Cañizares: «Don José Gea no rehuyó en su vida las aristas crucificadoras de la vida cristiana»
El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha asegurado hoy que “lo que ha hecho José Gea, lo que ha dicho, lo que ha mostrado es un testimonio de Jesucristo y no nos ha ofrecido una interpretación más de Él ya que no ha sido un ideólogo ni un líder social, político o religioso, ha sido un testigo y un maestro, un pastor conforme al corazón de Dios”, tal y como recoge AVAN.
El Cardenal que ha oficiado la misa exequial por el eterno descanso del obispo emérito de Mondoñedo Ferrol en la Catedral, ha destacado de monseñor Gea que “ha demostrado con su vida, gestos y palabras, con su persona y enseñanza, qué es lo que sucede cuando uno se abre y acepta a Jesucristo que está a la puerta y llama”.
Asimismo, ha afirmado que “podemos resumir la vida, persona y obra de José Gea diciendo que fue un testigo de Jesucristo y por ello, también de su esperanza que manifestaba con su constante alegría y su gran humor”.
“Su gran pasión fue siempre la Iglesia, servidora de los hombres, y siempre admiré en él su gran humor y su amor e inquebrantable fidelidad a la Iglesia en la que está y mora Cristo”, ha añadido.
Según el Cardenal “Don José Gea supo poner dulzura de comprensión en sus palabras pero sin traicionar las exigencias de un mensaje que solo testimoniándolo fielmente se mostrará en toda su realidad y nos hará libres”.
Igualmente, ha asegurado que “no rehuyó en su vida y en su predicación las aristas crucificadoras de la vida cristiana ni cedió a la fácil tentación de eliminar o reducir lo duro del evangelio o de sus enseñanzas de la Iglesia para halagar al oyente”.
Además, ha destacado que “en su predicación y enseñanza, hechas a tiempo y a destiempo, no había dudas, ni acomodaciones, sino certezas, certidumbres de fe, para asentar a la sociedad”.
La misa ha sido concelebrada por una quincena de obispos y arzobispos y un centenar de sacerdotes entre ellos el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro; el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, monseñor José María Gil Tamayo; los obispos de la Provincia Eclesiástica Valentina, monseñores Jesús Murgui, de Alicante, y Casimiro López, de Castellón, los tres obispos auxiliares de Valencia y otros prelados de diferentes diócesis, como monseñor Juan Antonio Reig, obispo de Alcalá de Henares, y los obispos valencianos eméritos de Lleida, Joan Piris; de Zaragoza, Manuel Ureña; y de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil.
El Cardenal que ha oficiado la misa exequial por el eterno descanso del obispo emérito de Mondoñedo Ferrol en la Catedral, ha destacado de monseñor Gea que “ha demostrado con su vida, gestos y palabras, con su persona y enseñanza, qué es lo que sucede cuando uno se abre y acepta a Jesucristo que está a la puerta y llama”.
Asimismo, ha afirmado que “podemos resumir la vida, persona y obra de José Gea diciendo que fue un testigo de Jesucristo y por ello, también de su esperanza que manifestaba con su constante alegría y su gran humor”.
“Su gran pasión fue siempre la Iglesia, servidora de los hombres, y siempre admiré en él su gran humor y su amor e inquebrantable fidelidad a la Iglesia en la que está y mora Cristo”, ha añadido.
Según el Cardenal “Don José Gea supo poner dulzura de comprensión en sus palabras pero sin traicionar las exigencias de un mensaje que solo testimoniándolo fielmente se mostrará en toda su realidad y nos hará libres”.
Igualmente, ha asegurado que “no rehuyó en su vida y en su predicación las aristas crucificadoras de la vida cristiana ni cedió a la fácil tentación de eliminar o reducir lo duro del evangelio o de sus enseñanzas de la Iglesia para halagar al oyente”.
Además, ha destacado que “en su predicación y enseñanza, hechas a tiempo y a destiempo, no había dudas, ni acomodaciones, sino certezas, certidumbres de fe, para asentar a la sociedad”.
La misa ha sido concelebrada por una quincena de obispos y arzobispos y un centenar de sacerdotes entre ellos el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro; el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, monseñor José María Gil Tamayo; los obispos de la Provincia Eclesiástica Valentina, monseñores Jesús Murgui, de Alicante, y Casimiro López, de Castellón, los tres obispos auxiliares de Valencia y otros prelados de diferentes diócesis, como monseñor Juan Antonio Reig, obispo de Alcalá de Henares, y los obispos valencianos eméritos de Lleida, Joan Piris; de Zaragoza, Manuel Ureña; y de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil.
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