Trump confirma que nombrará jueces provida y en un futuro los estados podrían prohibir el aborto
En una entrevista concedida al programa 60 Minutes de la CBS, Donald Trump fue tajante cuando le preguntaron por sus criterios para el nombramiento de vacantes en el Tribunal Supremo: "Soy provida. Los jueces serán provida".
Cuando se le preguntó específicamente si quiere que el Tribunal Supremo revierta la sentencia Roe vs Wade, que en 1973 legalizó el aborto en todo el país, Trump volvió a ser muy claro: "Si [Roe vs Wade] es anulada, esa cuestión volvería a los estados", afirmó, en la línea de lo que había anunciado durante el tercer debate electoral con Hillary Clinton.
Eso implica que algunos estados podrían prohibir el aborto, como sucedía antes de dicha sentencia. ¿Significaría eso que las madres que quisiesen abortar tendrían que ir a otro estado?, le repreguntaron: "Sí, bueno, quizás tendrían que hacerlo, tendrían que ir a otro estado". Aunque precisó que "hay mucho camino por delante" antes de llegar a ese punto.
En efecto, no sólo tendría que producirse una nueva sentencia del Tribunal Supremo sobre la misma cuestión, algo técnicamente complejo, sino que, una vez que Roe vs Wade fuese anulada, los diferentes congresos estatales tendrían que legislar de nuevo sobre el aborto según cuál fuera la argumentación de la nueva sentencia.
"Veremos lo que pasa", concluyó Trump: "Comprenda que hay mucho camino por recorrer. Un camino muy, muy largo".
Y un camino que no depende solo del presidente electo, que en cualquier caso da un impulso poderoso al movimiento provida en Estados Unidos y justifica la desolación de Planned Parenthood la noche de la derrota de Hillary Clinton, al ver en peligro su negocio industrial del aborto con pérdidas que podrían superar los 500 millones de dólares anuales.
Por otro lado, los primeros nombramientos del equipo más directo del presidente confirman su línea provida, al designar a Reince Priebus, cristiano ortodoxo claramente provida, como jefe de gabinete, y a Stephen Bannon, ex director del diario de la derecha alternativa Breitbart, y también provida desde presupuestos religiosos distintos, como su jefe de estrategia.
Cuando se le preguntó específicamente si quiere que el Tribunal Supremo revierta la sentencia Roe vs Wade, que en 1973 legalizó el aborto en todo el país, Trump volvió a ser muy claro: "Si [Roe vs Wade] es anulada, esa cuestión volvería a los estados", afirmó, en la línea de lo que había anunciado durante el tercer debate electoral con Hillary Clinton.
Eso implica que algunos estados podrían prohibir el aborto, como sucedía antes de dicha sentencia. ¿Significaría eso que las madres que quisiesen abortar tendrían que ir a otro estado?, le repreguntaron: "Sí, bueno, quizás tendrían que hacerlo, tendrían que ir a otro estado". Aunque precisó que "hay mucho camino por delante" antes de llegar a ese punto.
En efecto, no sólo tendría que producirse una nueva sentencia del Tribunal Supremo sobre la misma cuestión, algo técnicamente complejo, sino que, una vez que Roe vs Wade fuese anulada, los diferentes congresos estatales tendrían que legislar de nuevo sobre el aborto según cuál fuera la argumentación de la nueva sentencia.
"Veremos lo que pasa", concluyó Trump: "Comprenda que hay mucho camino por recorrer. Un camino muy, muy largo".
Y un camino que no depende solo del presidente electo, que en cualquier caso da un impulso poderoso al movimiento provida en Estados Unidos y justifica la desolación de Planned Parenthood la noche de la derrota de Hillary Clinton, al ver en peligro su negocio industrial del aborto con pérdidas que podrían superar los 500 millones de dólares anuales.
Por otro lado, los primeros nombramientos del equipo más directo del presidente confirman su línea provida, al designar a Reince Priebus, cristiano ortodoxo claramente provida, como jefe de gabinete, y a Stephen Bannon, ex director del diario de la derecha alternativa Breitbart, y también provida desde presupuestos religiosos distintos, como su jefe de estrategia.
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