La OCDE avisa en un informe que la feminización del profesorado tiene efectos negativos en los niños
El sexo también importa en la educación. Esto es lo que queda muy claro en un informe de la OCDE, que alerta que la falta de profesorado masculino en los colegios, sobre todo en Primaria, perjudica a los niños. Al faltar un referente, existe menos motivación e implicación por lo que los resultados académicos son peores. En este reportaje, La Vanguardia explica el informe de este organismo:
Muchas vueltas, y con razón, se están dando a la escasa presencia femenina en las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, en inglés), pero pocas veces la situación se analiza desde el otro lado, desde las profesiones donde los hombres están ausentes. El informe de la OCDE presentado la semana pasada aborda en este sentido la escasa presencia masculina en los ámbitos de la salud y, sobre todo, en el de la educación. Y apunta especialmente cómo puede impactar negativamente en los niños la falta de referencias masculinas entre el profesorado.
Baja motivación y falta de implicación
“La feminización de esta profesión –señala la OCDE– puede ser unos de los factores que explican la baja motivación y la falta de implicación de los chicos en la escuela”. En esta línea de análisis el informe indica que algunas profesoras pueden estar utilizando métodos poco adecuados para ellos, alentando los comportamientos de las niñas para alcanzar metas y, en cambio, sancionando las actitudes normalmente más asociadas a los niños.
En todos los países de la OCDE, explica el estudio, hay “una relación positiva entre el porcentaje de profesores hombres con el porcentaje de chicos que aprueban la educación secundaria”. Se infiere así que la presencia de profesores (en masculino) puede dar a los niños un entorno educativo más positivo y la creación de modelos que les pueden ayudar. Cabe recordar que el fracaso escolar es mayor entre ellos.
Muchos de los maestros se están jubilando
Pese a estas reflexiones, los datos que aporta el informe que estudia la situación de los 35 países no son halagüeños de cara al futuro. Muchos de los hombres que enseñan en la educación primaria y secundaria están alcanzando edades cercanas a la jubilación por lo que pronto dejarán de trabajar. Y el resultado será que aún habrá un porcentaje mayor de mujeres profesoras, una “feminización” aún más subrayada de la profesión. En 25 de los 39 países de la OCDE, el número de hombres de 29 años o más jóvenes en la enseñanza secundaria es menor al comprendido entre los 50 y 59 años.
Si se analizan las proyecciones a futuro en función de los estudios universitarios, el desequilibrio de sexos es de menos de un graduado hombre por cada cuatro mujeres. La brecha se empieza a producir antes de los 15 años, cuando al empezar a deshojar sus caminos profesionales de futuro los niños apenas se inclinan por la enseñanza.
También en el ámbito de la salud
En cuanto al ámbito de la salud y los servicios sociales, la OCDE indica que la escasa presencia masculina debe corregirse sobre todo mirando hacia los años venideros. Es un área cuya demanda de empleo va a crecer debido al envejecimiento de la población, en contraste con las profesiones vinculadas a la industria y a la construcción, normalmente con muchos más empleados hombres.
Con las expectativas de demanda de las profesiones vinculadas al sector de la salud, la OCDE considera que si ellos no empiezan a interesarse por estas áreas, pronto habrá una demanda no satisfecha de trabajadores. Aunque es un campo con muchas especialidades diferentes, el análisis general indica que sólo uno de cada cuatro estudiantes de estos grados es hombre.
Muchas vueltas, y con razón, se están dando a la escasa presencia femenina en las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, en inglés), pero pocas veces la situación se analiza desde el otro lado, desde las profesiones donde los hombres están ausentes. El informe de la OCDE presentado la semana pasada aborda en este sentido la escasa presencia masculina en los ámbitos de la salud y, sobre todo, en el de la educación. Y apunta especialmente cómo puede impactar negativamente en los niños la falta de referencias masculinas entre el profesorado.
Baja motivación y falta de implicación
“La feminización de esta profesión –señala la OCDE– puede ser unos de los factores que explican la baja motivación y la falta de implicación de los chicos en la escuela”. En esta línea de análisis el informe indica que algunas profesoras pueden estar utilizando métodos poco adecuados para ellos, alentando los comportamientos de las niñas para alcanzar metas y, en cambio, sancionando las actitudes normalmente más asociadas a los niños.
En todos los países de la OCDE, explica el estudio, hay “una relación positiva entre el porcentaje de profesores hombres con el porcentaje de chicos que aprueban la educación secundaria”. Se infiere así que la presencia de profesores (en masculino) puede dar a los niños un entorno educativo más positivo y la creación de modelos que les pueden ayudar. Cabe recordar que el fracaso escolar es mayor entre ellos.
Muchos de los maestros se están jubilando
Pese a estas reflexiones, los datos que aporta el informe que estudia la situación de los 35 países no son halagüeños de cara al futuro. Muchos de los hombres que enseñan en la educación primaria y secundaria están alcanzando edades cercanas a la jubilación por lo que pronto dejarán de trabajar. Y el resultado será que aún habrá un porcentaje mayor de mujeres profesoras, una “feminización” aún más subrayada de la profesión. En 25 de los 39 países de la OCDE, el número de hombres de 29 años o más jóvenes en la enseñanza secundaria es menor al comprendido entre los 50 y 59 años.
Si se analizan las proyecciones a futuro en función de los estudios universitarios, el desequilibrio de sexos es de menos de un graduado hombre por cada cuatro mujeres. La brecha se empieza a producir antes de los 15 años, cuando al empezar a deshojar sus caminos profesionales de futuro los niños apenas se inclinan por la enseñanza.
También en el ámbito de la salud
En cuanto al ámbito de la salud y los servicios sociales, la OCDE indica que la escasa presencia masculina debe corregirse sobre todo mirando hacia los años venideros. Es un área cuya demanda de empleo va a crecer debido al envejecimiento de la población, en contraste con las profesiones vinculadas a la industria y a la construcción, normalmente con muchos más empleados hombres.
Con las expectativas de demanda de las profesiones vinculadas al sector de la salud, la OCDE considera que si ellos no empiezan a interesarse por estas áreas, pronto habrá una demanda no satisfecha de trabajadores. Aunque es un campo con muchas especialidades diferentes, el análisis general indica que sólo uno de cada cuatro estudiantes de estos grados es hombre.
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