Miércoles, 25 de diciembre de 2024

Religión en Libertad

San Marcos (6,17-29)

Herodes respetaba a Juan, sabía que era un hombre honrado y santo

ReL

Martirio de San Juan Bautista.
Martirio de San Juan Bautista.
Jeremías (1,1719)

En aquellos días, recibí esta palabra del Señor: «Cíñete los lomos, ponte en pie y diles lo que yo te mando. No les tengas miedo, que si no, yo te meteré miedo de ellos. Mira; yo te convierto hoy en plaza fuerte, en columna de hierro, en muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes y príncipes de Judá, frente a los sacerdotes y la gente del campo. Lucharán contra ti, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte.» Oráculo del Señor.

Salmo 70,1-2.3-4a.5-6ab.15ab.17

Mi boca contará tu auxilio

A ti, Señor, me acojo: 
no quede yo derrotado para siempre; 
tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo, 
inclina a mí tu oído, y sálvame. 

Sé tú mi roca de refugio, 
el alcázar donde me salve, 
porque mi peña y mi alcázar eres tú, Dios mío,
líbrame de la mano perversa.  

Porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza 
y mi confianza, Señor, desde mi juventud. 
En el vientre materno ya me apoyaba en ti, 
en el seno tú me sostenías. 

Mi boca contará tu auxilio, 
y todo el día tu salvación. 
Dios mío, me instruiste desde mi juventud, 
y hasta hoy relato tus maravillas. 

Evangelio según san Marcos (6,17-29)

En aquel tiempo, Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado.

El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano.

Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto.

La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. 
El rey le dijo a la joven: «Pídeme lo que quieras, que te lo doy.» 
Y le juró: «Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino.» 

Ella salió a preguntarle a su madre: «¿Qué le pido?»

La madre le contestó: «La cabeza de Juan, el Bautista.» 

Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió: «Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista.» 

El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla.

En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.
Comentarios
5€ Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
10€ Gracias a tu donativo habrá personas que podrán conocer a Dios
50€ Con tu ayuda podremos llevar esperanza a las periferias digitales
Otra cantidad Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Si prefieres, contacta con nosotros en el 680 30 39 15 de lunes a viernes de 9:00h a 15:30h
Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter

¡No te pierdas las mejores historias de hoy!

Suscríbete GRATIS a nuestra newsletter diaria

REL te recomienda