Tu Matrimonio como Dios lo pensó.
Seguid las señales. Comentario para Matrimonios: Marcos 16, 15-20
EVANGELIO
Proclamad el Evangelio a toda la creación.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 16, 15-20
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los once y les dijo:
«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación.
El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado.
A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos».
Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
Ellos se fueron a predicar por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban.
Palabra del Señor.
Aviso:
Retiro en Badajoz: 28-30 de abril. Quedan plazas libres.
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Seguid las señales.
Ellos se fueron a predicar (la verdad, la grandeza y la belleza del matrimonio y la familia) por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban. Con esta frase se describe la labor misionera de Proyecto Amor Conyugal, este Proyecto que tú nos encomendaste hace más de 20 años.
Aterrizado a la vida matrimonial:
Ana está enamorada del Señor, tanto que no quiere ofenderle por nada del mundo. Esta unión con Él le da una fuerza sobrehumana para asumir situaciones difíciles en su matrimonio, situaciones en las que la mayoría de los esposos sucumbirían. Por ejemplo, ante una confrontación, ve rápidamente su pecado de soberbia y saca la bandera blanca pidiendo perdón de inmediato a su esposo por adoptar una actitud “en contra” de él, aun incluso cuando él haya empezado la trifulca.
Andrés está enamorado de su esposa, tanto que reconoce en su amor por ella el amor de Cristo que se va apoderando de su débil afectividad humana. Esto hace que frente a las injusticias que ella pueda cometer con él, él experimente una ternura sobrehumana que ni él mismo se puede explicar.
Ana y Andrés viven entre ellos una relación maravillosa que cada vez va a más. Ambos reconocen los signos de Cristo entre ellos, y también los de su alrededor. Esto les permite a ambos transmitir por todas partes el Evangelio del Matrimonio.
Madre,
¿Qué haríamos sin las señales de Cristo? Tú nos dijiste “seguid las señales”. Y realmente vemos las señales. Gracias Madre por mostrarnos el camino y acompañarnos en él.