«Una persona sin raíces, que ha olvidado sus propias raíces, está enferma», afirma el Papa Francisco
El Papa Francisco celebró este jueves misa en la Casa Santa Marta y durante su homilía se centró en la primera lectura que hablaba del exilio del pueblo de Israel en Babilonia, por lo que invitó a los presentes a encontrar sus raíces puesto que de otro modo es una persona enferma que se puede auto exiliar.
Francisco pensó también en la “nostalgia de los inmigrantes”, aquellos que “están alejados de su patria y quieren volver”, tal y como recoge Aciprensa.
"Sin raíces no se puede vivir"
De este modo, el Papa comentó esta lectura en la que Nehemías quería regresar junto a su pueblo a Jerusalén, pero se trataba de “un viaje difícil” ya que “tenía que convencer a mucha gente”. “Era un viaje para reencontrar las raíces del pueblo”.
Tras tantos años de esclavitud, las raíces –agregó el Papa- “se habían debilitado” pero no habían desaparecido. “Sin raíces no se puede vivir: un pueblo sin raíces o que las deja perder es un pueblo enfermo”, dijo.
“Una persona sin raíces, que ha olvidado sus propias raíces, está enferma. Reencontrar, redescubrir las propias raíces y tomar la fuerza de ir adelante, la fuerza de dar fruto”, agregó el Pontífice
"El exilio psicológico"
Sin embargo, no es un camino fácil porque hay “resistencias”: “son las de aquellos que prefieren el exilio psicológico: el auto exilio de la comunidad, de la sociedad, aquellos que prefieren ser un pueblo desarraigado, sin raíces. Debemos pensar en esta enfermedad del auto exilio psicológico: hay mucho mal. Nos quita las raíces, elimina la pertenencia”.
“El hombre y la mujer que encuentran las propias raíces, que son fieles a la propia pertenencia, son un hombre y mujer de alegría, y esta alegría es su fuerza”. Francisco terminó advirtiendo de que quien tiene “miedo de llorar” también tendrá “miedo de reír” y animó a pedir la gracia de ponerse en camino para encontrar las propias raíces.
Francisco pensó también en la “nostalgia de los inmigrantes”, aquellos que “están alejados de su patria y quieren volver”, tal y como recoge Aciprensa.
"Sin raíces no se puede vivir"
De este modo, el Papa comentó esta lectura en la que Nehemías quería regresar junto a su pueblo a Jerusalén, pero se trataba de “un viaje difícil” ya que “tenía que convencer a mucha gente”. “Era un viaje para reencontrar las raíces del pueblo”.
Tras tantos años de esclavitud, las raíces –agregó el Papa- “se habían debilitado” pero no habían desaparecido. “Sin raíces no se puede vivir: un pueblo sin raíces o que las deja perder es un pueblo enfermo”, dijo.
“Una persona sin raíces, que ha olvidado sus propias raíces, está enferma. Reencontrar, redescubrir las propias raíces y tomar la fuerza de ir adelante, la fuerza de dar fruto”, agregó el Pontífice
"El exilio psicológico"
Sin embargo, no es un camino fácil porque hay “resistencias”: “son las de aquellos que prefieren el exilio psicológico: el auto exilio de la comunidad, de la sociedad, aquellos que prefieren ser un pueblo desarraigado, sin raíces. Debemos pensar en esta enfermedad del auto exilio psicológico: hay mucho mal. Nos quita las raíces, elimina la pertenencia”.
“El hombre y la mujer que encuentran las propias raíces, que son fieles a la propia pertenencia, son un hombre y mujer de alegría, y esta alegría es su fuerza”. Francisco terminó advirtiendo de que quien tiene “miedo de llorar” también tendrá “miedo de reír” y animó a pedir la gracia de ponerse en camino para encontrar las propias raíces.
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