El cardenal de Sri Lanka previene a la prensa contra algunos protestantes que dan soluciones mágicas
No es habitual que un cardenal católico organice una rueda de prensa para hablar contra otros cristianos, pero eso es lo que ha hecho el cardenal de Sri Lanka, Malcolm Ranjith, arzobispo de Colombo y antiguo colaborador de Benedicto XVI en Roma.
El cardenal organizó una rueda de prensa en el palacio arzobispal para hablar contra nuevos predicadores protestantes que ofrecen beneficio materiales directos a quien se convierta a su grupo. Acuden especialmente a enfermos y pobres muy necesitados prometiendo ayuda inmediata, pero sólo a cambio de su conversión.
Algunos pertenecerían a la corriente de "teología de la prosperidad", criticada incluso dentro del protestantismo, que dice que Dios concederá riquezas y salud material a quien sea generoso con el pastor. Otros, simplemente, piden la conversión a cambio de dar ayudas materiales.
Que las autoridades regulen a grupos sin estructura
Mientras la Iglesia en todo el mundo suele preferir que los Estados no interfieran mucho o casi nada en las organizaciones religiosas, el cardenal Ranjith pidió a las autoridades "regular los grupos religiosos que no tienen una estructura administrativa". Pidió una "intervención urgente" por parte de los líderes de gobierno.
En su rueda de prensa el jueves el cardenal Ranjith aseguró que se trata de una "situación muy grave" que "afecta directamente la armonía religiosa y la unidad de la nación".
Ranjith señaló que en la Iglesia católica "no existen los programas extremistas", que no hay "conversiones forzadas" (acusación que hacen frecuentemente los nacionalistas hindúes en la India) ni "beneficios económicos para convencer a la gente" de que abrace la fe.
Instó a la población a no convertirse a una fe para obtener beneficios personales, porque "esto representaría una ofensa a la religión".
Una isla espiritualmente compleja
Ceilán es una isla espiritualmente compleja y no es buen lugar para hacer experimentos descontrolados. Hay un 70% de budistas, un 12% de hindúes, un 10% de musulmanes y un 7% de cristianos (la gran mayoría católicos). Se miran con desconfianza los unos a otros.
Los cingaleses budistas y los tamiles hindúes mantuvieron una cruel guerra hasta hace poco, cuyas heridas no se han sanado. Todos miran con desconfianza a los musulmanes. Y los nacionalistas de distintas escuelas (budistas o hindúes) acusan a los cristianos de colonialismo, aunque lleven ya 5 siglos en el país. Siempre hay la tentación de achacar los males del país a los extranjeros... y a los cristianos se les señala como tales.
En este contexto, el desembarco de predicadores protestantes "de la prosperidad", que no tienen ninguna autoridad ni organización centralizada con la que dialogar, es un peligro, no solo por su mala teología y su facilidad para la mera estafa, sino porque puede hacer que la mayoría no cristiana adquiera más hostilidad hacia los cristianos.
El cristianismo ofrece la cruz, no soluciones mágicas
Las soluciones rápidas y mágicas no encajan con el verdadero cristianismo, apuntó el cardenal. "No nos dedicamos a este tipo de actividad, yo mismo subrayo que no formamos parte de esta estrategia; Jesús no es mágico”, dijo el arzobispo de Colombo.
“El cristianismo", añadió, “es un compromiso; no se puede vivir el cristianismo sin sufrimiento. Si no somos capaces de aceptar el sufrimiento y abrazar la cruz" no podemos llamarnos verdaderos cristianos, insistió.
El mensaje de aceptar el sufrimiento con cierta serenidad encaja bien en la cultura budista e hindú de la isla, pero prometer soluciones mágicas o unos dólares a cambio de una conversión también consigue atraer mucho público.