España otorga a los mercedarios la Medalla al Mérito Social por casi 800 años de apoyo a los presos
El día 24 de septiembre, fiesta de la Virgen de la Merced, patrona de Barcelona y de las cárceles españolas, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha entregado la Medalla de Oro al Mérito Social a la Orden de la Merced (www.ordenmerced.org) por su compromiso social en su labor pastoral en las cárceles españolas.
El ministro, acompañado de todo su equipo, asistió a una Eucaristía de oración por los presos, una tradición que se había perdido en los últimos años y que deseaba recuperar, según explicó al superior de los mercedarios, Alejandro Fernández Barrajón, expresidente de la Confederación de religiosos españoles (Confer).
La lucha contra nuevas cautividades
Terminada la Eucaristía, la comunidad mercedaria se trasladó al Ministerio de Sanidad, donde recibió de manos del ministro la medalla de oro y el diploma que lo acredita. En medio de una gran cantidad de invitados y periodistas que llenaban el salón de actos, el P. Leoncio López Casillas, secretario provincial de la Merced de Castilla, recibió entre aplausos la medalla de oro.
El ministro destacó en su discurso este compromiso de la Orden de la Merced "con los cautivos de ayer y con las nuevas formas de cautividad de hoy, desde su fundación en Barcelona, hace ahora casi 800 años".
Una eficaz aparición de la Virgen
El 10 de agosto de 1218, san Pedro Nolasco fundó en Barcelona la Orden de la Virgen María de la Merced de la redención de los cautivos, con la participación del rey Jaime I de Aragón y ante el obispo de la ciudad, Berenguer de Palou.
Según un relato del año 1400 la Virgen se había aparecido a Pedro Nolasco diciendo: "Yo soy María, aquella en cuyo vientre asumió la carne el Hijo de Dios, tomándola de mi sangre purísima, para reconciliación del género humano. Soy aquella a la que dijo Simeón. cuando ofrecí mi Hijo en el templo: Mira que éste ha sido puesto para ruina y resurrección de muchos en Israel; ha sido puesto como signo de contradicción".
A continuación, la Virgen le encomendó su misión: "es voluntad de Dios que se funde una orden de ese tipo en honor mío; será una orden cuyos hermanos y profesos, a imitación de mi hijo Jesucristo, estarán puestos para ruina y redención de muchos en Israel (es decir, entre los cristianos) y serán signo de contradicción para muchos."
Un ministerio fecundo
Hoy la orden cuenta con más de 500 sacerdotes, más 150 casas y presencia en 22 países. A lo largo de la historia, la Orden ha adoptado diversos ministerios caritativos y apostólicos, siempre con la idea de fondo de "rescatar" a los cautivos (de sus pobrezas, adicciones, ignorancia, falta de fe, desesperación, etc...)
El ministro, acompañado de todo su equipo, asistió a una Eucaristía de oración por los presos, una tradición que se había perdido en los últimos años y que deseaba recuperar, según explicó al superior de los mercedarios, Alejandro Fernández Barrajón, expresidente de la Confederación de religiosos españoles (Confer).
La lucha contra nuevas cautividades
Terminada la Eucaristía, la comunidad mercedaria se trasladó al Ministerio de Sanidad, donde recibió de manos del ministro la medalla de oro y el diploma que lo acredita. En medio de una gran cantidad de invitados y periodistas que llenaban el salón de actos, el P. Leoncio López Casillas, secretario provincial de la Merced de Castilla, recibió entre aplausos la medalla de oro.
El ministro destacó en su discurso este compromiso de la Orden de la Merced "con los cautivos de ayer y con las nuevas formas de cautividad de hoy, desde su fundación en Barcelona, hace ahora casi 800 años".
Una eficaz aparición de la Virgen
El 10 de agosto de 1218, san Pedro Nolasco fundó en Barcelona la Orden de la Virgen María de la Merced de la redención de los cautivos, con la participación del rey Jaime I de Aragón y ante el obispo de la ciudad, Berenguer de Palou.
Según un relato del año 1400 la Virgen se había aparecido a Pedro Nolasco diciendo: "Yo soy María, aquella en cuyo vientre asumió la carne el Hijo de Dios, tomándola de mi sangre purísima, para reconciliación del género humano. Soy aquella a la que dijo Simeón. cuando ofrecí mi Hijo en el templo: Mira que éste ha sido puesto para ruina y resurrección de muchos en Israel; ha sido puesto como signo de contradicción".
A continuación, la Virgen le encomendó su misión: "es voluntad de Dios que se funde una orden de ese tipo en honor mío; será una orden cuyos hermanos y profesos, a imitación de mi hijo Jesucristo, estarán puestos para ruina y redención de muchos en Israel (es decir, entre los cristianos) y serán signo de contradicción para muchos."
Un ministerio fecundo
Hoy la orden cuenta con más de 500 sacerdotes, más 150 casas y presencia en 22 países. A lo largo de la historia, la Orden ha adoptado diversos ministerios caritativos y apostólicos, siempre con la idea de fondo de "rescatar" a los cautivos (de sus pobrezas, adicciones, ignorancia, falta de fe, desesperación, etc...)
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