Tanto física como psicológicamente, les crea graves problemas
El Colegio Americano de Pediatras alerta de nuevo: enseñar transexualismo daña a los niños
La Dra. Michelle Cretella, pediatra, madre católica de cuatro hijos y presidenta del Colegio Americano de Pediatras, señaló recientemente que enseñar a los niños pequeños el concepto de transexualismo es dañino y alienta a creer en una mentira, explica Aciprensa.
“Es malo alentar una mentira. Sabemos que nadie nace transexual. Sabemos que es un mito. Tristemente está siendo promovido por un montón de profesionales médicos, los medios de comunicación y educadores. Pero no es cierto. Si reforzamos esta mentira, en realidad estamos animando al niño a desarrollar una falsa creencia inamovible”, indicó la especialista en una entrevista concedida al National Catholic Register.
En ese sentido, dijo que lo que se provoca es “que el niño crea algo que no es cierto acerca de sí mismo. Y si el engaño se refuerza, el niño eventualmente se introducirá hormonas que lo vuelven estéril, que dañan los huesos, dañan el desarrollo del cerebro, y aumentan el riesgo de un accidente cerebrovascular, diabetes y cáncer”.
En un reciente estudio publicado el 20 de junio en The New Atlantis, que resume 50 estudios independientes y revisados, se advirtió que el uso experimental de “bloqueadores hormonales de pubertad” para tratar la “disforia de género” (discordancia o malestar con el cuerpo o el sexo biológico) no cuenta con soporte científico y podría plantear graves riesgos en niños.
Además, afirma que este tratamiento se ofrece “sin las garantías habituales” de este tipo de terapias experimentales, tales como “ensayos clínicos cuidadosamente controlados, así como estudios de seguimiento a largo plazo”.
En la actualidad, en Estados Unidos algunas bibliotecas públicas, como las de Nueva York , Boston y San Francisco, se promueve el transexualismo al permitir “narraciones de cuentos de drag queens” para niños en edad preescolar. También, existen escritos de este tipo comoConociendo a Teddy o Soy Jazz.
Otro ejemplo es una escuela primaria judía ortodoxa de Gran Bretaña, que fue amenazada con ser clausurada después de que los inspectores del gobierno determinaran que violaba la ley por no enseñar sobre transexualismo.
En este contexto, la Dra. Cretella indicó que este tipo de políticas públicas representan “un experimento social masivo y descontrolado” a pesar de que sabe que “los niños pequeños, la gran mayoría de ellos, hasta en el 95% de los casos, se identifican con su sexo biológico una vez que pasan por la pubertad”.
Lo que los padres deben tener en cuenta
En ese contexto, la pediatra sostuvo que los padres de familia que tienen un hijo que piensa que es del sexo “equivocado”, deben primero intentar aclarar el lenguaje.
“Es importante que los padres y los niños comprendan que nuestros genes, nuestro ADN, determinan nuestro sexo. Estamos hablando de dos cosas aquí: el sexo biológico, que no puede ser cambiado y está conectado por el ADN; y la identidad de género, que es acerca de cómo nos sentimos y pensamos acerca de nuestro sexo biológico”, dijo.
La experta reconoció que “por lo general, cuando los niños tienen 3 años saben la diferencia entre un hombre y una mujer, un niño y una niña. La mayoría de ellos puede decir correctamente: ‘soy una niña, ‘soy un niño’”.
“También es importante entender que a pesar de que los niños saben qué sexo son a esa edad, no entienden que el sexo es permanente. Los niños normales pueden creer realmente que si un hombre se viste como una mujer, él es una mujer. La idea de la permanencia del sexo biológico no se forma en el desarrollo cognitivo del niño hasta los 7 años”, aseveró.
En su experiencia profesional, destacó que “las interacciones positivas con el padre del mismo sexo son lo que ayudan a los niños a comprender lo que significa para ellos ser un niño o una niña”.
Con referencia a permitir que “drag queens” lean cuentos sobre transexualismo a niños, como ocurre en Estados Unidos, la Dra. Cretella dijo que esto “los adoctrina en pensar que su sexo es meramente externo” y que “llegarán a creer que su sexo es lo que quieren sea, sin embargo, es peligroso desde el punto de vista psicológico”.
“Antes de 2013 la mayoría de los médicos y terapeutas lo trataron como un trastorno claro y se estimó que menos del 1% de niños presentaría confusión o desorden de identidad de género”, explicó la doctora.
Luego, informó que el Reino Unido ha tenido un aumento de 930% en el número de niños referidos a “clínicas de género” en los últimos seis años, incluyendo algunos tan jóvenes como 3 y 4.
“Ha habido aumentos astronómicos en todo el mundo, incluyendo en los EE.UU. y Canadá. Y tiene sentido porque estamos bombardeados por las mentiras en las redes sociales, en la televisión, en los periódicos y revistas, y en las escuelas”.
“Por ejemplo, cuando los activistas dicen que la gente nace de esta manera, pero sabemos que si ese fuera el caso, no estaríamos viendo un aumento tan grande como cuando hay un ambiente que lo promueve. Este es un fenómeno social”, sentenció la especialista.
Finalmente, la Dra. Cretella aseveró que sí existe una conexión entre las familias disfuncionales y la disforia de género porque en “la literatura psiquiátrica está bien documentado que muchas familias con niños confundidos sobre su sexo tienen una familia” de estas características.
