Finaliza el Año Jubilar del obispo mártir de Guadix, Manuel Medina: fue apresado por su alcalde

El 27 de julio de 1936 el alcalde de Guadix con dos cabos, dos carabineros y unos civiles armados irrumpieron en el Palacio episcopal de Guadix, cachearon al obispo Manuel Medina Olmos, le quitaron la birreta, el anillo pastoral, la cruz pectoral y lo subieron con un par de sacerdote en un vagón de transporte de ganado hacia Almería.

Allí, junto con el obispo de Almería, Diego Ventaja, y otros sacerdotes, sufrirían burlas y trabajos forzados en el asfixiante barco de carbón Astoy Mendi, usado como prisión. El 30 de agosto fueron fusilados los dos obispos junto con otros 6 sacerdotes y 10 seglares, y sus cuerpos calcinados con gasolina.

Rafael del Águila, uno de los milicianos que disparó en ese fusilamiento explicó después que el obispo de Almería pidió permiso para hablar. El obispo explicó que "deseaba los perdonara Dios como él los perdonaba y pidió fuese su sangre la última que se derramase" y después preguntó:

- ¿Por qué matas?

- Es la Revolución -respondió Juan del Águila, hermano de Rafael, que había sido alumno de La Salle. Hubo un momento de silencio y después dieron la orden de disparar.

Los hechos de ese 30 de agosto de 1936 se han recordado este 30 de agosto de 2021, al clausurarse en Guadix el Año Jubilar del beato obispo mártir Manuel Medina Olmos, beatificado por Juan Pablo II en 1993, quien estableció esta fecha para su commemoración.

Se cierra la puerta santa en Lanteira

Este 30 de agosto, con el cierre de la puerta santa de la iglesia de Lanteira (el pueblo natal del obispo Medina, en la provincia de Granada) se clausuraba un Año Jubilar que en realidad ha durado dos años, prorrogado a causa de la pandemia. 

El Año Jubilar del beato Manuel Medina Olmos ha tenido dos sedes, donde se han podido ganar las indulgencias: la iglesia parroquial de Lanteira, su pueblo natal, y la catedral de Guadix.

 Cierre del Año Jubilar del mártir y beato obispo Manuel Medina en Lanteira y Guadix

El acto de clausura fue celebrado en la plaza de la iglesia de Lanteira. Como informa Revista Ecclesia, el acto fue presidido por el actual obispo de Guadix, Francisco Jesús Orozco, que dedicó su homilía a destacar las cualidades del martirio en la vida e historia de la Iglesia y del testimonio de fidelidad al Señor que supone.

“El martirio es la auténtica clave de lectura de la vida de la Iglesia, desde su nacimiento hasta hoy mismo” explicó, “pues la Iglesia, en el seguimiento de Cristo, no solo tiene mártires, sino que es una verdadera Iglesia de mártires”.

Refiriéndose a las palabras del Papa Francisco de que “el martirio es un servicio, un misterio y un don de vida”, Orozco se refirió a la unidad de vida que mostró el beato Manuel Medina Olmos, materializada en su lema como obispo, “la fidelidad ceñirá su cintura”.

“Antes de ser un eslogan en su escudo, fue una vida de perfecta coherencia con la fe recibida, una fe recibida en este pueblo de Lanteira”, añadió.

Tras agradecer la colaboración en la organización del año jubilar a feligreses e instituciones, el obispo animó a que la devoción al beato Manuel Medina continuase con la misma intensidad pese a la clausura del jubileo, lo que tuvo lugar minutos más tarde con el cierre de la puerta santa de la iglesia desde su interior.

De familia humilde, intelectual y creativo

Manuel Medina nació en Lanteira (Granada) el 9 de agosto de 1869 en una familia humilde y pronto quedó huérfano de madre. Fue muy buen estudiante. Recibió su ordenación sacerdotal en agosto de 1891. Desde entonces, ejercería de párroco en el Sagrario de Guadix.

Colaboró con el padre Andrés Manjón (Venerable, la Iglesia ha reconocidos sus virtudes heroicas) en las escuelas del Ave María y a partir de 1895 fue subdirector de esta institución. Desde 1896 fue profesor de Metafísica en la Facultad Civil del Colegio del Sacromonte, en la que se licenció en Derecho el 3 de abril de 1898. Fue nombrado rector de este colegio en 1901. Obtuvo la licenciatura en Filosofía y Letras el 26 de septiembre del mismo año en la Universidad de Granada.

Hombre de letras, esos años escribió un ensayo sobre el arzobispo Pedro Vaca Castro y Quiñones (fundador de la abadía del Sacromonte), un libro de teatro infantil, una comedia titulada "La mejor lima social”, una zarzuela titulada “El día de Inocentes” (a la que puso música el maestro Alonso), otras zarzuelas sin musicar (“Los peligros del mentir” y “La primera gracia”) y un tratado sobre la obra jurídica del Padre Suárez, publicado en 1917.

Fue nombrado obispo de Guadix por Pío XI en el 2 de octubre de 1929. El 30 de noviembre del mismo año publicó su primera carta pastoral, y tres días después entraría formalmente en la diócesis.

Era firme en su adhesión a Roma y la doctrina de la Iglesia, plasmada en sus cartas dedicadas a “La nueva Constitución Española” o “El capital y el trabajo”. Manuel Medina centró gran parte de sus esfuerzos pastorales en la cuestión social.  

Joaquín Caler, párroco de Lanteira, encuentra en la concordia uno de los grandes motivos que han llevado al Año Jubilar del Beato Manuel Medina Olmos.