y ante todo el pueblo. El que se hace nomadelfio se compromete para toda la vida. Sin embargo tiene la libertad de retirarse en cualquier momento".
"Los recursos económicos provienen del trabajo, de las aportaciones asistenciales para los hijos acogidos y de la Providencia, en especial a través de las actividades de apostolado: prensa, Veladas y encuentros. Los nomadelfios se comprometen a obedecer las disposiciones de los órganos correspondientes y tienen que estar dispuestos a cualquier iniciativa, trabajo o movimiento".
Para la Iglesia Católica, Nomadelfia es una población y parroquia desde 1962. En 1994 aprobó su nueva Constitución como «Asociación privada de fieles», que en culto, doctrina y costumbres se adhiere a la enseñanza católica.
Para el Estado italiano, Nomadelfia es una asociación civil, organizada bajo forma de cooperativa de trabajo. En su interior está en vigor una Constitución cuyos valores se inspiran en el Evangelio y cuya organización se basa en la de los Estados de derecho.
Es una democracia directa: todos los nomadelfios efectivos (aquellos que han firmado la Constitución) forman parte de la Asamblea, que ejerce el poder legislativo y elige los cargos constitucionales.
Las leyes, las decisiones y las votaciones para los cargos constitucionales se aprueban por mayoría, y deben ser confirmadas con voto de unanimidad.
La Presidencia ejerce el poder ejecutivo y organiza la vida diaria. El Consejo Administrativo se encarga de la administración. El Consejo de los Ancianos elige y controla el Economato, y arbitra en caso de que no se logre unanimidad en la Asamblea. El Colegio de los Jueces interviene en casos de contienda, y vela sobre la constitucionalidad de los actos de todos los organismos.
El Sucesor del Fundador es un sacerdote. Garantiza que la vida se desarrolle en armonía con el espíritu del fundador, del Evangelio y de la Constitución.
Pueden ser Nomadelfios aquellos que:
- hayan cumplido 21 años
- sean católicos que profesen abiertamente la Fe y la Moral según las enseñanzas y la disciplina de la Iglesia Católica
- renuncien a poseer bienes bajo cualquier título y de cualquier naturaleza
- acepten ser pobres en el sentido de poseer sólo lo necesario para llevar una vida digna.
Los Nomadelfios, como individuos y como población, deben vivir sobriamente, según las verdaderas exigencias humanas, en el espíritu de los consejos evangélicos y en particular del «Sermón de la Montaña», que para los Nomadelfios no es un mero consejo, sino una ley.
El mismo padre Saltini desde su adolescencia, después de debatir con un amigo anarquista y de vivir la pobreza y los movimientos obreros, había hecho propósito de no vivir "ni como amo ni como esclavo"... que después se convirtió, en su vocación religiosa, en un llamado a construir la fraternidad en Cristo.
Hoy viven en Nomadelfia unas 50 familias (270 personas), pero con los años se han criado allí más de 5.000 niños. Nomadelfia ha sobrevivido a la muerte de su fundador, hace ya 33 años.
En Nomadelfia "los bienes son en común, no existe la propiedad privada, no circula dinero. Se trabaja sólo en su interior y no se recibe paga alguna. Las familias están dispuestas a acoger a hijos en adopción".
Se sale del núcleo familiar estricto agrupando a las familias: 5 familias juntas forman un «grupo familiar».
"Las escuelas son internas y la obligación de acudir a ellas para sus hijos se ha establecido hasta los 18 años de edad. Nomadelfia es un pueblo comunitario, más que una comunidad. Tiene su historia, su cultura, su ley, su lenguaje, su costumbre de vida y su tradición. Es una población con todos sus componentes: hombres, mujeres, sacerdotes, familias e hijos....", explica la web de la comunidad.
"Nomadelfios no se nace, se es por libre elección. Muchos hijos, al llegar a ser mayores de edad, dejan la comunidad. Los que desean ser nomadelfios, incluso sus hijos, tienen que solicitar su admisión que prevé un período de prueba. Y si se les acepta, lo piden ante el altar y ante todo el pueblo. El que se hace nomadelfio se compromete para toda la vida. Sin embargo tiene la libertad de retirarse en cualquier momento".
"Los recursos económicos provienen del trabajo, de las aportaciones asistenciales para los hijos acogidos y de la Providencia, en especial a través de las actividades de apostolado: prensa, Veladas y encuentros. Los nomadelfios se comprometen a obedecer las disposiciones de los órganos correspondientes y tienen que estar dispuestos a cualquier iniciativa, trabajo o movimiento".
Para la Iglesia Católica, Nomadelfia es una población y parroquia desde 1962. En 1994 aprobó su nueva Constitución como «Asociación privada de fieles», que en culto, doctrina y costumbres se adhiere a la enseñanza católica.
Para el Estado italiano, Nomadelfia es una asociación civil, organizada bajo forma de cooperativa de trabajo. En su interior está en vigor una Constitución cuyos valores se inspiran en el Evangelio y cuya organización se basa en la de los Estados de derecho.
Es una democracia directa: todos los nomadelfios efectivos (aquellos que han firmado la Constitución) forman parte de la Asamblea, que ejerce el poder legislativo y elige los cargos constitucionales.
Las leyes, las decisiones y las votaciones para los cargos constitucionales se aprueban por mayoría, y deben ser confirmadas con voto de unanimidad.
La Presidencia ejerce el poder ejecutivo y organiza la vida diaria. El Consejo Administrativo se encarga de la administración. El Consejo de los Ancianos elige y controla el Economato, y arbitra en caso de que no se logre unanimidad en la Asamblea. El Colegio de los Jueces interviene en casos de contienda, y vela sobre la constitucionalidad de los actos de todos los organismos.
El Sucesor del Fundador es un sacerdote. Garantiza que la vida se desarrolle en armonía con el espíritu del fundador, del Evangelio y de la Constitución.
Pueden ser Nomadelfios aquellos que:
- hayan cumplido 21 años
- sean católicos que profesen abiertamente la Fe y la Moral según las enseñanzas y la disciplina de la Iglesia Católica
- renuncien a poseer bienes bajo cualquier título y de cualquier naturaleza
- acepten ser pobres en el sentido de poseer sólo lo necesario para llevar una vida digna.
Los Nomadelfios, como individuos y como población, deben vivir sobriamente, según las verdaderas exigencias humanas, en el espíritu de los consejos evangélicos y en particular del «Sermón de la Montaña», que para los Nomadelfios no es un mero consejo, sino una ley.
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