Sor Maria Agnus Dei entrena y corre maratones con su hábito mientras reza por los que encuentra
El diario Runner World compartió recientemente el testimonio de una religiosa estadounidense cuyo pasatiempo es correr y que aprovecha esos momentos para “rezar por la gente que encuentro” en las calles.
Sor María Agnus Dei pertenece a la congregación de la Sociedad de Nuestra Señora de la Santísima Trinidad (www.solt.net) y afirmó que cuando sale a correr viste su hábito. Manifestó que “no lo veo como una limitación de ninguna manera” y que “está acostumbrada” a que la gente la mire y haga comentarios.
[La Sociedad de Nuestra Señora de la Santísima Trinidad la fundó el padre James H. Flanagan en 1958 en Nuevo México, inspirado por el libro del siglo XVII 'Mística Ciudad de Dios' de la Venerable María de Ágreda; esta familia religiosa, con sacerdotes, religiosas y laicos está presente en EEUU, Belize, Guatemala, Haití, Puerto Rico, México, Papúa Nueva Guinea, Filipinas, China, Tailandia, Inglaterra e Italia. Nota de ReL.]
La religiosa afirmó que lo más importante de ese pasatiempo es que “encuentro personas y puedo rezar por ellas. Puedo ver rostros que reflejan problemas y decir ‘Señor ayúdalos en lo que sea por lo que estén pasando’”, dijo.
La misteriosa montaña Sangre de Cristo
Sor María Agnus Dei empezó a correr poco tiempo después de ingresar a la congregación. Contó que en ese entonces vivía con las religiosas en el estado de Nuevo México y que le gustaba hacer deporte en la zona montañosa conocida como Sangre de Cristo.
“Esa era una montaña misteriosa y podías verla desde nuestro convento. Para mí era un reto correr allí 16 kilómetros de ida y vuelta. Correr se convirtió en un tiempo donde podía orar y tener beneficios para mi salud”, narró.
Correr maratones con su hermano
Después fue enviada como misionera a Belice y luego a la ciudad de Seattle. En 2016 obtuvo el permiso de su superiora para participar allí en una maratón junto con su hermano Jason. Comentó que él vive en otra urbe y que no se comunicaban con frecuencia.
Sin embargo, “correr se convirtió en nuestro vínculo. Siempre que estoy corriendo, sé que está corriendo. La distancia nos separa, pero correr nos une".
En agosto de este año, la religiosa fue enviada a Detroit, en el estado de Michigan, para colaborar en la parroquia Santísimo Redentor y ayudar a su comunidad a convertir una antigua casa en un convento.
Aunque estas actividades dificultan que salga con frecuencia a hacer deporte en la calle, utiliza una máquina de caminar seis veces a la semana para correr seis kilómetros.
La religiosa de 33 años afirmó que le gustaría participar en otra maratón, pero ahora “servir es mi prioridad. No sé realmente si podré dedicar mucho tiempo a entrenar. Si la oportunidad se presenta, probablemente lo haga”.
De familia no practicante a monja
Sor María Agnus Dei nació en La Jara, un pueblo ubicado en el estado de Colorado. Su nombre original es Kelli López y ella y sus dos hermanos crecieron en una familia católica no practicante. Estudió en la Universidad de Colorado y se graduó en el año 2007 como bioquímica.
Después consiguió un trabajo para analizar los diferentes tipos de climas y así pudo viajar a diferentes partes del mundo. Sin embargo, tras la muerte de sus abuelos paternos, se dio cuenta de que “Dios estaba llamándome y me preguntaba qué haría con mi vida”. Al final tomó la decisión de convertirse en religiosa.
Esta religiosa no es la única monja que es conocida en el país por su gusto por correr. Desde hace un tiempo se ha popularizado en Estados Unidos carreras como “Nun run” (Corre religiosa), patrocinadas por congregaciones como las Hermanas para la Vida y las Hermanitas de los Pobres.
