Martes, 03 de diciembre de 2024

Religión en Libertad

Si no hubiese un orden y un fin no podría haber ciencia, sostiene John G. West

El Diseño Inteligente, «tesis-guía de la investigación científica»... incluso para quienes lo niegan

John G. West.
John G. West defiende desde hace más de veinticinco años la tesis del Diseño Inteligente.

ReL

Resignémonos: Dios no existe y la prueba científica de ello es el evolucionismo...

¿En serio? En realidad, puesto que se sustrae a los criterios y los cánones de la ciencia, el evolucionismo no prueba nada de nada. Al contrario: la investigación científica, hoy y siempre, muestra que la naturaleza entera no hace sino evidenciar una finalidad y un proyecto ordenado, inteligente.

Es precisamente esta hipótesis, llamada Diseño Inteligente, la que consigue un éxito científico tras otro. Estudiosos, investigadores y auténticos referentes la documentan. Después se detienen. Hacen ciencia y no invaden ámbitos filosóficos y teológicos. No es que esté prohibido hacerlo, pero los popurrís resultan indigestos para la honestidad intelectual.

Entre los abanderados más serios del Diseño Inteligente hay también científicos no creyentes, mientras que entre los creyentes hay de todos los credos. Diciéndolo claramente, el Diseño Inteligente es pura y simple apologética de la razón y del sentido común. Punta de diamante del Diseño Inteligente en el mundo es, desde hace años, el Center for Science and Culture del Discovery Institute de Seattle, en Estados Unidos.

El Discovery nació en 1991 y el Center fue creado en 1996 por el historiador de la ciencia Stephen Meyer y por John G. West. Filósofo de la Ciencia, vicepresidente del Instituto y director ejecutivo del Centro, West, católico, habla de ello con Marco Respinti en el mensual italiano de apologética Il Timone (nº 222, noviembre de 2022).

-¿En qué discrepan el evolucionismo y el Diseño Inteligente?

-Simple. Para la evolución darwiniana la naturaleza es un subproducto accidental de la materia bruta y de la energía, donde "el hombre es el resultado de un proceso naturalista sin objetivo", según el biólogo George Gaylord Simpsom. Por el contrario, el Diseño Inteligente es la idea según la cual la naturaleza manifiesta con evidencia existir para un fin, seguir un proyecto: en resumen, haber sido prevista. Dicho de otro modo, la naturaleza refleja la genialidad de un artista excelente en vez de ser el resultado casual de un proceso ciego.

-Un choque relevante también a nivel social...

-Ciertamente. Si los seres humanos son solo animales que surgieron como resultado involuntario de la "supervivencia del más apto", el camino de los abusos se abre de par en par, desde la negación de la existencia de Dios a las justificaciones "científicas" del racismo, pasando por el empeño en criar seres humanos como ganado a través de la eugenesia. La concepción darwiniana, que describe la vida humana como un incidente sin ningún tipo de dignidad intrínseca y de bien superior, es desconsoladora.

»En cambio, el Diseño Inteligente exalta el valor intrínseco del hombre. Nuestras vidas tienen un significado y un valor porque somos el resultado intencional de quien nos ha creado como una obra maestra. Como dijo el Papa emérito Benedicto XVI, "no somos el producto casual y sin sentido de la evolución. Cada uno de nosotros es el fruto de un pensamiento de Dios. Cada uno de nosotros es deseado, amado, necesario".

-¿Cómo nace la idea del Diseño Inteligente?

-El Diseño Inteligente es una de las concepciones fundamentales presentes en la historia de la civilización humana. Tiene raíces profundas en la tradición judía y cristiana, pero está presente con fuerza también entre pensadores no cristianos. Los Salmos cantan una naturaleza que revela las pruebas del propio Creador y el Libro de la Sabiduría dice: "Pues por la grandeza y hermosura de las criaturas se descubre por analogía a su creador" (13,5). Para Jesús, San Pablo y los Padres de la Iglesia la naturaleza ofrece las pruebas de la sabiduría, la previsión y el arte de Dios. Teófilo, obispo de Antioquía en el siglo II, sostenía que Dios "se ve y se percibe a través de las propias... obras", entre las cuales también están la regularidad de los procesos observados de la astronomía, la botánica, la zoología y la ciencia de los ecosistemas. nY así también lo sostenían filósofos no cristianos como Platón, Cicerón y Al-Ghazali.

