Ola de sacerdotes secuestrados en Nigeria: la policía libera a un misionero italiano recién raptado
Unos criminales armados secuestraron este domingo en el sur de Nigeria al sacerdote italiano Luigi Brena, de 64 años, miembro de los misioneros somascos.
Sin embargo, una rápida operación policial intervino y siguió a los secuestradores hasta su campamento en el bosque. Según la policía, los criminales, al reparar en los agentes, abrieron fuego y los agentes respondieron matando a 3 secuestradores. El resto huyó por el bosque, algunos heridos, abandonando al sacerdote secuestrado.
Luigi Brena había sido secuestrado cuando recorría la carretera de Ogunwenyi hacia la comunidad de Usen, en el estado nigeriano de Edo, al sur del país. El tiroteo y la liberación tuvieron lugar el domingo a las 17.45, hora local. El sacerdote fue trasladado de inmediato al Hospital Universitario Igbinedion, en Okada, para recibir tratamiento médico.
Luigi Brena, sacerdote somasco italiano, de 64 años, liberado de un breve secuestro
Los religiosos somascos nacieron en el s.XVI, en Italia, en el mismo contexto que los teatinos o los jesuitas, como una compañía de religiosos y sacerdotes, en su caso impulsados por el veneciano San Jerónimo Emiliani. Al principio se especializaron mucho en atender huérfanos, pero luego ampliaron su actividad a otros trabajos con necesitados. En 2018 contaban con un unos 530 religiosos, de los que 440 eran sacerdotes. Cuentan con escuelas y obra social en España, México y varios países hispanos.
Ola de secuestros de religiosos en Nigeria
Se está produciendo una oleada de secuestros contra sacerdotes católicos en Nigeria, pero también contra ciudadanos comunes, como una actividad lucrativa criminal. Cualquier persona a cuya familia crean que se pueda extorsionar -estudiantes, empresarios, religiosos- puede ser secuestrada en el sur de Nigeria.
El sábado 2 de julio fueron secuestrados dos sacerdotes nigerianos: el P. Peter Udo, de la parroquia de San Patricio de Uromi, y el P. Philemon Oboh, del Centro de Retiro San José, de Ugboha, en el área de gobierno local de Esan, en el estado de Edo. Les asaltaron en la carretera bloqueando su coche y lanzando disparos al aire y se los llevaron. La policía asegura que sus agentes llevan a cabo en la zona "una persecución agresiva y bien coordinada”.
Padres Udo y Oboh, secuestrados en la carretera por un grupo armado que les detuvo.
Días antes, también en Edo, el padre Christopher Odia Ogedegbe fue asesinado en un intento de secuestro el domingo 26 de junio, cuando se dirigía a celebrar la misa en Auchi.
Otro sacerdote católico, el padre Vitus Borogo, fue asesinado el 25 de junio en su granja de Kaduna, en el noroeste de Nigeria. En su funeral, 700 sacerdotes protestaron pacíficamente exigiendo mayor seguridad para ellos y para todos los ciudadanos nigerianos.
El lunes 4 de julio, por la mañana, fue secuestrado en Zambina, en el estado nororiental de Kaduna, el sacerdote Emmanuel Silas, de la parroquia de San Carlos en Kauru.
Estos ataques por parte de delincuentes comunes coinciden con otros ataques por parte de saqueadores hausa o peúl en el norte del país (la zona musulmana del país) o por ataques directamente reivindicados por grupos yihadistas en el norte.