«Quien no toma en serio el martirio de la vida cotidiana no entiende el camino que Jesús enseñó»
El Papa Francisco, en la homilía de la misa matinal en Santa Marta de este lunes 11 de mayo, señaló que hoy, como en tiempos de los Apóstoles, hay personas que creen que matando a los seguidores de Cristo sirven a Dios.
Jesús, en el Evangelio del día, anuncia a sus discípulos el Espíritu Santo: "Tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no sois capaces de entenderlas. Cuando venga el Paráclito, el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda la verdad ".
El Señor "habla del futuro, de la cruz que nos espera y nos habla del Espíritu, que nos prepara para dar testimonio cristiano", explicó Francisco. Así habla "el escándalo de la persecución", el "escándalo de la cruz."
"La vida de la Iglesia – dijo el Papa - es un viaje guiado por el Espíritu", que nos recuerda las palabras de Jesús y "nos enseña cosas que incluso Jesús no podía decir".
La Cruz es piedra de tropiezo para los judíos, que pedían prodigios, y de locura para "los griegos, es decir, los paganos" que "pedían sabiduría, nuevas ideas." En cambio los cristianos predican a Cristo crucificado.
Por lo tanto, Jesús prepara a los discípulos: "Os expulsarán de las sinagogas, dice Jesús; viene la hora cuando cualquiera que os mate pensará que rinde culto a Dios".
"Hoy somos testigos de esos cristianos a los que matan en nombre de Dios, porque son infieles, según ellos. Esta es la cruz de Cristo: "Ellos harán esto porque no conocen al Padre ni a mí ´.
"Eso me pasó a mí - dice Jesús – y os va a pasar a vosotros: persecuciones, tribulaciones”.
El Papa señaló que en las persecuciones el Espíritu Santo se manifiesta en la fidelidad. Puso el ejemplo de los cristianos coptos asesinados en la playa de Libia. Se refirió también a la conversación telefónica que mantuvo el domingo con el patriarca copto Tawadros (Teodoro) "porque era el día de la amistad copta católica".
"Recordé a sus fieles, que han sido sacrificados en la playa porque son cristianos. Estos fieles, por la fuerza que ha dado el Espíritu Santo, no se arredraron. Murieron con el nombre de Jesús en los labios. Es el poder del Espíritu, del testimonio, el testimonio supremo del martirio”.
"Pero también está el testimonio de todos los días - continuó - el testimonio para que esté la fecundidad de la Pascua", que "nos da el Espíritu Santo, que nos guía a la verdad completa, toda la verdad”.
"Un cristiano que no toma en serio esta dimensión de martirio de la vida diaria aún no ha entendido el camino que Jesús nos enseñó: ´martirio´ es el camino de cada día; ´mártir´ en la defensa de los derechos de las personas; ´mártir´ de defender a los niños, papá, mamá, en defensa de su familia; "martirio" de muchos, muchos enfermos que sufren por amor de Jesús. Todos tenemos la oportunidad de llevar a cabo esta fecundidad pascual de este camino martirial”.
El Papa concluyó con esta oración: "Le pedimos al Señor la gracia de recibir el Espíritu Santo que nos hará recordar las cosas de Jesús, que nos guiará a toda la verdad y nos preparará cada día para ser testigos, dar este pequeño martirio de cada día o un gran martirio, de acuerdo a la voluntad del Señor".
Jesús, en el Evangelio del día, anuncia a sus discípulos el Espíritu Santo: "Tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no sois capaces de entenderlas. Cuando venga el Paráclito, el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda la verdad ".
El Señor "habla del futuro, de la cruz que nos espera y nos habla del Espíritu, que nos prepara para dar testimonio cristiano", explicó Francisco. Así habla "el escándalo de la persecución", el "escándalo de la cruz."
"La vida de la Iglesia – dijo el Papa - es un viaje guiado por el Espíritu", que nos recuerda las palabras de Jesús y "nos enseña cosas que incluso Jesús no podía decir".
La Cruz es piedra de tropiezo para los judíos, que pedían prodigios, y de locura para "los griegos, es decir, los paganos" que "pedían sabiduría, nuevas ideas." En cambio los cristianos predican a Cristo crucificado.
Por lo tanto, Jesús prepara a los discípulos: "Os expulsarán de las sinagogas, dice Jesús; viene la hora cuando cualquiera que os mate pensará que rinde culto a Dios".
"Hoy somos testigos de esos cristianos a los que matan en nombre de Dios, porque son infieles, según ellos. Esta es la cruz de Cristo: "Ellos harán esto porque no conocen al Padre ni a mí ´.
"Eso me pasó a mí - dice Jesús – y os va a pasar a vosotros: persecuciones, tribulaciones”.
El Papa señaló que en las persecuciones el Espíritu Santo se manifiesta en la fidelidad. Puso el ejemplo de los cristianos coptos asesinados en la playa de Libia. Se refirió también a la conversación telefónica que mantuvo el domingo con el patriarca copto Tawadros (Teodoro) "porque era el día de la amistad copta católica".
"Recordé a sus fieles, que han sido sacrificados en la playa porque son cristianos. Estos fieles, por la fuerza que ha dado el Espíritu Santo, no se arredraron. Murieron con el nombre de Jesús en los labios. Es el poder del Espíritu, del testimonio, el testimonio supremo del martirio”.
"Pero también está el testimonio de todos los días - continuó - el testimonio para que esté la fecundidad de la Pascua", que "nos da el Espíritu Santo, que nos guía a la verdad completa, toda la verdad”.
"Un cristiano que no toma en serio esta dimensión de martirio de la vida diaria aún no ha entendido el camino que Jesús nos enseñó: ´martirio´ es el camino de cada día; ´mártir´ en la defensa de los derechos de las personas; ´mártir´ de defender a los niños, papá, mamá, en defensa de su familia; "martirio" de muchos, muchos enfermos que sufren por amor de Jesús. Todos tenemos la oportunidad de llevar a cabo esta fecundidad pascual de este camino martirial”.
El Papa concluyó con esta oración: "Le pedimos al Señor la gracia de recibir el Espíritu Santo que nos hará recordar las cosas de Jesús, que nos guiará a toda la verdad y nos preparará cada día para ser testigos, dar este pequeño martirio de cada día o un gran martirio, de acuerdo a la voluntad del Señor".
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