Getafe se sobrepone a la pandemia e incrementa en un 40% el número de seminaristas este curso
La pandemia de coronavirus está suponiendo un tiempo de incertidumbre en todos los ámbitos. También lo ha sido para la pastoral vocacional, que durante el pasado curso se vio suspendida o al menos muy afectada por el coronavirus, pues el encuentro físico es fundamental para forjar estas nuevas vocaciones.
Para las diócesis ha sido un reto y también una incógnita ver qué pasaría con los jóvenes que sintieran la llamada para seguir al Señor.
Ahora ya se conocen los datos. La de Getafe está de enhorabuena pues han sido diez los jóvenes entre 18 y 35 años que se han incorporado este curso al seminario mayor, situado en el Cerro de los Ángeles. En total, el número de seminaristas se incrementa en un 40% pese a este tiempo de virus y confinamiento.
El curso con mayor número de seminaristas
Desde la diócesis informan que este curso se ha convertido en el más numerosos del centro formativo, que cuenta en total con 35 seminaristas. “Para estos jóvenes, los meses de confinamiento han servido para reafirmar su llamada al sacerdocio, a dejarlo todo y a empezar a vivir en comunidad”, afirman desde el obispado.
Los diez candidatos al sacerdocio que han entrado en el curso propedéutico son: Jorge Carrascosa, Álvaro Chillarón, Alejandro Czernia, Meldon España, Juan Liquiniano, Jorge Maldonado, Ignacio Pedraja, Pablo Soto-Largo, Javier Ramírez y Roberto Rubio.
A cada uno de estos jóvenes Dios les ha ido llamando en circunstancias diversas. A Meldon España le fue formando a través de su participación en la vida de la Catedral de Getafe, y a Álvaro Chillarón, gracias a la pastoral del Colegio Juan Pablo II.
Otras veces la formación en el Seminario Menor de Rozas de Puerto Real supone ese impulso que un joven necesita para consolidar su respuesta al Señor, como le sucedió al polaco Alejandro Czernia.
Desde Villanueva de la Cañada llegan tres de los jóvenes: Jorge Carrascosa, Ignacio Pedraja y Juan Liquiniano, para quien un retiro Effetá de la Parroquia San Carlos Borromeo tuvo una gran importancia en su itinerario vocacional, así como el tiempo del confinamiento. De Boadilla del Monte llega Pablo Soto-Largo, feligrés de la Parroquia Santo Cristo de la Misericordia, que acaba de cursar Digital Business.
Jorge Maldonado, que ha terminado Enfermería, es de San Martín de la Vega. Roberto Rubio, que pertenece a la Parroquia Santísima Trinidad, de Villaviciosa de Odón, está recién graduado en Magisterio, y Javier Ramírez, de Pinto, ha llegado al Seminario después de hacer Comunicación Audiovisual en Navarra.