El congresista Scalise cuenta a la Cámara el papel de la oración al ser tiroteado y quedar malherido
El pasado 14 de junio el congresista católico y provida Steve Scalise era tiroteado junto a otros miembros del Partido Republicano mientras jugaban un partido de béisbol en Alejandría (Virginia). El miembro de la Cámara de Representantes fue el que se llevó la peor parte y debido a los impactos de bala quedó en estado crítico.
Tres meses y medio después volvió a su escaño en Washington tras haber sufrido varias fracturas y lesiones en órganos internos lo que le ha obligado a someterse a varias intervenciones quirúrgicas. Fue recibido con una ovación por sus compañeros y una vez que pudo dirigirse a la Cámara, Scalise habló del poder de la oración y de su encuentro con Dios tras el ataque.
"Los milagros suceden"
“Definitivamente soy un ejemplo vivo de que los milagros suceden”, dijo s sus compañeros, antes de reconocer “lo bien que se siente uno de estar de vuelta”.
Tal y como recuerda Catholic News Service, el congresista Scalise es un católico feligrés de la parroquia de Santa Catalina de Siena de Metairie, en Louisiana, junto con su esposa Jennifer y sus dos hijos.
Steve Scalise entra en la Cámara ayudado por muletas ante la ovación del resto de congresistas
En la Cámara explicó que estos meses han sido un reto para él y su familia pero el amor, el calor y sobre todo la oración recibidos les dieron la “fortaleza para superar todo esto”.
"No se puede subestimar la oración"
“Todo empieza con Dios”, dijo Scalise, haciendo referencia a que en cuanto fue disparado y cayó al suelo sin poder moverse “empecé a rezar”. “Os diré que me dio una increíble sensación de calma saber que en ese momento estaba en manos de Dios”, aseguró.
Asimismo, el congresista republicano explicó que rezó por cosas concretas y que muchas de esas oraciones fueron respondidas, lo que ha generado “una fe renovada y la comprensión de que el poder de la oración es algo que no se puede subestimar”.
Por todo ello, Scalise agradeció también a los colegas de ambos partidos su apoyo y oraciones y aseguró que el ataque sí le ha cambiado, “pero no de la manera que se podría pensar” sino que esta experiencia le fortalecido su fe en Dios y su creencia en la bondad de las personas al poder observar cuánta gente se volcó con él.
Tres meses y medio después volvió a su escaño en Washington tras haber sufrido varias fracturas y lesiones en órganos internos lo que le ha obligado a someterse a varias intervenciones quirúrgicas. Fue recibido con una ovación por sus compañeros y una vez que pudo dirigirse a la Cámara, Scalise habló del poder de la oración y de su encuentro con Dios tras el ataque.
"Los milagros suceden"
“Definitivamente soy un ejemplo vivo de que los milagros suceden”, dijo s sus compañeros, antes de reconocer “lo bien que se siente uno de estar de vuelta”.
Tal y como recuerda Catholic News Service, el congresista Scalise es un católico feligrés de la parroquia de Santa Catalina de Siena de Metairie, en Louisiana, junto con su esposa Jennifer y sus dos hijos.
Steve Scalise entra en la Cámara ayudado por muletas ante la ovación del resto de congresistas
En la Cámara explicó que estos meses han sido un reto para él y su familia pero el amor, el calor y sobre todo la oración recibidos les dieron la “fortaleza para superar todo esto”.
"No se puede subestimar la oración"
“Todo empieza con Dios”, dijo Scalise, haciendo referencia a que en cuanto fue disparado y cayó al suelo sin poder moverse “empecé a rezar”. “Os diré que me dio una increíble sensación de calma saber que en ese momento estaba en manos de Dios”, aseguró.
Asimismo, el congresista republicano explicó que rezó por cosas concretas y que muchas de esas oraciones fueron respondidas, lo que ha generado “una fe renovada y la comprensión de que el poder de la oración es algo que no se puede subestimar”.
Por todo ello, Scalise agradeció también a los colegas de ambos partidos su apoyo y oraciones y aseguró que el ataque sí le ha cambiado, “pero no de la manera que se podría pensar” sino que esta experiencia le fortalecido su fe en Dios y su creencia en la bondad de las personas al poder observar cuánta gente se volcó con él.
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