Irán felicita por Navidad, pero persigue sin piedad
En el día de ayer, 24 de diciembre, mientras que muchas familias ultimaban los preparativos gastronómicos para celebrar la venida del Niño Dios y alguno que otro participó en la novedosa modalidad de alterne conocida como "tardebuena", la tuitosfera (los contenidos de la red social X, aún conocida como Twitter) dejaba contenidos muy interesantes.
Lógicamente, la cuestión navideña ocupó buena parte de la conversación, algo que se puede corroborar de una manera bastante cualitativa, sin estudios pormenorizados y granulares de cada uno de los distintos datos estadísticos que se registran. Ahora bien, dentro de la misma hay distintos enfoques y "subtendencias".
De todo lo que uno se pudo encontrar, hay que decir que hubo un contenido que llamó bastante la atención y dio bastante que hablar: una video-felicitación navideña en español publicada por la embajada de la República Islámica de Irán en Madrid, en el que se hizo una mención a Jesucristo. Este es el siguiente:
Desde la Embajada de la R. I. de Irán en Madrid felicitamos la Natividad de Jesucristo y la llegada del año nuevo. Les deseamos a todos un año lleno de paz y prosperidad. Felices fiestas 🎄 pic.twitter.com/qroOcMayAI
— Embajada de Irán en España (@IraninSpain) December 23, 2023
Para ser precisos, la emoción llegó a ciertos sectores del cristianismo sociológico español, igualmente enmarcados en la clásica región derecha en el espectro político. Hasta cierto punto, hay un motivo de comprensión, pero eso no quita que debamos de tener la necesaria cautela.
Es cierto que no hay una analogía considerable entre las enseñanzas de Cristo y las enseñanzas de Mahoma a fin de cuentas. No hablamos de alguna desviada interpretación de ese mismo cristianismo (cuya base fue lo que entenderíamos como catolicismo) como pudiera serlo el protestantismo.
Es cierto también que, a priori, la actitud del community manager de las redes sociales de la embajada iraní en España dista mucho del comportamiento habitual de la progrez imperante, cuyas contribuciones dialécticas son inocentemente asumidas por alguno que otro en ciertas conversaciones coloquiales.
Me refiero a la "ya costumbre" de omitir el término de la Navidad y su afán por reemplazarlo por el vacuo genérico "fiestas", dentro de ese interés en eliminar sin piedad cualquier evidencia de la presencia de Dios en nuestra sociedad (en este caso, se celebra el nacimiento del Niño Dios).
Con lo cual, es lógico que alguno que otro se sorprendiese en una actitud de contraste con la de personalidades como Pedro Sánchez, Yolanda Díaz y Mónica García, en referencia a entidades como cualquier partido de izquierdas o entidad (de índole diversa) entregada en la totalidad a la ideología woke.
Ahora bien, no hay que despistarse.
Territorio hostil para los cristianos
Más de 84 millones de personas habitan en Irán. De estas, menos de un 2% profesan el cristianismo en cualquiera de sus interpretaciones (la mayoría de estos son de origen armenio o asirio). Por el contrario, una amplísima mayoría de la población es musulmana (la mayoría, de corte chií).
El cristianismo representa, evidentemente, una minoría. Esto es preocupante, básicamente, porque se trata de una minoría totalmente perseguida. De acuerdo con la World Watch List (edición de 2023) de la entidad Open Doors, Irán es el octavo país del mundo más hostil para los cristianos.
El nivel de persecución se considera como extremo. Dos tercios de los supuestos incidentes implican el uso de violencia mientras que, en más del ochenta por ciento de los casos, se ejerce una fuerte presión sobre las esferas eclesiales, nacionales, comunitarias, familiares y meramente privadas.
Asimismo, a no pocos cristianos conversos se les ha condenado a prisión bajo la acusación de comisión de "delitos contra la seguridad nacional" mientras que aquellas comunidades históricas reconocidas por el Estado (armenios y asirios) no son tratados legalmente en igualdad, vetándose el uso del persa en sus labores de divulgación.
