Paciencia y resignación: el Papa explica la diferencia entre ambas y por qué sólo una es cristiana
Este lunes el Papa Francisco ha presidido la misa en la Casa Santa Marta y en su homilía quiso hacer una distinción entre la paciencia y la resignación que lleva a la derrota.
Para ello, inició la explicación desde la cita de Santiago de las lecturas del día que aseguraba que “vuestra fe, puesta a prueba, produce paciencia”. Y el Papa quiso explicar que la paciencia cristiana es la virtud del que está en camino, no de quien está parado y cerrado.
De este modo, el Pontífice afirmó que “cuando se está en camino se entienden muchas cosas que no siempre son buenas. A mí me dice mucho sobre la paciencia como virtud en camino la actitud de los padres cuando tienen un hijo enfermo o con discapacidad, que nace así, ‘pero gracias a Dios está vivo’”.
Qué significa la paciencia
Del mismo modo, Francisco destacó, tal y como recoge Aciprensa, que los padres que se encuentran en esa situación “son pacientes y le dan toda la vida a aquel hijo con amor y hasta el final. Y no es fácil llevar adelante durante años y años a un hijo con discapacidad, a un hijo enfermo… Pero la alegría de tener ese hijo les da la fuerza necesaria para seguir adelante. Eso es paciencia, no resignación. Es decir, es la virtud que llega cuando uno está en camino”.
En otra parte de su reflexión, el Papa se detuvo en la etimología de la palabra “paciencia”. En este sentido, subrayó que la paciencia significa “llevar sobre uno mismo”, “y no confiar en que sea otro el que cargue con el problema, el que cargue con la dificultad: ‘La llevo yo, esta es mi dificultad, es mi problema. ¿Me hace sufrir? ¡Por supuesto! Pero la llevo yo’. Llevar sobre uno mismo”.
El acompañamiento de Dios
Por otro lado, “la paciencia también es la sabiduría de saber dialogar con el límite. Hay tantos límites en la vida, pero la impaciencia no los quiere, los ignora porque no sabe dialogar con los límites. Tiene alguna fantasía de omnipotencia o de pereza, no lo sabemos… Pero no sabe”.
La paciencia a la que se refiere el Apóstol Santiago “no es un consejo para los cristianos”, precisó Francisco. Es la paciencia de Dios, del Padre “que nos acompaña y espera nuestros tiempos”.
“Aquí pienso en nuestros hermanos perseguidos en Oriente Medio, expulsados por ser cristianos… Tienen paciencia como el Señor tiene paciencia”. Para acabar, el Papa propuso esta oración: “Señor, da a tu pueblo paciencia para superar las pruebas”.
Para ello, inició la explicación desde la cita de Santiago de las lecturas del día que aseguraba que “vuestra fe, puesta a prueba, produce paciencia”. Y el Papa quiso explicar que la paciencia cristiana es la virtud del que está en camino, no de quien está parado y cerrado.
De este modo, el Pontífice afirmó que “cuando se está en camino se entienden muchas cosas que no siempre son buenas. A mí me dice mucho sobre la paciencia como virtud en camino la actitud de los padres cuando tienen un hijo enfermo o con discapacidad, que nace así, ‘pero gracias a Dios está vivo’”.
Qué significa la paciencia
Del mismo modo, Francisco destacó, tal y como recoge Aciprensa, que los padres que se encuentran en esa situación “son pacientes y le dan toda la vida a aquel hijo con amor y hasta el final. Y no es fácil llevar adelante durante años y años a un hijo con discapacidad, a un hijo enfermo… Pero la alegría de tener ese hijo les da la fuerza necesaria para seguir adelante. Eso es paciencia, no resignación. Es decir, es la virtud que llega cuando uno está en camino”.
En otra parte de su reflexión, el Papa se detuvo en la etimología de la palabra “paciencia”. En este sentido, subrayó que la paciencia significa “llevar sobre uno mismo”, “y no confiar en que sea otro el que cargue con el problema, el que cargue con la dificultad: ‘La llevo yo, esta es mi dificultad, es mi problema. ¿Me hace sufrir? ¡Por supuesto! Pero la llevo yo’. Llevar sobre uno mismo”.
El acompañamiento de Dios
Por otro lado, “la paciencia también es la sabiduría de saber dialogar con el límite. Hay tantos límites en la vida, pero la impaciencia no los quiere, los ignora porque no sabe dialogar con los límites. Tiene alguna fantasía de omnipotencia o de pereza, no lo sabemos… Pero no sabe”.
La paciencia a la que se refiere el Apóstol Santiago “no es un consejo para los cristianos”, precisó Francisco. Es la paciencia de Dios, del Padre “que nos acompaña y espera nuestros tiempos”.
“Aquí pienso en nuestros hermanos perseguidos en Oriente Medio, expulsados por ser cristianos… Tienen paciencia como el Señor tiene paciencia”. Para acabar, el Papa propuso esta oración: “Señor, da a tu pueblo paciencia para superar las pruebas”.
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