La iglesia de la Virgen de La Leche, construida por los españoles, es ya santuario nacional en EEUU
El obispo Felipe Estévez, de la diócesis de St. Augustine, anunció el pasado viernes que el Santuario dedicado a la Virgen de La Leche ha sido elevado a la categoría de “santuario nacional” por los obispos de Estados Unidos.
Sin duda es un buen regalo de cumpleaños para Pedro Menéndez de Avilés, que nació hace 500 años en esta ciudad asturiana y fundó en 1587 la ciudad de San Agustín de la Florida, la más antigua comunidad católica y occidental en Estados Unidos. San Agustín de la Florida es también la ciudad con población constante más antigua del país.
Es probable que el lugar donde está el actual santuario, o al menos sus alrededores, hayan sido el lugar de devoción mariana continuada más antiguo del país. La diócesis de Saint Augustine asegura que se trata del santuario mariano más antiguo en Estados Unidos.
La ciudad se fundó en 1587, por motivos militares (combatir contra piratas franceses) con su misa de acción de gracias y dedicación, la primera de Estados Unidos. La Misión Nombre de Dios, junto a ella, se fundó 22 años más tarde, por franciscanos, con su primera misa en 1565. Y se dedicó una capillita a Nuestra Señora de La Leche en 1609.
Cada año se recrea la fundación de la ciudad de San Agustín y la primera misa
El obispo Estévez celebra la fiesta de Nuestra Señora de La Leche el 11 de octubre, justo el día antes de la Fiesta de la Hispanidad y la Virgen del Pilar (en Estados Unidos se llama el “Columbus Day”, día del descubrimiento de América).
“María reconoce al Dios viviente que cierra la puerta a los poderosos de este mundo y alza a los pequeños, los pobres de espíritu, los benditos de Dios”, predicó el pasado 11 de octubre. “Cuando miramos la imagen de Nuestra Señora de La Leche, en pura belleza, vemos todo el misterio de la Encarnación”. Efectivamente, se trata de una Virgen que parece estar amamantando al Niño, destacando el misterio del Dios hecho bebé.
Muchos son devotos de esta advocación por su intercesión ante el parto o el periodo de lactancia y su protección para los bebés.
A la ceremonia del pasado 11 de octubre acudieron benefactores del santuario, cofrades de la Confraternidad de Nuestra Señora de La Leche y caballeros y damas de la Orden de Malta.
Una imagen moderna de la Virgen de La Leche
El obispo avisó además que el año que viene, el 11 de octubre de 2020, al cumplirse 150 de la diócesis de Saint Augustine (en época española dependía de Cuba) la estatua recibirá una coronación canónica.
En diciembre de 2018, los arqueólogos creían haber encontrado los restos de la primera capillita o santuario de La Leche. “Existe un documento escrito por el gobernador de la Florida en 1677, Pablo de Hita y Salazar, que era la autoridad máxima de la Orden de la Cofradía de Nuestra Señora de la Leche. Parte del escrito decía: ‘en honor a la Virgen yo estoy construyendo una iglesia de roca en donde se colocará una estatua’. En ese entonces lo único disponible para reemplazar la roca era la coquina y el uso de tabby. Los materiales arqueológicos hasta ahora recuperados se han estudiado y están fechados a del Siglo 17 o décadas después. Creemos que estas ruinas pertenecieron a una especie de santuario. Descartamos que sea una residencia del fundador de San Agustín, Pedro Menéndez de Avilés o sus descendientes, pues la roca de coquina usada en la construcción de estas estructuras no se utilizó en San Agustín sino hasta después de 1670, el mismo tiempo en que se inició la construcción del Castillo de San Marcos. La teoría de que la estructura esté asociada a la familia Menéndez está totalmente descartada ya que no hay evidencia de que los descendientes de Menéndez vivieron en San Agustín, no hay documento que lo pruebe”, explicaban la arqueóloga Deagan.
Distintas estatuas y cuadros… y ataques ingleses
Según los historiadores, varias advocaciones de Nuestra Señora de la Leche fueron materializadas en forma de estatuas y pinturas desde la llegada a San Agustín del explorador y fundador Menéndez de Avilés en 1565.
La primera devoción fue el santuario franciscano de la Misión Nombre de Dios a principios de 1600. Pudo ser la misma estructura que los británicos de James Moore destruyeron en su ataque de 1702 (lo destruyeron todo, menos el Castillo de San Marcos donde se refugió la población. Este castillo jamás fue ocupado por enemigos y aún hoy ondea la bandera española de las aspas de Borgoña).
Más tarde, se presume que otro santuario de Nuestra Señora de la Leche y Misión Nombre de Dios se construyó al norte del Castillo de San Marcos, donde la devoción no fue una estatua sino un cuadro al óleo sobre tela. Este cuadro se envió a Cuba en el barco ‘Nuestra Señora de la Luz’ huyendo de otro ataque inglés en 1763. El cuadro se perdió, pero se recuperó en 2014: estaba en un improvisado museo adyacente a la Catedral de Campeche en México. La diócesis de Campeche lo custodia hoy.
Las ruinas antiguas de coquina de la ciudad española se pueden visitar en la Misión de Nombre de Dios (entrada gratis). Una cruz de bronce marca el lugar donde quizá Menéndez de Avilés estableció la misión. En la capilla hay misa en español los sábados. El rector del santuario desde 2018 es un sacerdote de República Dominicana formado en Europa.