Conociendo más sobre el Sagrado Corazón de Jesús

Se acerca la festividad del Sagrado Corazón de Jesús, muchos católicos profesan una gran devoción por esta fiesta.  La espiritualidad del sagrado corazón de Jesús es como dijo el Papa Pio XII la más completa profesión de la religión cristiana» (Haurietis 29). Por ello creo es bueno prepararse para dicha fiesta y vivirla de una manera muy intensa y espiritual. Debemos conocer un poco más de esta fiesta, y sobre todo de algunos de los mensajes que Nuestro Señor le dio a Santa Margarita de Alacoque.

 Entre estos mensajes , están las 3 armas espirituales que el Sagrado Corazón de Jesús le dio a Santa Margarita para la lucha contra las tentaciones y el demonio, vamos a conocerlas un poco mejor:

1.- Intenciones rectas para rechazar la tibieza y cobardía

Es la primera de las armas, Santa Margarita confesó que le resultaba a ella muy doloroso ver a Nuestro Señor incomodo por las faltas cometidas por los cristianos.  Esto significa que debemos pedir un corazón contrito, un propósito firme de renunciar al pecado.

Cierto día Jesús le dijo: “Sabed que soy un Maestro santo y enseño la santidad. Soy puro, y no puedo sufrir la más pequeña mancha. Por lo tanto, es preciso que andes en mi presencia con simplicidad de corazón en intención recta y pura”.

“Pues no puedo sufrir el menor desvío, y te daré a conocer que si el exceso de mi amor me ha movido a ser tu Maestro para enseñarte y formarte en mi manera y según mis designios, no puedo soportar las almas tibias y cobardes, y que si soy manso para sufrir tus flaquezas, no seré menos severo y exacto en corregir tus infidelidades”.

El Señor recuerda a Santa Margarita algo que ya sabíamos, pues viene en las Escrituras:  “ a los tibios los vomitaré de mi boca “ (Apoc 3,16). El Señor pide vida de coherencia, alejarse de la hipocresía, de la cobardia, nos pide que seamos santos, como él es Santo  (1Pe 1,16). Nos insta a no serle infieles,  y sobre todo a que si caemos tengamos un corazón contrito de forma que rechacemos durante el pecado, jamás Nuestro Señor rechazará un corazón contrito ( Salmo 51,19).

La Tibieza es un mal que hoy afecta a muchos cristianos , consiste en rechazar seguir hasta el final la voluntad de Dios. Muchos comienzan aceptándola y luego se apartan de ella pues creen si van hasta el final se vuelven “radicales”, precisamente esto fue lo que Nuestro Señor le pidió a Santa Margarita, que fuera radical, el tibio no vive radicalmente el evangelio de Cristo, por eso dice el libro de Proverbios” El camino del perezo esta lleno de espinas" (Prov 15,16). Un tibio es una persona perezosa espiritualmente,  es un relajamiento espiritual, relajarse en la oración, en la practica de las virtudes, por eso cuando comenzamos este camino nos llenamos de espinas, que son las tentaciones del mundo.

2.- Obediencia para rechazar la acción del demonio.

La segunda arma para la lucha ascética es la “santa Obediencia”. Jesús reprendía severamente a Santa Margarita por sus faltas a la obediencia a sus superiores o a su regla.

 “Yo rechazo todo eso como fruto corrompido por el propio querer, el cual en un alma religiosa me causa horror, y me gustaría más verla gozando de todas sus pequeñas comodidades por obediencia, que martirizándose con austeridades y ayunos por voluntad propia".

Cristo le reveló la acción del demonio con los desobedientes  “Oye hija mía, no creas a la ligera todo espíritu, ni te fíes, porque Satanás está rabiando por engañarte. Por eso, no hagas nada sin permiso de los que te guían, a fin de que, contando con la autoridad de la obediencia, él no pueda engañarte, ya que no tiene poder alguno sobre los obedientes".

