Domingo, 24 de noviembre de 2024

Religión en Libertad

Muy celoso de su intimidad, el músico intentó expresar lo sagrado e inefable

La obra religiosa de Vangelis: la Resurrección, San Francisco... y oración con Montserrat Caballé

Vangelis con sus sintetizadores - cambió el concepto de banda sonora y marcó el estándar de música cósmica
Vangelis con sus sintetizadores - cambió el concepto de banda sonora y marcó el estándar de música cósmica

Pablo J. Ginés

Ha muerto con 79 años el compositor griego Vangelis (Evángelos Papathannasíou), famoso como pionero de la música electrónica y autor de bandas sonoras inolvidables como la de Carros de Fuego (ganó el Oscar de 1981 y cambió el concepto mismo de banda sonora), Rebelión en la Bounty, Anctartica, La Conquista del Paraíso, Alexander y Blade Runner.

Siempre fue muy celoso de su intimidad, concedió poquísimas entrevistas y no autorizó ninguna biografía sobre él. La firma legal que le representa ni siquiera ha especificado la causa de su muerte.

Películas con banda sonora de Vangelis

"Empezó su largo viaje en los Carros de Fuego. Desde allí, siempre nos enviará sus notas", ha escrito en Twitter el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, reconociendo la alusión bíblica al carro de fuego que llevó al cielo al profeta Elías. Esta escena, a través de un himno popular en Gran Bretaña, da título a la película.

En la NASA agradecen su música sobre las exploraciones espaciales, tema que le apasionaba e inspiraba musicalmente. "Ad astra, Vangelis" ("hacia las estrellas"), comenta la cuenta de Twitter de la agencia espacial. Muchos podrían decir que, más que hacer música de temas espaciales, él fue quien creo el canon sonoro, la norma que establece cómo debe sonar la música que acompañe cualquier imagen sobre planetas y naves.

No hay entrevistas ni declaraciones suyas en las que hable directamente de su religiosidad. Pero hizo música para muchos temas religiosos, a menudo en proyectos pequeños poco comerciales, como su exploración de El Greco con Montserrat Caballé y de himnos cristianos griegos con Irene Papas.

Cuando murió el músico católico y famoso compositor de bandas sonoras Ennio Morricone, en julio de 2020, Vangelis difundió un comunicado: "Querido Maestro, desafortunadamente, nunca tuvimos ocasión de encontrarnos y tener una conversación. Hoy te diré lo que tenía en mi corazón pero nunca tuve oportunidad de expresarte. Siempre quise decirte, desde que escuché tu música por primera vez, que enseguida entendí tu inmenso talento, tu sentido de la melodía y tu capacidad innata para tocar directamente con tu música el alma de las personas. Te doy gracias por eso. Estoy seguro de que ahora viajas al lugar donde la armonía y la música nacieron. Y espero que esto te haga muy feliz".

Quizá Vangelis agradecería que otros pudieran decir algo así de su música... y de su vida tras la muerte.

Lo que le motivó en Carros de Fuego

En una de esas escasísimas entrevistas, Vangelis explicó que su música para Carros de Fuego en parte era un homenaje a su padre, que había sido corredor amateur. Él entendía el mundo del deporte y la competición por esa conexión. Pero añadió que su motivación venía sobre todo de "el guion, los personajes... La historia de esos corredores está llena de mensajes profundos, magníficos, que siempre necesitamos".

La película cuenta la historia del atleta cristiano Eric Liddell, que por su firme creencia en la sacralidad del descanso dominical se niega a correr en domingo en los Juegos Olímpicos, aunque le acusen de traidor o se lo pida el Rey. Otros hombres de valores firmes le comprenderán. Vangelis lo expresó así: "Si buscas la verdad, has de ser valiente. Mi principal inspiración fue la historia en sí. El resto lo hice instintivamente, sin pensar en nada más que expresar mis sentimientos con los medios tecnológicos que tenía".

Usar sintetizadores modernos para una película de época fue un riesgo, pero le llevó al éxito, a un clásico que nunca caduca y se recuerda en cada competición deportiva. Además, fue el número 1 en radio durante semanas y semanas.

Liddell no corrió la carrera del domingo, pero se le permitió correr en los 400 metros (algo que no era su especialidad) y ganó la Medalla de Oro. Después fue como misionero protestante a China, donde perseveró incluso con la guerra mundial. En marzo de 1943, los japoneses le internaron en el campo de prisioneros de Weixian, donde falleció en 1945 debido a un tumor.

A Liddell le pasan un versículo poderoso antes de su carrera.

