p{ text-align:justify; text-indent:10px; } h1 {color:#C00;} h2 {color:#090;} PurificaciónMarcha de romerosManuel Lozano Garrido Cruzada Cruzada, 1 julio 1940Alegre estruendo de trompetas, preludio de grandes acontecimientos, anuncia con voz imperativa la marcha hacia María por el camino angosto de la peregrinación.Es la voz del Consejo -recia estirpe varonil- que llama a los jóvenes, entusiastas evocadores de "aquel caballero de lejanas tierras", para que, sintiendo la voz de la Madre, salten sin vacilación, con humildad de penitentes a adquirir el honroso título de Siervos de Santa María.Y desde ahora, espíritus tensos saltarán vigorosos atronando con canciones y plegarias las rutas de la Patria, conocedoras del paso de ejércitos triunfales y cortes palaciegas que tornarán sus galas por el suave ornato de romería. Caravanas en marcha, aromatizando a su paso de incienso los caminos, entornarán la luz difusa del crepúsculo, plegarias y romances, trovas de Clerecía y gestas de Medioevo, para cantar su amor a la Madre de Cristo.Pero antes de emprender el áspero camino que conduce a Ella, antes que el sol endurezca nuestras carnes, flacas de vida holgada, hayque adentrarse en el espíritu para empaparnos y purificarnos -victoria de hierro y fuego sobre la carne- del hondo sentido de ideas y realidades que encarna nuestra peregrinación. Ella es iniciación terrena de nuestra eterna marcha espiritual hacia María y para ello es condición indispensable que reflejados en su celestial encanto e imitando sus virtudes principales, proclamemos la purificación como nuestro primer jalón de esta puesta en marcha.Purificación que abarca un amplio sentido, pero que lleva en lugar preferente la formación de una honda conciencia cristiana, curtida y endurecida por el sol de las incesantes y victoriosas luchas interiores, iluminada con la luz prodigiosa de una brillante caridad y matizada de un alegre concepto de la vida frente a la austeridad propia de nuestro neto sentido católico, pues la vida del cristiano en la tierra es una milicia continua.Purificación que abarca un hondo espíritu de penitencia, reflejo de la Cuaresma del Salvador; lugar incesante contra las llamadas de la carne, ferviente espíritu de mortificación interior y de privaciones de satisfacciones externas; disposición acertada de todas nuestras actividades a la consecución de nuestro fin.Si esta es nuestra peregrinación, si la dulzura inestimable de María, si la blancura de su frente sin mancha tiene un fiel reflejo de nuestra voluntad de acero contra bastardas asechanzas de los enemigos del espíritu, es seguro que con paso gigantesco habremos iniciado nuestro eterno caminar hacia Ella. Entonces nuestros labios emocionados en inspiraciones de corazón humilde, poblarán el ambiente sonrosado del atardecer con canciones y plegarias semejantes a los ensalzadores cantos de Berceo, y amorosos como el sentimiento de Santo Domingo.Estimado lector, puedes conocer mejor al beato Manuel Lozano desde: ¿Por qué publico este blog?