El mal utiliza siempre las creencias propias de cada época, asegura el divulgador O'Connor
Aliens, universos paralelos, viajes en el tiempo... ¿trampas del diablo para «hablar» con el hombre?
El simple hecho de entablar un diálogo con un ser no racional podría ser la puerta de entrada para el demonio, o para el mismo anticristo. "El diablo usó a la serpiente para dialogar, y Eva estuvo dispuesta a mantener aquella conversación. El diablo quiere dialogar con la humanidad a través de las mentiras del mundo moderno", defiende el divulgador Daniel O'Connor en la web He’s Coming.
La práctica de la güija, creer en la existencia de extraterrestres, en los viajes en el tiempo, en tecnologías que puedan acceder a la mente humana, en la posibilidad de universos paralelos… todos estos elementos podrían convertirse, para O'Connor, en un cebo del demonio para entablar un diálogo con el hombre, como ya ocurrió, en el libro del Génesis, con Eva y la serpiente.
Nunca debió dirigirle la palabra
"Aunque este diálogo no es, en realidad, todo lo que el diablo ansía, ya que, al fin y al cabo, trabaja para llevar almas al infierno, él sabe que su obra puede empezar con una simple e 'inocente' charla", escribe O'Connor. Para el divulgador, la Caída nunca habría sucedido si Eva se hubiera negado a dialogar con una serpiente hablante.
"Es ridículo que le hablara a una serpiente. Eva sabía muy bien que las únicas criaturas hechas a imagen de Dios, y que utilizaban la razón, eran Adán y ella. ¿Por qué charló, entonces, con un animal? Eva sabía que algo iba mal", comenta Daniel. Y, advierte, de que "Eva nunca debía haberle dicho ni una palabra a la serpiente. Tenía que haberse marchado inmediatamente, y si le hubiera dicho algo, debía haber sido simplemente: '¡Fuera Satanás!'".
Para O'Connor, el diablo puede esconderse detrás de creencias como los extraterrestres.
"Aunque la Biblia cuenta con episodios en los que se 'habla' con animales de ninguna manera se trata de un diálogo racional. Era Dios mismo hablándole a alguien concreto. Dios había decidido usar a un animal como instrumento (al igual que podría usar una nube, un arbusto en llamas o cualquier otra cosa). Los exorcistas, también, tienen muchas historias reales de animales que hablan bajo la influencia demoníaca. Pero, en ningún caso, es la propia voluntad del animal la que provoca estos fenómenos", puntualiza el divulgador.
Sin embargo, ese mismo diálogo que mantuvo la serpiente con Eva, hoy lo tiene el demonio con millones de personas en todo el mundo. "Si no tienes los pies sobre los cimientos de la fe y la razón, sucumbirás a sus tácticas. El hombre moderno lleva varias generaciones sumergido en la dictadura del relativismo, atado con los 'grilletes' de la razón, y ya solo es capaz de ser despertado por los engaños de la ciencia ficción", asegura O'Connor.
Un ejemplo de este diálogo es la propia güija. "No sé cómo funciona. Pero hago la pregunta y me lleva a las respuestas que necesito. ¿Por qué tener una mente tan cerrada?, se pregunta la gente", comenta O'Connor. Y, añade: "Si una pieza de cartón que da respuestas es una tontería, ¿por qué hay que oponerse a ello? La güija es ese tipo de 'tontería' que ofrece al diablo un medio para comunicarse directamente contigo. Has elegido deambular fuera de la seguridad espiritual de la fe y de la razón, y has elegido abrir un canal potencial de comunicación con los demonios", explica.
El Congreso de EE.UU y la NASA están trabajando activamente en el tema de los ovnis.
Pero este diálogo no ocurre únicamente en prácticas explícitamente satánicas, como pueda ser el ocultismo. "Reemplace 'güija' por aliens u otros seres, y te expondrás a riesgos similares", advierte O'Connor. "Los médiums animales son cada vez más populares. Personas de todo el mundo reciben órdenes directamente del infierno. Uno debe darse cuenta de que es absolutamente imposible que un gato use la razón y, por lo tanto, que tenga alguna pauta racional que dar", comenta el divulgador.
"Las llamadas 'abducciones extraterrestres' son también bastante comunes hoy en día, la gente dice transmitir experiencias vividas con 'alienígenas', cuando, en realidad, no hacen más que dar crédito a los dictados de los demonios", señala O'Connor.
Sin embargo, lo más preocupante para el divulgador es que estos supuestos contactos con seres extraterrestres acaben por oficializarse. "Me preocupa el día en el que nuestros dirigentes emitan un comunicado afirmando que se han puesto en contacto con extraterrestres. Llevan años trabajando para esto. Se puede ver en las reuniones que celebra el Congreso de los EE. UU. sobre 'ovnis'. La NASA también se está centrando en este tema, y no tengo ninguna duda de que pueden ser los que anuncien el primer contacto con extraterrestres", explica O'Connor.
La forma de contactar más "eficaz"
Este posible vínculo con extraterrestres es la fórmula de contactar más peligrosa de todas las que utiliza el demonio, asegura O'Connor. "Es la temática potencialmente más catastrófica de todas, la que, gracias a décadas de películas de ciencia ficción, más expectativas concentra. Además, sospecho que esta creencia puede ser una 'droga de entrada' para después sucumbir a errores cada vez más graves. Pasar de ser 'agnóstico' en la cuestión de los extraterrestres (como parece ser la mayoría), a creer en ellos, puede resultar algo sencillo. Para, después, aceptar cosas cada vez más irracionales", señala el divulgador.
El tema de los extraterrestres abre una caja que, después, será muy difícil de cerrar y que, de facto, propone elementos antagónicos con el propio cristianismo. "De repente, nuestra fe, se convierte en una cosa más en un mundo superlativo. Y, entonces, en ese momento, muchos se podrían decir: quizá Dios sea miles de personas en una, quizá Jesucristo solo es la más pequeña de las muchas encarnaciones de Dios, quizá hay trillones de otras Inmaculadas Concepciones…", apunta O'Connor.
El divulgador advierte de que la ciencia no se debería convertir en una nueva religión.
Para el divulgador, otro de los peligros en esta cuestión es hacer de la ciencia una religión. "Lo que el demonio solo había conseguido en algunas pocas personas, lo puede lograr, ahora, en millones de ellas a través de la ciencia. Muchos creyentes modernos suelen evitar oponerse a lo que dicen los científicos. Si estos dicen que hay extraterrestres, viajes en el tiempo, o alguna tecnología que puede acceder directamente a la mente, muchos harán suyas estas afirmaciones", advierte.
O'Connor concluye su publicación comentando que no toda la ciencia ficción debe tener conexiones malignas. "No hay nada de malo en disfrutar de ciertas obras de ficción. ¡A mí mismo me encanta la trilogía de CS Lewis!, y disfrutar con la película de 'Signs', donde aparecen extraterrestres. La clave es, simplemente, que no debemos permitir que la ficción se convierta en las gafas a través de las cuales consideremos lo que es posible en el mundo real", concluye.