(Publicado originariamente en Catholic News Agency CNA; traducido y adaptado por María Ximena Rondón para Aciprensa)
Sor María Agnus Dei pertenece a la congregación de la Sociedad de Nuestra Señora de la Santísima Trinidad (www.solt.net) y afirmó que cuando sale a correr viste su hábito. Manifestó que “no lo veo como una limitación de ninguna manera” y que “está acostumbrada” a que la gente la mire y haga comentarios.
[La Sociedad de Nuestra Señora de la Santísima Trinidad la fundó el padre James H. Flanagan en 1958 en Nuevo México, inspirado por el libro del siglo XVII 'Mística Ciudad de Dios' de la Venerable María de Ágreda; esta familia religiosa, con sacerdotes, religiosas y laicos está presente en EEUU, Belize, Guatemala, Haití, Puerto Rico, México, Papúa Nueva Guinea, Filipinas, China, Tailandia, Inglaterra e Italia. Nota de ReL.]
La religiosa afirmó que lo más importante de ese pasatiempo es que “encuentro personas y puedo rezar por ellas. Puedo ver rostros que reflejan problemas y decir ‘Señor ayúdalos en lo que sea por lo que estén pasando’”, dijo.
La misteriosa montaña Sangre de Cristo
Sor María Agnus Dei empezó a correr poco tiempo después de ingresar a la congregación. Contó que en ese entonces vivía con las religiosas en el estado de Nuevo México y que le gustaba hacer deporte en la zona montañosa conocida como Sangre de Cristo.
“Esa era una montaña misteriosa y podías verla desde nuestro convento. Para mí era un reto correr allí 16 kilómetros de ida y vuelta. Correr se convirtió en un tiempo donde podía orar y tener beneficios para mi salud”, narró.
Correr maratones con su hermano
Después fue enviada como misionera a Belice y luego a la ciudad de Seattle. En 2016 obtuvo el permiso de su superiora para participar allí en una maratón junto con su hermano Jason. Comentó que él vive en otra urbe y que no se comunicaban con frecuencia.
Sin embargo, “correr se convirtió en nuestro vínculo. Siempre que estoy corriendo, sé que está corriendo. La distancia nos separa, pero correr nos une".
En agosto de este año, la religiosa fue enviada a Detroit, en el estado de Michigan, para colaborar en la parroquia Santísimo Redentor y ayudar a su comunidad a convertir una antigua casa en un convento.
Aunque estas actividades dificultan que salga con frecuencia a hacer deporte en la calle, utiliza una máquina de caminar seis veces a la semana para correr seis kilómetros.
La religiosa de 33 años afirmó que le gustaría participar en otra maratón, pero ahora “servir es mi prioridad. No sé realmente si podré dedicar mucho tiempo a entrenar. Si la oportunidad se presenta, probablemente lo haga”.
De familia no practicante a monja
Sor María Agnus Dei nació en La Jara, un pueblo ubicado en el estado de Colorado. Su nombre original es Kelli López y ella y sus dos hermanos crecieron en una familia católica no practicante. Estudió en la Universidad de Colorado y se graduó en el año 2007 como bioquímica.
Después consiguió un trabajo para analizar los diferentes tipos de climas y así pudo viajar a diferentes partes del mundo. Sin embargo, tras la muerte de sus abuelos paternos, se dio cuenta de que “Dios estaba llamándome y me preguntaba qué haría con mi vida”. Al final tomó la decisión de convertirse en religiosa.
Esta religiosa no es la única monja que es conocida en el país por su gusto por correr. Desde hace un tiempo se ha popularizado en Estados Unidos carreras como “Nun run” (Corre religiosa), patrocinadas por congregaciones como las Hermanas para la Vida y las Hermanitas de los Pobres.
(Publicado originariamente en Catholic News Agency CNA; traducido y adaptado por María Ximena Rondón para Aciprensa)
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