Desde 1950, los luteranos alemanes han perdido 20 millones de fieles; los católicos se mantienen
El cambio religioso en Alemania es grande si se compara con 1950. En ese año había 42,2 millones de protestantes en la iglesia luterana del país. Hoy, según datos recién publicados, son 21,5 millones. Habrían perdido 20,7 millones de fieles desde entonces.
Tener clero casado, mujeres obispesas y pastoras, permitir el divorcio y la anticoncepción y poner en duda muchas enseñanzas tradicionales cristianas no ha mantenido a los luteranos en las iglesias.
En cambio, la Iglesia católica alemana no es especialmente vibrante, pero los católicos en 1950 eran 23,2 millones y hoy son 23,3 millones, así que se han mantenido en números absolutos.
Un culto luterano alemán oficiado por pastoras; algunas iglesias luteranas de Alemania hace más de 50 años que las tienen, aunque no ha ayudado a retener fieles
En 2009, por primera vez desde que hay registros, se contabilizaron en Alemania más católicos que protestantes. Desde entonces, ambas iglesias han visto descender el número de fieles con rapidez, pero a la iglesia luterana le va peor.
Contar feligreses para los impuestos
En realidad, contar católicos y protestantes en Alemania es una actividad peculiar que no se parece a ningún otro país. Es el censo y el estado quien cuenta a cada uno para hacerle pagar el insólito impuesto religioso alemán.
Cuando alguien se inscribe en el censo se le pregunta su religión: católico, protestante o ninguna/otra. Si dice que es católico o protestante pagará un dinero extra que se le deduce del sueldo y se entregará a la Iglesia Católica alemana o a la evangélica (una plataforma que suma distintas iglesias luteranas regionales).
Como explica Deutsche Welle, el tributo se toma directamente del salario y el fisco lo transfiere a la iglesia correspondiente. Paga cada uno entre un ocho y un nueve por ciento del impuesto a las rentas, dependiendo del estado federado en el que se viva. Ambas iglesias, católica y luterana, se financian en más de un 75 por ciento a través de los impuestos de sus feligreses: eso es mucho dinero y permite a ambas iglesias tener mucho personal asalariado para tareas que en otros países realizan voluntarios o consagrados.
Los que se dan de baja... aunque aún crean
Cada año hay miles de personas que deciden "darse de baja" (declararse no religioso) para dejar de pagar ese dinero. Muchos de esos siguen creyendo en Dios, e incluso rezando. Algunos van a pequeñas iglesias pentecostales u ortodoxas. Otros son inmigrantes que no quieren pagar ese impuesto. La mayoría es gente solo nominalmente cristiana, que nunca se acerca a la iglesia, y decide que no quiere seguir pagando.
Otra forma de perder fieles, más seria, es morir de viejo: las iglesias pierden feligreses por simple y contundente envejecimiento, sin jóvenes que los sustituyan. En la pérdida de fieles, la Iglesia luterana pierde más y más rápido que la católica.
Procesión de católicos en Baviera
La bajada del último año
La iglesia evangélica luterana (protestante) tenía registrados en 2017 a 21,5 millones de miembros, unos 390.000 o un 1,8 por ciento menos que un año antes. La cifra de católicos, en cambio, bajó en 270.000, quedándose en 23,3 millones, informó la Conferencia Episcopal Alemana.
Cerca de 200.000 personas se "dieron de baja" en 2017 de la iglesia luterana y en el caso de la católica fueron unas 167.000.
Así hay (oficialmente) casi dos millones más de católicos que de protestantes, mientras que hace una década los católicos eran menos que los protestantes. El sorpasso se dio en 2009: ese año los protestantes eran 24,2 millones y los católicos eran 24,9.
Hoy es solo un 54% de la población alemana la que declara pertenecer a estas dos iglesias, mientras que en 2005 eran un 62 por ciento.
Pero ambas iglesias declaran que las cifras de bautismos y de ingresos en la fe se mantienen estables.
Población envejecida, feligreses que se mueren
Las iglesias atribuyen la disminución de feligreses en primer lugar a la pirámide demográfica. El año pasado murieron 350.000 protestantes. En opinión del experto eclesiástico Andreas Püttmann, esta explicación se queda corta. Según dijo a dpa, el retroceso se debe más a los cambios que atraviesa la sociedad como la creciente tendencia al individualismo, la prosperidad, la vida urbana y las actividades de ocio.
Para entender más sobre la Iglesia católica alemana, rica pero poco viva, lea la explicación de un cura español en Alemania.