La ONU de mi pueblo nos hace pensar (1). Modelo de sociedad
por Un obispo opina
LA ONU DE MI PUEBLO NOS HACE PENSAR (1)
MODELO DE SOCIEDAD
Se han celebrado ya las elecciones y los miembros de la O.N.U. de mi pueblo se siguen reuniendo y comentando los resultados obtenidos. Hay opiniones para todos los gustos.
En muchas cuestiones que tenemos planteadas, lo que está en juego es el modelo de sociedad en el que estamos o hacia el que vamos caminando.
Andrés: Quizá hay una tendencia a conseguir una sociedad de bienestar, pero hay que ver qué precio hay que pagar por ello. Naturalmente que todos queremos una sociedad de bienestar, pero también queremos una sociedad con valores morales y cívicos, con justicia, con respeto y con libertades... ¿Para qué queremos un bienestar material sin esos otros valores? ¿Tenemos los cristianos algo que decir y que hacer en este campo? ¿Tenemos claros los principios y enseñanzas de la Iglesia sobre la vida pública? No sé, pero me parece que no. Si acaso, tenemos interés en que la Iglesia diga lo mismo que pensamos nosotros en estas materias; de lo contrario, nos situamos en contra de ella y si desapareciese, mejor.
José: Sí, hombre, sí. Si lo que dice la Iglesia coincide con lo que digo yo, pues ¡viva la Iglesia! Pero si no hay coincidencia, no valen ni todos los Santos Padres juntos, ni todos los Concilios, ni el Magisterio de los Papas. Todos son unos anticuados; no están al día y, claro, la gente va viviendo al margen de la Iglesia. ¿Cómo es posible que todo un Presidente del Gobierno que se dice católico, se vuelva atrás en su promesa de no permitir el aborto y se haga responsable de cantidad de asesinatos de inocentes, permitiendo el aborto libre?
Juan: A mí, me da la impresión de que no se ha acabado de comprender lo que es ni la libertad ni el bien común. Hay políticos que, apenas elegidos, empiezan a repartir cargos bien remunerados a familiares y amigos; los hay que imponen por las buenas, normas de su propio partido sin que sean aceptadas por la mayoría de la sociedad; y los hay que se “forran” con cantidades importantes que son una vergüenza si es que les queda alguna. Cuando se afronta cualquier problema que se plantea en nuestra sociedad en el campo de la economía, hay que reconocer que nada es fácil ni sencillo en esta cuestión. Entran en juego muchos factores que hay que tener en cuenta en acuerdos, en pactos, en decisiones y en soluciones, pero siempre respetando la libertad y buscando el bien común.
Andrés añade: creo que después de las elecciones, el ambiente político ha cambiado. Se ha llegado a un cambio que, según se vaya actuando, veremos si es positivo o negativo.
Tengo la seguridad de que han influido mucho en la orientación del voto, los casos de corrupción. Es que han sido casos muy graves y muy escandalosos; cantidades enormes de muchos cargos de un signo y de otro, que han desestabilizado el orden social.
No soy técnico en la materia. No obstante, voy a opinar sobre algunas cuestiones desde el punto de vista moral. No hay derecho a que para algunos cargos políticos de responsabilidad se nombre a personas incompetentes que ni siquiera tienen el bachillerato y que si los dejan solos, te meten cada falta de ortografía que hacen reír a un alumno de primaria.
Lo económico tiene mucha importancia por las posibilidades que ofrece una buena situación económica. Por eso es uno de los grandes problemas con que se enfrentan los políticos al verse rodeados por familiares y amigos que buscan un cargo con ganancias sustanciosas. Y uno recuerda aquella frase latina: Mientras seas rico tendrás muchos amigos; cuando seas pobre, estarás solo.
Y sigue Salvaor: Pero hay que conjugar lo económico con otros valores. No podemos buscar lo económico a cualquier precio. Y quizá la polarización en la economía nos haga perder de vista otros valores que, en definitiva, han de repercutir en lo económico. Por ejemplo, los valores de la educación y de la formación de la juventud. Sin formación, un pueblo boyante en la economía puede derivar en una juventud pendiente de la droga o de otros vicios degradantes. Al referirme al campo educativo, no me refiero sólo al hecho de que haya suficientes centros escolares, sino al enfoque educativo que se imparte en ellos.
Y quiero referirme también a la emigración. Creo que no es suficiente centrarnos sólo en el reparto de los emigrantes que se ha hecho en la Unión Europea. Seguirán viniendo, porque la emigración no puede parar ya que en sus países se están muriendo de hambre. Y pienso ¿No sería mejor ayudar a esos pueblos de los cuales con frecuencia hemos abusado trayéndonos a nuestras tierras cantidad de bienes que antes eran suyos y que ahora son nuestros? ¿No habría que optar por crear allí empresas que pudiesen ofrecer puestos de trabajo, para que pudiesen valerse por sí mismos?
