La Escolanía del Valle y sus bellos cantos, entre fiordos noruegos... un viaje con una gran misión

La Escolanía del Valle de los Caídos realizó un viaje a Noruega del 31 de mayo al 7 de junio. Una actividad que tuvo lugar gracias a la invitación del Obispado de Oslo, a la que contribuyeron diversas entidades y personas. 

De de los primeros actos que protagonizó la escolanía fue un concierto de canto gregoriano y polifonía sacra en la catedral de San Olaf de Oslo, donde al día siguiente cantó una misa pontifical celebrada por el obispo de Oslo, Bernst Eidsvig, canónigo regular de San Agustín.

Ocasión para el apostolado

También cantó la misa solemne del domingo de la Santísima Trinidad y ofreció un concierto en la Iglesia Católica de San Pablo de Bergen (segunda ciudad del país) el día 4 de junio. La dirección musical corrió a cargo de fray Javier Martín; al piano estuvo Valentyna Naida y al órgano Jesús Rodríguez.

La Escolanía del Valle de los Caídos realizó un viaje a Noruega del 31 de mayo al 7 de junio.

El repertorio de estos conciertos constaba de cinco piezas gregorianas y trece polifónicas, las cuales abarcaban desde la Edad Media (Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio y Llibre Vermell de Montserrat) y el Renacimiento (Tomás Luis de Victoria), pasando por compositores del romanticismo y el modernismo (Mendelssohn y Fauré) hasta otros de época más reciente (Casals, Martorell, Biery, Ruiz Torres…).

Los niños disfrutaron del viaje en tren de Oslo a Bergen y de varios paseos en barco por los fiordos (visitando las ruinas de un antiguo monasterio cisterciense en la isla de Hovedøya, donde cantaron la "Salve Regina"). También visitaron museos, el campo noruego, y pudiendo darse un baño en las gélidas aguas del lago de Vangsvatnet, en Voss.

Puedes ver aquí uno de los cantos protagonizados por la Escolanía del Valle.

El viaje fue una gran ocasión para el apostolado, varias personas se acercaron a los monjes, atraídos por sus hábitos, para comentarles sus problemas personales y pedirles que les hablaran de Dios.