“Los ejemplos incluyen una madre autoritaria, padre distante, depresión severa en la madre, problemas de la gerencia de la cólera en el padre y divorcio”, añadió.
“Es malo alentar una mentira. Sabemos que nadie nace transexual. Sabemos que es un mito. Tristemente está siendo promovido por un montón de profesionales médicos, los medios de comunicación y educadores. Pero no es cierto. Si reforzamos esta mentira, en realidad estamos animando al niño a desarrollar una falsa creencia inamovible”, indicó la especialista en una entrevista concedida al National Catholic Register.
En ese sentido, dijo que lo que se provoca es “que el niño crea algo que no es cierto acerca de sí mismo. Y si el engaño se refuerza, el niño eventualmente se introducirá hormonas que lo vuelven estéril, que dañan los huesos, dañan el desarrollo del cerebro, y aumentan el riesgo de un accidente cerebrovascular, diabetes y cáncer”.
En un reciente estudio publicado el 20 de junio en The New Atlantis, que resume 50 estudios independientes y revisados, se advirtió que el uso experimental de “bloqueadores hormonales de pubertad” para tratar la “disforia de género” (discordancia o malestar con el cuerpo o el sexo biológico) no cuenta con soporte científico y podría plantear graves riesgos en niños.
Además, afirma que este tratamiento se ofrece “sin las garantías habituales” de este tipo de terapias experimentales, tales como “ensayos clínicos cuidadosamente controlados, así como estudios de seguimiento a largo plazo”.
En la actualidad, en Estados Unidos algunas bibliotecas públicas, como las de Nueva York , Boston y San Francisco, se promueve el transexualismo al permitir “narraciones de cuentos de drag queens” para niños en edad preescolar. También, existen escritos de este tipo comoConociendo a Teddy o Soy Jazz.
Otro ejemplo es una escuela primaria judía ortodoxa de Gran Bretaña, que fue amenazada con ser clausurada después de que los inspectores del gobierno determinaran que violaba la ley por no enseñar sobre transexualismo.
En este contexto, la Dra. Cretella indicó que este tipo de políticas públicas representan “un experimento social masivo y descontrolado” a pesar de que sabe que “los niños pequeños, la gran mayoría de ellos, hasta en el 95% de los casos, se identifican con su sexo biológico una vez que pasan por la pubertad”.
Lo que los padres deben tener en cuenta
En ese contexto, la pediatra sostuvo que los padres de familia que tienen un hijo que piensa que es del sexo “equivocado”, deben primero intentar aclarar el lenguaje.
“Es importante que los padres y los niños comprendan que nuestros genes, nuestro ADN, determinan nuestro sexo. Estamos hablando de dos cosas aquí: el sexo biológico, que no puede ser cambiado y está conectado por el ADN; y la identidad de género, que es acerca de cómo nos sentimos y pensamos acerca de nuestro sexo biológico”, dijo.
La experta reconoció que “por lo general, cuando los niños tienen 3 años saben la diferencia entre un hombre y una mujer, un niño y una niña. La mayoría de ellos puede decir correctamente: ‘soy una niña, ‘soy un niño’”.
“También es importante entender que a pesar de que los niños saben qué sexo son a esa edad, no entienden que el sexo es permanente. Los niños normales pueden creer realmente que si un hombre se viste como una mujer, él es una mujer. La idea de la permanencia del sexo biológico no se forma en el desarrollo cognitivo del niño hasta los 7 años”, aseveró.
En su experiencia profesional, destacó que “las interacciones positivas con el padre del mismo sexo son lo que ayudan a los niños a comprender lo que significa para ellos ser un niño o una niña”.
Con referencia a permitir que “drag queens” lean cuentos sobre transexualismo a niños, como ocurre en Estados Unidos, la Dra. Cretella dijo que esto “los adoctrina en pensar que su sexo es meramente externo” y que “llegarán a creer que su sexo es lo que quieren sea, sin embargo, es peligroso desde el punto de vista psicológico”.
“Antes de 2013 la mayoría de los médicos y terapeutas lo trataron como un trastorno claro y se estimó que menos del 1% de niños presentaría confusión o desorden de identidad de género”, explicó la doctora.
Luego, informó que el Reino Unido ha tenido un aumento de 930% en el número de niños referidos a “clínicas de género” en los últimos seis años, incluyendo algunos tan jóvenes como 3 y 4.
“Ha habido aumentos astronómicos en todo el mundo, incluyendo en los EE.UU. y Canadá. Y tiene sentido porque estamos bombardeados por las mentiras en las redes sociales, en la televisión, en los periódicos y revistas, y en las escuelas”.
“Por ejemplo, cuando los activistas dicen que la gente nace de esta manera, pero sabemos que si ese fuera el caso, no estaríamos viendo un aumento tan grande como cuando hay un ambiente que lo promueve. Este es un fenómeno social”, sentenció la especialista.
Finalmente, la Dra. Cretella aseveró que sí existe una conexión entre las familias disfuncionales y la disforia de género porque en “la literatura psiquiátrica está bien documentado que muchas familias con niños confundidos sobre su sexo tienen una familia” de estas características.
“Los ejemplos incluyen una madre autoritaria, padre distante, depresión severa en la madre, problemas de la gerencia de la cólera en el padre y divorcio”, añadió.
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