Repito que no soy técnico es estos temas, pero aplico mi sentido común para reflexionar sobre los mismos y veo que no están separados y se implican unos y otros.
José Gea
MODELO DE SOCIEDAD
Se han celebrado ya las elecciones y los miembros de la O.N.U. de mi pueblo se siguen reuniendo y comentando los resultados obtenidos. Hay opiniones para todos los gustos.
En muchas cuestiones que tenemos planteadas, lo que está en juego es el modelo de sociedad en el que estamos o hacia el que vamos caminando.
Andrés: Quizá hay una tendencia a conseguir una sociedad de bienestar, pero hay que ver qué precio hay que pagar por ello. Naturalmente que todos queremos una sociedad de bienestar, pero también queremos una sociedad con valores morales y cívicos, con justicia, con respeto y con libertades... ¿Para qué queremos un bienestar material sin esos otros valores? ¿Tenemos los cristianos algo que decir y que hacer en este campo? ¿Tenemos claros los principios y enseñanzas de la Iglesia sobre la vida pública? No sé, pero me parece que no. Si acaso, tenemos interés en que la Iglesia diga lo mismo que pensamos nosotros en estas materias; de lo contrario, nos situamos en contra de ella y si desapareciese, mejor.
José: Sí, hombre, sí. Si lo que dice la Iglesia coincide con lo que digo yo, pues ¡viva la Iglesia! Pero si no hay coincidencia, no valen ni todos los Santos Padres juntos, ni todos los Concilios, ni el Magisterio de los Papas. Todos son unos anticuados; no están al día y, claro, la gente va viviendo al margen de la Iglesia. ¿Cómo es posible que todo un Presidente del Gobierno que se dice católico, se vuelva atrás en su promesa de no permitir el aborto y se haga responsable de cantidad de asesinatos de inocentes, permitiendo el aborto libre?
Juan: A mí, me da la impresión de que no se ha acabado de comprender lo que es ni la libertad ni el bien común. Hay políticos que, apenas elegidos, empiezan a repartir cargos bien remunerados a familiares y amigos; los hay que imponen por las buenas, normas de su propio partido sin que sean aceptadas por la mayoría de la sociedad; y los hay que se “forran” con cantidades importantes que son una vergüenza si es que les queda alguna. Cuando se afronta cualquier problema que se plantea en nuestra sociedad en el campo de la economía, hay que reconocer que nada es fácil ni sencillo en esta cuestión. Entran en juego muchos factores que hay que tener en cuenta en acuerdos, en pactos, en decisiones y en soluciones, pero siempre respetando la libertad y buscando el bien común.
Andrés añade: creo que después de las elecciones, el ambiente político ha cambiado. Se ha llegado a un cambio que, según se vaya actuando, veremos si es positivo o negativo.
Tengo la seguridad de que han influido mucho en la orientación del voto, los casos de corrupción. Es que han sido casos muy graves y muy escandalosos; cantidades enormes de muchos cargos de un signo y de otro, que han desestabilizado el orden social.
No soy técnico en la materia. No obstante, voy a opinar sobre algunas cuestiones desde el punto de vista moral. No hay derecho a que para algunos cargos políticos de responsabilidad se nombre a personas incompetentes que ni siquiera tienen el bachillerato y que si los dejan solos, te meten cada falta de ortografía que hacen reír a un alumno de primaria.
Lo económico tiene mucha importancia por las posibilidades que ofrece una buena situación económica. Por eso es uno de los grandes problemas con que se enfrentan los políticos al verse rodeados por familiares y amigos que buscan un cargo con ganancias sustanciosas. Y uno recuerda aquella frase latina: Mientras seas rico tendrás muchos amigos; cuando seas pobre, estarás solo.
Y sigue Salvaor: Pero hay que conjugar lo económico con otros valores. No podemos buscar lo económico a cualquier precio. Y quizá la polarización en la economía nos haga perder de vista otros valores que, en definitiva, han de repercutir en lo económico. Por ejemplo, los valores de la educación y de la formación de la juventud. Sin formación, un pueblo boyante en la economía puede derivar en una juventud pendiente de la droga o de otros vicios degradantes. Al referirme al campo educativo, no me refiero sólo al hecho de que haya suficientes centros escolares, sino al enfoque educativo que se imparte en ellos.
Y quiero referirme también a la emigración. Creo que no es suficiente centrarnos sólo en el reparto de los emigrantes que se ha hecho en la Unión Europea. Seguirán viniendo, porque la emigración no puede parar ya que en sus países se están muriendo de hambre. Y pienso ¿No sería mejor ayudar a esos pueblos de los cuales con frecuencia hemos abusado trayéndonos a nuestras tierras cantidad de bienes que antes eran suyos y que ahora son nuestros? ¿No habría que optar por crear allí empresas que pudiesen ofrecer puestos de trabajo, para que pudiesen valerse por sí mismos?
Repito que no soy técnico es estos temas, pero aplico mi sentido común para reflexionar sobre los mismos y veo que no están separados y se implican unos y otros.
José Gea
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