Sobre la Jornada Mundial de los Pobres

Me ha llamado profundamente la atención el gesto que ha tenido el Papa Francisco para el inicio de la Jornada Mundial de los Pobres. Además de eso, realmente me cuestiona, me desafía, es un verdadero gesto cristiano (como todos los que ha tenido este Pontificado). Me explicaré:

La elegancia de las mesas, las copas, cubiertos, meseros, etc… esto resalta, no porque sea lujoso, sino porque es para los pobres. En esto quiero detenerme un momento.

La Iglesia – a diferencia de ciertos socialismos decadentes del siglo XXI – no empobrece a los ricos sino que enriquece a los pobres, los hace conscientes de su dignidad como personas, de lo que valen, de lo que merecen, y de cómo están llamados a participar del Reino Celestial. Este ambiente invita a elevar el espíritu y también la mirada de sí mismos, porque pobreza no quiere decir miseria.

Luego, es importante recordar aquel episodio de los Hechos de los Apóstoles, donde comprendieron que no podían dedicarse a servir las mesas de los pobres porque su misión era la palabra y los sacramentos, así que escogieron a otros varones santos para este ministerio (Hch 6,3). Esta pequeña observación, solo para recordar que la misión principal del sacerdote es lo único que sólo él y nadie más puede hacer (predicar y celebrar los sacramentos). Algunos curitas van perdiendo su identidad sacerdotal para convertirse en expertos de la ayuda social, descuidando su ministerio, bajo una lógica materialista de que lo más importante es erradicar la pobreza material. Esto corresponde a aquellos laicos que tienen esta vocación. En este domingo que se habla de talentos, recordar que cada uno será juzgado de acuerdo a lo que se le ha pedido, todo y solo lo que se le ha pedido.

¡Dios los bendiga!
@stevenneira