Podemos pensar que quizás esto es exclusivo de los religiosos y consagrados, esto pues sería el primer error que un laico católico cometería. El laico también esta obligado a tener “santa obediencia”, y esta santa obediencia debe tenerla a: “ la doctrina”, “los pastores y la Iglesia en general”.  El mismo Cristo fue obediente a sus padres (Lucas 2,51) por eso los jóvenes siguiendo el ejemplo del Nazareno deben obedecer a sus padres. Los padres de Jesús obedecían las leyes judías de su tiempo (Lucas 2,21-24), es más el evangelio enseña como la obediencia debe ser norma de todos nuestros actos (Mt 3,36, Juan 13,3-9), por ello como católicos debemos obedecer al Magisterio de la Iglesia y ponerlo como guía de toda nuestra vida, también obedecer al Papa y sus enseñanzas magisteriales. Pero lo cierto es que muchas veces preferimos no seguir las enseñanzas de la Iglesia, o de la moral cristiana y alejarnos de estas siguiendo nuestras "ideas" u "opiniones" lo cual nos sitúa claramente en el campo de la desobediencia. Un ejemplo es aquel que afirma " soy cristiano y mundano" o aquel que dice " no hay nada de malo en abortar o tener relaciones fuera del matrimonio, y voy a misa"..... al final no estamos obedeciendo a la Iglesia, sino a nuestros propios intereses.

A veces pasa que una cosa es lo que dictan las leyes civiles y otra lo que enseña Dios. En estos casos como laicos que vivimos en medio del mundo debemos obedecer a “Dios antes que a los hombres” (Hechos 5,29). Por ejemplo las leyes a favor del aborto, de los matrimonios homosexuales, etc, todo católico no puede estar a favor de estas leyes ni apoyar a los partidos políticos que  las aprueban, pues estarían obedeciendo a los hombres y no a Dios.

3.- Aferrarse al amor y a la cruz de Cristo.

 Se cuenta que Santa Margarita vio una cruz cubierta de flores y Cristo le dijo:

“poco a poco irán cayendo esas flores, y solo te quedarán las espinas, ocultas ahora a causa de tu flaqueza, las cuales te harán sentir tan vivamente sus punzadas, que tendrás necesidad de toda la fuerza de mi amor para soportar el sufrimiento”.

Más adelante, la santa llegaría a decirle: “Nada quiero sino tu Amor y tu Cruz, y esto me basta para ser Buena Religiosa, que es lo que deseo”.

 Hoy en día lo que se enseña en el mundo es a “escapar de la cruz”, incluso ciertos colegios, parroquias, grupos, practican métodos de meditación oriental ( mindfulness, yoga, zen etc) con el fin de escapar de la Cruz. Quienes enseñan esto, se han alejado de la fe cristiana, ni merecerían llamarse cristianos, pues están confundiendo a otros con doctrinas que van contra la enseñanza de la Iglesia. Todo por no querer estudiar la espiritualidad de la Iglesia y enseñar la doctrina del sufrimiento cristiano, se acomodan al mundo no a Dios. Este mundo no acepta el sufrimiento, no lo comprende, y lo rechaza totalmente. Pero ese no es el mensaje de Cristo a Santa Margarita, ni el que la Santa le dijo a Cristo, “solo quiero tu amor y tu Cruz”. Con la fuerza del amor de Cristo se puede soportar cualquier sufrimiento, por más duro que sea, “ Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fil 4,13).

La Cruz es el mas precioso de todos sus regalos. Por eso Cristo para separar el alma de Santa Margarita de las pasiones por las cosas terrenas, quiso permitir que le viniesen continuas humillaciones y desprecios, continuo sufrimiento, y para ayudarla le comunicaba todas las gracias que necesitaba. Se trataba de una purificación del corazón de Santa Margarita, de esta forma la ayudaba a santificarse aún más. Como dijimos antes, el mundo no entiende el sufrimiento, lo desprecia, pero este sufrimiento es usado por Dios para purificarnos y para purificar también el mundo, luego es necesario. Recordemos que el evangelio enseña “ Cargue con su cruz y sígame “ (Mt 16,24),  “ tomemos parte de los sufrimientos del Señor para ser glorificados con él “  (1Pe 4,13, Col 1,24).

San Pablo entiendo la mentalidad de este mundo decía que la “doctrina de la cruz, es locura para los que se pierden” (1Cor 1,18).  Sin embargo para las almas santas como la de Santa Margarita, se transformó el “poder de Dios”.

 Usemos de  todas estas armas espirituales en nuestro día a día para luchar contra el demonio, la carne y el mundo, los tres enemigos del alma que acechan a todo hombre. Con estas tres armas ascéticas venceremos el combate.

Jesús Urones- evangelizador católico.