El arzobispo de Toledo desconocía la grabación del vídeo en la catedral, que «lamenta profundamente»

El arzobispo primado, Francisco Cerro, "desconocía absolutamente" el proyecto de grabación de un vídeo del rapero C. Tangana en la catedral de Toledo, "lamenta profundamente" los hechos y "desaprueba las imágenes".

Así lo recoge un comunicado del arzobispado de Toledo que sale al paso de la enorme polémica suscitada por la utilización del templo para un uso no solamente profano, sino considerado inconveniente por las actitudes sensuales de los artistas, y que incluye la presentación de sacerdotes en actitud ridiculizada.

"Pedimos humilde y sinceramente perdón a todos los fieles laicos, consagrados y sacerdotes, que se han sentido justamente heridos por este uso indebido de un lugar sagrado", añade el escrito.

La posición del arzobispado difiere sustancialmente de la expresada por el deán de la catedral, Juan Miguel Ferrer, en cuya opinión "el video utiliza un lenguaje visual provocador” pero que “no afecta a la fe” y es “propio de la cultura de nuestro tiempo".

Algunos miembros del cabildo catedralicio de Toledo manifiestan que tampoco tenían noticia de que el templo iba a ser utilizado para la grabación de un vídeo de estas características.

A continuación reproducimos en su integridad el comunicado de la diócesis primada de España:

Comunicado de prensa de la Archidiócesis de Toledo

El Arzobispado de Toledo desea aclarar algunas cuestiones suscitadas al hilo de la publicación del vídeo musical grabado el pasado mes de septiembre en la Santa Iglesia Catedral Primada:

1. El Sr. Arzobispo desconocía absolutamente la existencia de este proyecto, el contenido del mismo y el resultado final.

2. El Sr. Arzobispo lamenta profundamente estos hechos y desaprueba las imágenes grabadas en el primer templo de la Archidiócesis.

3. Pedimos humilde y sinceramente perdón a todos los fieles laicos, consagrados y sacerdotes, que se han sentido justamente heridos por este uso indebido de un lugar sagrado.

4. Desde este momento, el Arzobispado se compromete a revisar el procedimiento seguido para evitar que vuelva a suceder algo semejante. Para ello, se comienza a elaborar inmediatamente un protocolo para la grabación de imágenes de difusión pública en cualquier templo de la Archidiócesis.