«Cartas a Dios» se pre-estrenará en más de 20 capitales españolas ante al pedido del público

El obispo de San Sebastian, monseñor José Ignacio Munilla, presidirá la premier de la película "Cartas a Dios" que tendrá lugar mañana en la capital donostiarra.

El pase especial de esta película, se suma así a los cerca de 25 pre-estrenos que van a tener lugar en más de 20 capitales españolas, la mayoría de ellos dirigidos directamente desde las delegaciones de Medios de Comunicación y Juventud de los obispados de cada ciudad.

"Cartas a Dios" se estrenará en toda España el próximo 15 de abril, habiendo sido seleccionada además por la Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011, dentro de su plan de estrenos en preparación a la llegada del Papa en agosto.

El filme dirigido por el francés Eric-Emmanuele Schmitt cuenta la historia de Oscar, un niño de diez años que está ingresado en un hospital infantil. Ni los médicos ni sus padres se atreven a contarle la verdad sobre su enfermedad. Sólo Rosa, la mujer malhumorada que le lleva sus pizzas, habla con él directamente. Para mantener su mente activa, Rosa le sugiere un juego a Oscar: Vivir como si cada día a partir de ahora contase como si fuesen 10 años. De este modo, ella le ofrece vivir toda una vida en tan sólo unos pocos días. Además, para tratar de conseguir que Oscar se abra y hable con mayor facilidad, Rosa le propone que se lo cuente por escrito a Dios.
 
En sus cartas, Oscar confiesa su dolor y sus preocupaciones pero también le cuenta a Dios sus alegrías, su primer amor y le describe la velocidad a la que pasa el tiempo...¡Nada menos que una década al día!. Una amistad única va creciendo entre Oscar y Rosa. Ninguno de los dos se da cuenta de lo mucho que esta complicidad va a cambiar su destino.

Realismo mágico
En su pre-estreno madrileño hace que tuvo lugar el pasado 20 de marzo, "Cartas a Dios" llenó la sala de los cines Palafox al que asistió el director de la película. Durante su intervención antes del inicio del filme, Eric-Emmanuele Schmitt destacó que esta obra es una expresión de lo que él llama el "realismo mágico" de la vida.

El cineasta reconoció que el rodaje de la película se llevó a cabo entre las lágrimas y las risas de los actores y personal de la producción, entre los que destacó la presencia de los niños. 

Según Schmitt son éstos los que mejor que ninguno son capaces de "ver y desvelar lo invisible de lo visible" ya que "viven inmersos en el misterio", "su mundo es el misterio", es decir, que para ellos "el misterio es lo normal".

Al final de la visualización de la película, el público asistente ovacionó de pie y con aplausos, reconociendo la calidad de la obra cinematográfica.