Música electrónica y cósmica

Antes de esta banda sonora, Vangelis ya tuvo un gran éxito con El apocalipsis de los animales (1973), su primer éxito de ventas en solitario. Lanzó más bandas sonoras, discos experimentales, obras de música electrónica... Y con Albedo 0.39 (de 1976) se le incluyó como autor de "música cósmica". Vanguardia, minimalismo, rock progresivo, algo de psicodelia... todo lo probó y usó.

Su música fue la elegida para la serie de divulgación científica de Carl Sagan, 'Cosmos', y también para Blade Runner, de Ridley Scott, de culto para cinéfilos. Arthur C. Clarke, escritor de ciencia ficción, autor de 2001, dijo que su música le inspiró en su novela 2010: Odisea dos.

Obras religiosas: Irene Papas, San Francisco, El Greco...

En 1986, Vangelis lanzó un disco con canciones de tradición bizantina y clásicos griegos titulado "Rapsodies" (aquí completo). Cantaba la actriz griega Irene Papas (que no solía cantar). Entre varios temas espirituales, estaba el texto clásico que se canta en Pascua por la Resurrección de Cristo:

"Jristós anesti ek nekron / thanato thanaton patisas / ke tis en tis mnimasin zoin xarisamenos" (Cristo se levantó de entre los muertos / a la muerte venció con la muerte / y a los que estaban en el sepulcro la vida les dio).

Saltando de Grecia a Roma, en 1989 hizo la banda sonora de la película de Liliana Cavani sobre San Francisco, protagonizada por Mickey Rourke y Helena Bonham Carter (al crecer, ambos se pasaron a interpretar a malvados: él al Látigo, contra Iron Man; ella, a Bellatrix Lestrange, contra Harry Potter). De nuevo, los sintetizadores tenían que expresar el poder de Dios en una época pretecnológica, una irrupción sonora desde lo Alto, mientras las imágenes mostraban lluvia, suciedad y pobreza terrena.

En 1992 puso música a la película sobre el viaje de Colón 1492: La Conquista del Paraíso. Varios temas usaban cánticos de la liturgia católica: Monasterio de la Rábida (el salmo 130: "De profundis clamavit ad te Domine / Domine exaudi vocem meam / Et ipse redimet Israel) y  el tema "Deliverance" (que es el Dies Irae del canto de la Sibilia: "Dies irae, dies illa / Solvet saeclum in favilla / Teste David cum Sibylla / Quantus tremor").

Muy distinta fue su apuesta de 1995 (ampliada en 1998) de reunir 7 temas musicales dedicados al Greco. Vangelis hizo aquí algo infrecuente en él: escribir una nota explicativa. En un lenguaje casi místico, afirmaba que un verdadero artista debe ser fiel a su verdadera naturaleza y a la naturaleza del Cosmos en general, ya que son idénticas. (Cosmos, para un griego, no es el espacio sideral, sino el orden en la Naturaleza). Usó música de sabores bizantinos, campanas de iglesia, coros, orquestación escasa pero riqueza de emociones, y a Montserrat Caballé y el tenor Konstantinos Paliatsaras para las voces.

Vangelis: El Greco, con Montserrat Caballé

Por esa época, Vangelis participó al piano en la ceremonia de apertura de los Campeonatos de Atletismo de 1997 en Atenas, con Montserrat Caballé y su hija Montserrat Martí con la canción "The Pray of the World" (La oración del mundo). Fue un gran momento ante 90.000 espectadores en el antiguo estadio de mármol. Es curioso que en 2004 no se invitara a Vangelis a hacer nada en los Juegos Olímpicos de Atenas.

En 2008, tres años después de morir Juan Pablo II, fue contratado para realizar 3 temas para la película polaca sobre el Papa Swiadectwo (Testimony): sus temas fueron In Aeternitatem, Sanctus y Humanum Est. Para los coleccionistas de material de Vangelis es una pieza difícil de encontrar, ya que prácticamente solo circuló en Polonia.

Pero aún más rara y deseada es la canción que dedicó a Montserrat Caballé cuando la diva barcelonesa cumplió 80 años, titulada 'Habanera'. Las habaneras no suelen tener temática religiosa, y hacen pensar en marineros catalanes en el Atlántico, o en las playas mediterráneas. Pero esta fue su aportación a un disco de música espiritual de tradición armenia que se publicó en 2013 y 2014, con motivo de los 1700 años de declaración del cristianismo como religión oficial en Armenia (el primer país en dar ese paso). El disco se llama 'The Island of Christianity: Armenia & Artsakh'. Incluye este tema de Vangelis, otro de Brian May, y el resto son temas adaptados y canciones armenias que cantan la Caballé y su hija, Montserrat Martí, tras un viaje por los monasterios de Dadivank (s.X), Amaras (año 338) y Echmiadzin (año 385).

Interesantísimo tema y declaraciones de Montserrat Caballé sobre la fe en Armenia.

 

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