El único obispo mongol: tradujo la Biblia, preso de Mao, con fama de «santo»... murió en 2020
La reducida Iglesia de Mongolia, apenas 1500 bautizados, tiene un vínculo muy fuerte con la diócesis china de Ningxia, donde vivió hasta hace tres años el único obispo mongol (clandestino) de la historia de la Iglesia Católica. Con motivo del viaje del Papa, el portal Asianews ha recordado su historia.
Monseñor Tegusbilig, también conocido por el nombre de Ma Zhongmu, fue encarcelado durante 11 años por negarse a unirse a la Asociación Patriótica (la Iglesia Católica dependiente del Gobierno chino). Tras la Revolución Cultural se encargó de reunir como pastor al disperso rebaño de católicos, uno a uno. Tradujo la Biblia y el Misal Romano.
Fidelidad al Evangelio
El único obispo de etnia mongola que ha tenido la Iglesia hasta ahora fue un prelado clandestino que murió hace apenas tres años y que, en Ningxia, China, en la convulsa historia del siglo XX, fue un extraordinario testigo de fidelidad al Evangelio y un gran promotor del encuentro entre la fe y la cultura mongolas.
Su nombre mongol era Agtaqin Tegusbilig, pero también se le conoce por su nombre chino, Ma Zhongmu. Nació el 1 de noviembre de 1919 en la ciudad de Borobalgasu (Chengchuan), al sur de Ordos, en Mongolia Interior. En su misión, los misioneros Scheut habían logrado el pequeño milagro de tener juntos a creyentes mongoles y chinos Han.
Fue encarcelado durante 11 años por negarse a unirse a la Asociación Patriótica china.
Bautizado con el nombre cristiano de Joseph, hasta los doce años Tegusbilig ayudó a su familia a pastorear el ganado, parte del cual pertenecía a la misión católica. En 1935, ingresó en el seminario menor de San Sheng Gong y luego pasó a los seminarios mayores de Hohhot y Datong (en Shanxi) para terminar sus estudios teológicos.
Fue ordenado sacerdote el 31 de julio de 1947 por el obispo belga Charles van Melckebeke, entonces obispo de Ningxia, que más tarde sería expulsado como todos los misioneros extranjeros en 1952. Joseph Tegusbilig asistía a la universidad católica Fu Ren (entonces en Beijing).
Pero, la campaña de "supresión de los elementos contrarrevolucionarios" lanzada en toda China le convenció para que regresara a la provincia de Ningxia, sin terminar sus estudios. Durante unos años ejerció allí su ministerio hasta que, por negarse a unirse a la Asociación Patriótica, fue condenado a trabajos forzados en 1958 como "líder de la camarilla contrarrevolucionaria".
Como el Buen Pastor
Cumplió ocho años de cárcel, a los que se añadieron otros tres tras pronunciar una "homilía" ante el director de la prisión. Fue liberado el 20 de abril de 1969 y regresó a su ciudad natal: trabajó como obrero en un programa de irrigación agrícola. Hasta 1979 no pudo reanudar su ministerio sacerdotal, momento en el que salió literalmente a buscar a todos los católicos de la región de Ordos para devolverlos a la Iglesia.
Su ministerio pastoral se dirigía tanto a los católicos han como a los católicos mongoles de la zona. El obispo Ma conocía las preocupaciones de la gente y los buscaba uno a uno, familia por familia. No tenía caballos ni otros vehículos, iba a pie; a veces tenía que caminar todo el día para encontrarse con un anciano católico en una zona remota.
La visita del obispo les reconfortaba, les animaba diciéndoles: 'No se preocupen, Dios no nos olvida, somos libres'. Era la viva imagen del Buen Pastor del Evangelio y los fieles católicos le llamaban "santo". El 8 de noviembre de 1983 fue consagrado secretamente obispo de la diócesis de Ningxia, sin que las autoridades lo reconocieran.
No sólo se preocupó por la vida espiritual de los fieles, sino que también trabajó para mejorar sus condiciones de vida. Experimentó con todo tipo de cultivos en la granja de la iglesia y luego enseñó a los demás cómo plantar, qué plantas crecen con facilidad y son más valiosas. Se hizo cargo de algunos huérfanos y ofreció apoyo a unos cincuenta estudiantes hasta que completaron su educación básica.
Construyó una nueva iglesia en la zona de Chagantologai en 1987, que hasta 2014 siguió siendo la única iglesia mongola, un signo de esperanza para los católicos de este pueblo. Otra de sus actividades más importantes fue la traducción de textos religiosos al mongol. Además de los himnos litúrgicos, a los que también puso música, se dedicó a traducir las lecturas de la misa diaria, la Biblia, el Misal Romano, pero también la historia de las apariciones marianas en todo el mundo.
Puedes ver aquí un vídeo sobre un sacerdote católico clandestino.
Se retiró de su ministerio como obispo en 2005, continuando como sacerdote entre su pueblo hasta que un derrame cerebral le obligó a guardar cama en 2016. Murió el 25 de marzo de 2020, a la edad de 101 años.