La gran diferencia religiosa entre España, Francia e Inglaterra: los españoles aún van a la iglesia
Francia e Inglaterra están mucho más descristianizadas que España, no por el porcentaje de personas que se consideran cristianas, sino por el de aquellas que, considerándose cristianas, en la práctica no acuden a la Iglesia.
Los datos del barómetro del CIS en España difundidos el pasado jueves (el CIS difundido en noviembre de 2015, con datos recogidos en octubre) establece que el 71% de los españoles adultos se declaran cristianos católicos, aunque sólo un 24% de los que dicen ser católicos acude de manera regular (cada semana o varias veces al mes) a los oficios religiosos (incluye a un 2,4% dice que acude varias veces por semana).
Puede parecer poco, pero es mucho si se compara con la situación del cristianismo en Inglaterra y Francia.
En Inglaterra y Gales sólo un 57% de los encuestados se autodefine como cristiano de cualquier iglesia o denominación, y de ellos, menos del 10% lee la Biblia con regularidad o va a la iglesia al menos una vez al mes, lo que permitiría clasificarlos como practicantes. Serían unos 2,8 millones de adultos practicantes. Así se recoge en el interesante estudio Talking Jesus, con 4.000 entrevistados (ReL lo analizó con detalle aquí).
En Francia, el 64% de la población francesa (41,6 millones de personas sobre 65 millones de habitantes) se define católica, pero sólo el 4,5% de los católicos (aproximadamente 1,9 millones) es católica practicante, según el estudio IFOP de agosto de 2011 (con datos también sobre el Islam, lo tratábamos aquí).
La tabla comparativa sería así:
ESPAÑA 71% de católicos; 24% de ellos practican
INGLATERRA-GALES 57% de cristianos; 10% de ellos practican
FRANCIA 64% de católicos, 4,5% de ellos practican
La gran diferencia entre España y los otros dos países es que los que se declaran cristianos aún acuden a la iglesia o a servicios religiosos con cierta asiduidad, que más que duplica la de los ingleses y multiplica por cinco la de los franceses.
Una mayor conciencia del domingo como día de precepto y la obligación de ir a misa en el día del Señor, y quizá la influencia de diversas devociones populares (ya que se mide la asistencia a "servicios religiosos") pueden favorecer estas estadísticas en España.
Con todo, a medida que envejece la edad del católico español y disminuye el número de sacerdotes, la tasa de cristianos practicantes tenderá a bajar en los años que viene.
Los datos del barómetro del CIS en España difundidos el pasado jueves (el CIS difundido en noviembre de 2015, con datos recogidos en octubre) establece que el 71% de los españoles adultos se declaran cristianos católicos, aunque sólo un 24% de los que dicen ser católicos acude de manera regular (cada semana o varias veces al mes) a los oficios religiosos (incluye a un 2,4% dice que acude varias veces por semana).
Puede parecer poco, pero es mucho si se compara con la situación del cristianismo en Inglaterra y Francia.
En Inglaterra y Gales sólo un 57% de los encuestados se autodefine como cristiano de cualquier iglesia o denominación, y de ellos, menos del 10% lee la Biblia con regularidad o va a la iglesia al menos una vez al mes, lo que permitiría clasificarlos como practicantes. Serían unos 2,8 millones de adultos practicantes. Así se recoge en el interesante estudio Talking Jesus, con 4.000 entrevistados (ReL lo analizó con detalle aquí).
En Francia, el 64% de la población francesa (41,6 millones de personas sobre 65 millones de habitantes) se define católica, pero sólo el 4,5% de los católicos (aproximadamente 1,9 millones) es católica practicante, según el estudio IFOP de agosto de 2011 (con datos también sobre el Islam, lo tratábamos aquí).
La tabla comparativa sería así:
ESPAÑA 71% de católicos; 24% de ellos practican
INGLATERRA-GALES 57% de cristianos; 10% de ellos practican
FRANCIA 64% de católicos, 4,5% de ellos practican
La gran diferencia entre España y los otros dos países es que los que se declaran cristianos aún acuden a la iglesia o a servicios religiosos con cierta asiduidad, que más que duplica la de los ingleses y multiplica por cinco la de los franceses.
Una mayor conciencia del domingo como día de precepto y la obligación de ir a misa en el día del Señor, y quizá la influencia de diversas devociones populares (ya que se mide la asistencia a "servicios religiosos") pueden favorecer estas estadísticas en España.
Con todo, a medida que envejece la edad del católico español y disminuye el número de sacerdotes, la tasa de cristianos practicantes tenderá a bajar en los años que viene.
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