-¿Está diciendo que el desarrollo de la ciencia es deudora del Diseño Inteligente?

-Absolutamente sí. Es más, la idea de que la naturaleza está modelada según un proyecto no casual, es precisamente el punto de partida de las ciencias naturales modernas. La hipótesis de trabajo de los primeros científicos era, precisamente, que la naturaleza había sido proyectada de manera inteligente. Por eso la estudiaban. Lo hacían esperando gobierno, orden, leyes, no un caos incomprensible. Porque, si así fuera, ¿cómo se podría estudiar una naturaleza tan poco fiable?

Estructura microscópica.

Las estructuras de la naturaleza pueden estudiarse racionalmente porque obedecen a leyes en cuyo descubrimiento consiste la ciencia. Foto: Daniele Levis Pelusi / Unsplash.

-¿Y hoy? ¿El Diseño Inteligente sigue desempeñando hoy esta función impulsora?

-¡Claro que sí! También hoy la investigación científica tiene lugar solo porque los científicos, so pena la imposibilidad de efectuar cualquier estudio natural, dan por descontado que los fenómenos observados responden a criterios de orden y finalidad específicos. La esencia de gran parte de la investigación es exactamente esta: las cosas se estudian precisamente como si estuvieran planificadas y esto con el fin de poderlas comprender. La verdadera realidad es que el Diseño Inteligente es la tesis-guía de la investigación científica, incluso por parte de esos científicos que consideran infundado el Diseño Inteligente.

-La ciencia avanza con pasos de gigante. ¿Contribuye todo a reforzar las pruebas del Diseño Inteligente?

-Cuanto más se investiga la naturaleza, más revela la naturaleza una finalidad y un proyecto. Las leyes de la física y la química muestran una adecuación perfecta a la vida. En cada una de las células hay "máquinas moleculares" tan sofisticadas que, en comparación, la tecnología humana parece primitiva. En la base de la vida está el ADN, que obra como el código directivo de varios aspectos del desarrollo de los organismos, exactamente como actúa el software en un ordenador. Ahora bien, códigos y sistemas de información son el signo distintivo de una mente: es decir, de un proyecto inteligente. Según el bagaje completo de nuestros conocimientos, es sumamente arduo imaginar que la naturaleza pueda no ser el producto de un proyecto inteligente. Por consiguiente, no es sorprendente que el premio Nobel de Física Brian Josephson, de la Universidad de Cambridge, haya declarado: "La hipótesis del Diseño Inteligente es verdadera ciencia".

-¿Y quien sostiene que el evolucionismo desautorizaría el Diseño Inteligente?

-La evidencia muestra lo contrario. En primer lugar, es el mismo darwinismo el que postula que el universo es perfectamente adecuado para la vida. Partiendo de la base de que todo coge impulso de organismos que se autorreplican, el darwinismo no puede rechazar la idea de que el universo y el origen de la vida son fruto de un proyecto. Y cuando luego dice que a partir de ahí todo sería fruto de la casualidad, llega toda esa gran cantidad de datos proporcionados por las bacterias para poner en evidencia que ninguna mutación, por mínima que sea, puede atribuirse a una evolución ciega. El darwinismo, como mucho, puede explicar algunos pequeños procesos, pero los grandes cambios en la historia de la vida, como el origen de la plantas y los animales, es muy distinto. El evolucionismo atribuye todo a las mutaciones casuales del ADN, pero se sabe que en los organismos dichas mutaciones son perjudiciales o neutras. El bioquímico Michael Behe, el biólogo molecular Douglas Axe y otros están estudiando seriamente este punto.

-Entonces, ¿por qué tantos científicos siguen difundiendo el darwinismo?

-Creo que es por razones culturales, no científicas. El renombrado genetista italiano Giuseppe Sermonti (1925-2018) definió el darwinismo como "la corrección política" de la ciencia. Tenía razón. Muchos son darwinistas por moda, otros porque sería la "justificación" científica del ateísmo.

-¿Quién apoya el Diseño Inteligente en el mundo?

-Hay científicos y organizaciones en Europa, Suramérica, Oriente Medio, Asia y África. En Italia está el Centro Italiano para el Diseño Inteligente, inaugurado oficialmente con un congreso que tuvo lugar en junio, donde me concedieron el honor de presentar una ponencia. Y en del Discovery Institute, en Estados Unidos, hacemos nuestra parte...

Traducido por Verbum Caro.

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