Mi existencia es un signo de tu amor y de tu voluntad
Te doy gracias, Espíritu Santo, porque tengo una misión que cumplir en este mundo.
Sé que por el solo hecho de existir en esta tierra ya estoy cumpliendo un plan tuyo, un proyecto que no alcanzo a descubrir pero que tú conoces bien.
Mi sola existencia es un signo de tu amor y de tu voluntad.
Pero tú has querido que también las cosas que yo hago cada día tenga un valor profundo, en toda su simplicidad y pequeñez.
Yo no soy capaz de hacerlo todo, pero lo que puedo hacer cada día es lo que tú has querido que yo le regale a esta vida.
Tú, que conoces el por qué y el para qué de cada cosa, ayúdame a verlo, Espíritu Santo.
Enséñame a valorarme, ayúdame a apreciar la misión que tú me has dado en este mundo para que me alegre de estar aquí entregado al servicio de Jesús.
Gracias por las personas que encuentro cada día, por el bien que pueda hacer y por la alegría de compartir.
¡Bendice al Señor, alma mía, y nunca olvides sus beneficios! Amén."
Sé que por el solo hecho de existir en esta tierra ya estoy cumpliendo un plan tuyo, un proyecto que no alcanzo a descubrir pero que tú conoces bien.
Mi sola existencia es un signo de tu amor y de tu voluntad.
Pero tú has querido que también las cosas que yo hago cada día tenga un valor profundo, en toda su simplicidad y pequeñez.
Yo no soy capaz de hacerlo todo, pero lo que puedo hacer cada día es lo que tú has querido que yo le regale a esta vida.
Tú, que conoces el por qué y el para qué de cada cosa, ayúdame a verlo, Espíritu Santo.
Enséñame a valorarme, ayúdame a apreciar la misión que tú me has dado en este mundo para que me alegre de estar aquí entregado al servicio de Jesús.
Gracias por las personas que encuentro cada día, por el bien que pueda hacer y por la alegría de compartir.
¡Bendice al Señor, alma mía, y nunca olvides sus beneficios! Amén."
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