Todo esto se debe, en gran medida, a que la legislación iraní debe de ser prescrita en conformidad con la Sharia, con la Ley Islámica. Se establece una especie de consejo supervisor que depende directamente de los ayatolás, los máximos responsables de la teocracia instalada en este territorio.
Amiga de los enemigos de Occidente
La tuitosfera española también suscitó otra interesante polémica en la que se sugería que el territorio de los ayatolás era bastante idóneo en contraposición con una Europa que no deja de tener sus problemas. Hubo incluso cierto negacionismo de la opresión islámico-ayatolá. Pero no voy a centrarme en este episodio como tal.
La cuestión, para empezar, es que el verdadero Occidente no es la degeneración woke y socialdemócrata (expresión del Bienestar del Estado) así como tampoco un mero tinglado de intereses militaristas de corte "neocon" que están compartidos entre el Pentágono, la CIA, la OTAN y ciertos "cascos azules".
Yo entiendo Occidente como todo ese conjunto de frutos desarrollados para con la Civilización Cristiana, con las correspondientes aportaciones de la herencia grecorromana europea, sin dejar de considerar a los judíos como nuestros hermanos mayores. Lo entiendo como respeto a la dignidad de la persona y a las libertades concretas.
Esa idea de Occidente nos ha permitido afirmar, durante siglos, que los distintos hijos de la Revolución han ido en contra del mismo. El Occidente cristiano no es compatible con su idea de sociedad sin Dios, en la que la religión se combate con violencia, con preceptos demoníacos, para instaurar un orden opresor y empobrecedor.
De hecho, la correspondiente oposición a Dios les ha permitido aliarse con el Islam, aunque a posteriori choquen en contradicciones (por ejemplo, a cuento de las aberraciones de género en ciertas escuelas de Inglaterra y de Canadá). Es más, ellos no lo han hecho de una manera tan despistada, aunque ciertas incongruencias sean notorias y descaradas.
Vemos, a modo de ejemplo, cómo los islamistas palestinos de Hamas aplauden a figuras políticas como el dictador posmoderno Pedro Sánchez y cómo resultan ser menos criticados por quienes de manera machacona nos hablan de los "pseudoderechos" y criminalizan a todo aquel que no es rehén suyo en las causas del "marxismo cultural".
De todos modos, lo interesante, en un plano geopolítico (asunto complejo, algo que hay que reconocer), es que la teocracia iraní y ayatolá no tiene entre sus aliados a ningún Estado en el que en algún momento se haya podido disfrutar de un nivel considerable de libertad (casos occidentales).
Aparte de estar del lado de Hamas, organización encargada de amenazar al único territorio de Oriente Medio donde los cristianos y los musulmanes pueden disfrutar de un amplio nivel de libertad religiosa y de prosperidad material, suelen hacerle el guiño a algún que otro país con cierto nivel de simpatía hacia el comunismo.
Tenemos el caso de Rusia, cuyo mandatario, el sátrapa Vladimir Putin (que no es, ni de lejos, el prometido Salvador de la Cristiandad Europea), tiene nostalgia hacia la Unión Soviética. Pero vemos también las simpatías hacia China (cuyas directrices neocomunistas se importan en Occidente) y los guiños de los países hispanoamericanos del Grupo de la Puebla.
Por otro lado, no olvidemos que Europa Occidental está en riesgo de islamización, con la colaboración correspondiente del tinglado woke. Una islamización que no solo está alterando algunos registros civiles, sino que, ante el pasotismo de otros y una notoria secularización, va marcando territorios, a costa de nuestra civilización y de nuestras libertades.
En cualquier caso, una vez dicho esto, es importante recordar de que la batalla contra el Mal no puede permitirse ciertos despistes. El cristiano ha de ser contrarrevolucionario por cuanto y en tanto se pueda alcanzar el Reinado de Cristo desde abajo, desde una sociedad orgánica cristiana, que no esté corrompida por falsas religiones cualesquiera.