Los coptos de Egipto «suspenden el diálogo teológico» con Roma; la causa parece Fiducia Supplicans
La Iglesia Ortodoxa Copta, en las últimas décadas aliada cercana de la Iglesia Católica, y con buenas relaciones ecuménicas, que cuenta con entre 15 y 20 millones de fieles en Egipto, ha anunciado oficialmente que suspende el "diálogo teológico" con la Iglesia Católica.
El Sínodo copto se ha reunido, encabezado por el Papa copto Teodoro II (Tawadros II). Han acudido 110 de sus 133 miembros. Entre las decisiones que han anunciado (en inglés en la web CopticOrthodox) está la siguiente:
"Tras consultar con iglesias hermanas de la familia Ortodoxa Oriental, se decidió suspender el diálogo teológico con la Iglesia Católica, reevaluar los resultados alcanzados por el diálogo que empezó hace 20 años y establecer nuevos estándares y mecanismos para un futuro diálogo", declara el Sínodo.
No se especifica cuáles han sido esas "iglesias hermanas", pero probablemente se trate de la Iglesia Copta de Etiopía (o Iglesia Tewahedo, con entre 40 y 50 millones de fieles) y la Iglesia Copta de Eritrea (con unos 3 millones de fieles). También podría tratarse de la Iglesia armenia, puesto que durante los días del Sínodo se recibió la visita en las estancias papales del primer ministro armenio, Nikol Pashinyan.
Esa mención permite sospechar que estas otras iglesias podrían pronunciarse de forma similar en próximos días o meses.
No se especifica la causa para esta ruptura del diálogo, pero durante este Sínodo la Iglesia Ortodoxa Copta de Egipto por primera vez ha trabajado en profundidad el tema de la homosexualidad, y lo ha hecho para reafirmar la enseñanza cristiana tradicional. Por eso, y al no haber más motivos de fricción, todos piensan que la razón de la ruptura es la declaración Fiducia Supplicans, que para mucha gente en todo el mundo es un signo de que la Iglesia Católica ahora apoya (bendice) las relaciones homosexuales (puesto que bendice parejas homosexuales).
Enseñanzas coptas sobre la homosexualidad (las cristianas de siempre)
Los coptos han publicado ahora una declaración detallando su enseñanza sobre la homosexualidad, la clásica del cristianismo: los actos homosexuales son pecado, los actos fuera del matrimonio también, quien controla sus deseos merece elogio por su esfuerzo, la Iglesia ayudará a todos a vivir cristianamente, ayudando a todos a "lograr una solución emocional y espiritual".
"La Iglesia cree que Dios creó a los humanos, tanto hombres como mujeres, en un estado de santidad, y los unió en el pacto sagrado del matrimonio porque Dios mismo es Santo; "por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne" , recuerda la declaración. "Dios le ha dado a la humanidad libre albedrío para vivir de acuerdo con Su voluntad divina y Su diseño divino para el matrimonio entre un hombre y una mujer".
"Quien sufre de atracción hacia el mismo sexo pero controla este deseo ha de ser elogiado por su esfuerzo y queda sujeto a las mismas tentaciones que los individuos heterosexuales, de pensamientos, vista o atracción. Para alguien que lucha con la homosexualidad, es esencial buscar el verdadero arrepentimiento. Lo mismo ocurre con alguien heterosexual que cae en el pecado de adulterio. Ambos individuos requieren apoyo espiritual y emocional, que resulta efectivo para abordar estas tendencias", explica el documento del sínodo copto.
"Si alguien elige abrazar su tendencia homosexual y se niega a buscar ayuda espiritual y emocional, pero continúa quebrantando los mandamientos de Dios, en ese caso, su situación se vuelve igual a la de alguien que vive en adulterio. En tales casos, se les debe advertir y aconsejar que se abstengan de la comunión, buscando el arrepentimiento", añade el texto.
"La Iglesia cree que la Santa Biblia, en sus dos Testamentos, es la palabra de verdad, válida para todas las edades, y prohíbe las prácticas sexuales entre personas del mismo sexo", añade el documento, citando Romanos 1, 26:28, 1 Corintios 6:9-10, Levítico 18:22 y Levítico 20:13.
"La Iglesia Ortodoxa copta se opone con firmeza a cualquier forma de actividad sexual fuera del límite del matrimonio, porque la considera una distorsión sexual. Rechaza firmemente la noción de que se puedan utilizar diferentes contextos culturales para justificar las relaciones entre personas del mismo sexo con el pretexto de la libertad humana, ya que cree que esto es perjudicial para la humanidad. Si bien la Iglesia cree en los derechos humanos y las libertades, también enfatiza que estas libertades no son absolutas y no deben usarse para violar las leyes del Creador", explica el texto.
"La Iglesia afirma su compromiso de cumplir con su función pastoral de ayudar a las personas que tienen tendencias homosexuales. También enfatiza que no los rechaza, sino que brinda apoyo y asistencia para ayudarlos a lograr una solución emocional y espiritual. La Iglesia pone su confianza en nuestro Señor Jesucristo, Quien es poderoso para hacer abundantemente todo lo que pedimos".
Obispos coptos reunidos con el Papa copto Tawadros II en su sínodo de marzo de 2024.
Otros temas: Tigray, matrimonios consanguíneos, salud mental
En este Sínodo no solo se ha hablado de homosexualidad, sino de otros muchos temas. Por ejemplo, se ha rezado "por la unidad de la hermana Iglesia Ortodoxa en Etiopía". A raíz de la guerra de Tigray, los obispos de esta región del norte de Etiopía han declarado su propia autocefalia como Iglesia Ortodoxa de Tigray, con sede en Axum y unos 7 millones de fieles, acusando a la Iglesia etíope de ser demasiado complaciente con el Gobierno de Addis Abeba y su guerra contra Tigray.
El Sínodo también pide que se hable de salud mental en los cursos prematrimoniales, que se eduque a los fieles contra los matrimonios entre parientes detallando sus riesgos de salud, que se creen comités de reconciliación familiar con un sacerdote, un abogado, un psiquiatra y una representante femenina, que antes de un compromiso matrimonial se pida un test de drogas a los novios, que los matrimonios se celebren con la liturgia clásica con coronas (como es común en iglesias orientales) y que un sacerdote en cada diócesis cuide a los profesores de religión de las escuelas, los forme y los reúna.