"El sueño de las espigas" del padre David López
Hace poco más de un mes Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo publicaba en Alfa y Omega la información sobre un libro del padre DAVID LÓPEZ MORENO, OMI, que narra el martirio de los 22 Oblatos Misioneros de la Inmaculada, que fueron beatificados en 2011.
[Los novicios beatos Cecilio Vega, 23 años; Publio Rodríguez, 23 años; Juan Pedro Cotillo, 22 años; José Guerra, 22 años; Francisco Polvorinos, 26 años. Foto Oblatos]
Fueron 22 religiosos, la mayoría jóvenes entre 18 y 26 años, fusilados en el Madrid de 1936. Todos pertenecían a la casa de formación de los oblatos, en Pozuelo de Alarcón. «Ninguno se había metido en política ni en ninguna pastoral activa de importancia», afirma el oblato David López Moreno, autor de El sueño de las espigas, libro en el que relata el martirio de esta «comunidad mártir» y del laico asociado a su causa, Cándido Castán, víctimas todos ellos de la persecución religiosa de los años 30 en España.
¿Por qué lo mataron? «Esa es la pregunta fundamental de los procesos de beatificación», responde el autor de la investigación. «La única motivación es el odio a la fe. Los mataron por ser cristianos, y a Castán además por su condición de laico comprometido en el mundo del sindicalismo católico», añade.
Para López Moreno, «siempre habrá quien ponga excusas políticas y razones colaterales», pero «hay que distinguir entre lo que son víctimas de la Guerra Civil y de la persecución religiosa. Son dos realidades que coinciden en el mismo período histórico pero que tienen causas y motivaciones diferentes».
En este sentido, los mártires son «personas que no tienen nada que ver con la guerra», gente «a la que van a buscar a su casa o a su convento para fusilarlos. No son víctimas de la guerra, son otra cosa. La motivación de su asesinato es religiosa. Se persiguió a la Iglesia y se quiso eliminar la fe de España», explica.
A la hora de investigar en la documentación de la causa y en otras fuentes, a López Moreno le ha llamado la atención que los oblatos «siendo tan jóvenes dieran testimonio de su fe ante la crueldad con la que los mataron».
En este sentido, «este grupo, por su juventud, puede ser un modelo para los jóvenes, de cómo pueden vivir su fe hoy de manera generosa, con fortaleza y valentía, y decir que son cristianos, sin miedos. El Señor les puede pedir cosas grandes y ellos con su gracia pueden responder».
El oblato también destaca la figura de Cándido Castán, «un cristiano comprometido en el terreno social, ferroviario, miembro del sindicalismo católico, que luchaba por la justicia social. Es un modelo para los laicos de hoy también». Además, este padre de familia es «un ejemplo de diálogo con los que piensan de manera diferente. Él tenía muy claras sus convicciones, pero eso no le impidió ser muy dialogante dentro del mundo del sindicalismo en el que se movía». Por último, todos ellos «son modelos de fe, de perdón y de amor, porque murieron perdonando».
La causa de este grupo de mártires, beatificado en el año 2011 en la catedral de la Almudena, sigue abierta, «aunque estamos a la espera de un milagro que podamos presentar a la Congregación para las Causas de los Santos», afirma el autor del libro, que ya está sirviendo «para que más gente les conozca y empiece a rezarles. Ojalá tengamos pronto noticias para su futura canonización».
Os invito a ver la presentación del libro: