San Lucas 17, 710
Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer
Evangelio según san Lucas 17, 710
En aquel tiempo, dijo el Señor:
«Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: "En seguida, ven y ponte a la mesa"
¿No le diréis: "Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú"
¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado?
Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: "Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer."»
Señor Jesús, cómo necesitamos que nos pongas este ejemplo, pues nos sentimos muy seguros de cuanto hacemos, creyéndonos autores de principio a fin.
Líbranos de este error, pues sabemos que solos nada podemos.
Nos dices que somos siervos inútiles cuando hayamos hecho todo lo mandado.
Pues tú sabes, amado Jesús, que ni siquiera alcanzo a ser un pobre siervo, pues nunca veo que haya hecho todo lo mandado.
Haz en mi, Santo Espíritu, Padre amoroso del pobre, lo que nunca yo seré capaz de hacer con mis fuerzas para agradar al Padre.
En aquel tiempo, dijo el Señor:
«Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: "En seguida, ven y ponte a la mesa"
¿No le diréis: "Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú"
¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado?
Lo mismo vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: "Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer."»
Señor Jesús, cómo necesitamos que nos pongas este ejemplo, pues nos sentimos muy seguros de cuanto hacemos, creyéndonos autores de principio a fin.
Líbranos de este error, pues sabemos que solos nada podemos.
Nos dices que somos siervos inútiles cuando hayamos hecho todo lo mandado.
Pues tú sabes, amado Jesús, que ni siquiera alcanzo a ser un pobre siervo, pues nunca veo que haya hecho todo lo mandado.
Haz en mi, Santo Espíritu, Padre amoroso del pobre, lo que nunca yo seré capaz de hacer con mis fuerzas para agradar al Padre.
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