Dos jóvenes se estaban ahogando, pidieron ayuda a Dios... y los rescató un barco llamado «Amén»
Una pareja de jóvenes de 17 años, Tyler Smith y Heather Brown, fueron arrastrados por la corriente mar adentro el pasado 16 de abril cuando se bañaban en la playa de Vilano, cerca de San Agustín, en Florida (Estados Unidos). Era un día de viento y un fuerte oleaje, y por más que nadaban, cada vez se alejaban más de la costa.
Tras dos horas de lucha, se encontraban agotados y afectados por la hipotermia. Entonces Tyler acudió a Dios: "Grité: si realmente tienes un plan para nosotros, por favor, ven. Sólo tráenos algo”.
Y en ese momento apareció un barco llamado Amén, de 16 metros de eslora.
Su patrón, Eric Wagner, lo compró hace seis años y se dirigía desde Delray Beach, más al sur en el estado de Florida, hasta Nueva Jersey, en el norte del país. Habían decidido salir a pesar de que la situación de la mar hacía complicada la navegación y, como contó él mismo en su perfil de Facebook, "costaba mantener el control".
Ésta era la situación cuando salieron:
Entonces escucharon "un grito desesperado" que se sobrepuso al ruido de los motores, del viento y de las olas. Al principio Eric dudó de su oído, hasta que vio un brazo agitarse en la superficie, a unos 130 metros de su posición. Se encontraban a 3,2 kilómetros de la costa, lo que da idea de la situación desesperada de los jóvenes. El Amén giró rápidamente hacia ellos
Lo poco que tardaron en llegar les pareció a los tripulantes "una eternidad", según relataron a WJAX, una emisora afiliada de la CNN. Para los jóvenes debió ser aún peor. Les lanzaron chalecos salvavidas y una cuerda. Tuvieron que ayudarles a subir a bordo, porque no tenían ya fuerzas. Tyler y Heather temblaban incontrolablemente y apenas podían hablar. Les abrigaron y les dieron de beber. “Las primeras palabras que salieron de mi boca fueron: ‘Dios es real'”, declaró Heather.
Diez minutos después se estabilizó la situación y desde el Amén llamaron a la Guardia Costera, que tres cuartos de hora después los pudo llevar de nuevo a tierra, sanos y salvos.
Heather (izquierda) y Tyler (derecha), en una entrevista concedida tras el rescate.
Según Wagner, que contó la historia del rescate en su perfil de Facebook, lo sucedido ha fortalecido su fe: "Hubo demasiadas coincidencias, en mi opinión, como para que esto sea una coincidencia. Realmente creo que fue una intervención divina. No tuvo nada que ver conmigo. Simplemente me pusieron en el lugar correcto en el momento adecuado e hice lo mismo que cualquier otra persona hubiera hecho, los subí a bordo”.
Eric Wagner, a bordo del Amén.
Wagner dijo que había estado pensando cambiar el nombre del barco, pero que después de lo acontecido... ni se le pasa ya por la cabeza.