p{ text-align:justify; text-indent:10px; } Jaén: sus pueblos, sus costumbres, sus campos… (2ª entrega) El Beato Manuel Lozano Garrido toma su pluma muchas veces en su vida para hablar de la Provincia de Jaén. La siente en lo profundo; desea para ella un resurgir humano, económico, espiritual… Valora sus costumbres y su arte. Pero descubre también sus posibilidades ocultas de mayor desarrollo. Es periodista que pisa el suelo, a pesar de no bajarse nunca de su sillón de ruedas. Palpa con sus manos inmóviles la realidad muchas veces dura de sus comprovincianos; ve en su ceguera las alegrías y los dolores de los giennenses… Deja constancia de ello en muchos de sus artículos. Hoy te presento la segunda entrega de una serie de ellos. El plan Jaén“LEVÁNTATE Y ANDA”, DE UNA PROVINCIALA CARA: Pantanos, regadíos, empleo, repoblación, investigaciones mineras, ferrocarriles e industrias. LA CRUZ: Paro obrero, tierras con sed, latifundio, incomunicación, bajo nivel y riquezas inexploradas.Manuel Lozano Garrido Vida Nueva nº 162, 22 mayo 1959 "Ser ricos y llevar vidas de pobres son dos hechos que se contradicen" Ser ricos y llevar vidas de pobres son dos hechos que se contradicen. A Jaén, la estimable cosecha de sus olivares y su amplia producción minera le han creado una fama que no cuadra con la realidad vital de sus hombres. Aunque potencialmente es uno de los enclaves más fabulosos de España, cierta explotación irracional ha venido gravitando sobre las numerosas criaturas que la habitan. De aquí que esta situación fomentara ya de antiguo un estado de descontento en el que se cebaron políticos y electoreros con promesas que luego dejaban, apenas satisfacían sus apetitos de poder. El “Plan Jaén”, aprobado por las Cortes y en línea avanzada de ejecución, supone un análisis inteligente que se encamina a la revitalización de sus fuentes y en el que ninguna de las posibilidades ha sido soslayada y sí, en cambio, fortalecida con el encadenamiento a otras iniciativas complementarias. PARO Y SEDSobre la aceituna y el plomo giró siempre todo el mecanismo laboral de esta órbita andaluza. Ochocientas mil personas se han supeditado a unos recursos cuyos beneficios nunca alcanzaron la distribución equitativa; menos aún en la tierra del latifundio por antonomasia.108.000 braceros vienen soportando sobre sus espaldas un vacío de nueve millones de jornales, a los que caben nombres tan concretos como "paro" y "hambre" A lo sumo, las minas han dado ocupación estable a unos cinco mil trabajadores, limitándose la industria aceitera a unos trece mil empleados, cuyos servicios apenas si redondeaban los seis meses anuales. El resto de 108.000 braceros vienen soportando sobre sus espaldas un vacío de nueve millones de jornales, a los que caben nombres tan concretos como “paro” y “hambre”. El campo de Jaén es potencialmente generoso si no danzara sobre él uno de los jinetes del Apocalipsis: la sed. Agua normal sólo tiene la provincia en dos partes de cada cien de cultivo. Además de los suelos de laboreo generalizado, el riego mejora la producción del olivar, permitiendo, incluso, la duplicidad de operarios y hasta su multiplicación por cuatro. De aquí que el Plan apunte, con predilección, a apurar al máximo los resultados hidráulicos, dispersándolos luego por todos los dominios.BENDITA AGUASabido es que el agua de los embalses ofrece varias características favorables; energía eléctrica, regulación de torrentes, riegos para el campo y suministro potable a las ciudades. A los cuatros grandes embalses que ya existían, la provincia está sumando otros seis que totalizarán los 230.000 millones de kilovatios hora. Una red complementaria de canales y acequias desperdigarán el líquido vital, facultando las necesidades urbanas de casi media provincia.A esta acumulación se han de sumar el producto de investigaciones subterráneas y caudales como el de desagüe de las minas, que ya benefician 35.000 nuevas hectáreas y mejoran otras 38.000.LAS MINAS NO SE AGOTANHasta hace unos años se creía en la inminente paralización del triángulo minero Linares-La Carolina-Centenillo por los síntomas de agotamiento en sus filones. La verdad es que la escasez sólo rige a la profundidad en que se venía trabajando, quedando aún, a mayor penetración, zonas cuyas riquezas superan a las hasta hoy afloradas. Los sondeos vigentes tienden a crear un nuevo ámbito de explotación en áreas que tienen a los 1.008 metros como medida de calado. La impresión es que una nueva etapa de hallazgos se toca ya en la región. Pero aún en el estado actual, se ha venido dando el hecho de que el llamado “almacén del plomo” en el Centenillo, esté todavía virgen por impedimentos de comunicación que solventará ahora el Plan.El análisis geológico ha descubierto, a su vez, la posibilidad de yacimientos de lignito en proporciones que contribuirían a las necesidades de la industria en desarrollo.MADRID- SEVILLA, POR DOBLE VÍALas dos iniciativas ferroviarias (el Baeza-Utiel y el Puertollano-Córdoba) desbordan el contorno de riqueza jienense para irrumpir en la nacional. La ultimación del Baeza-Utiel entraña el enlace de Andalucía con toda la región levantina sin la penosa desviación de Alcázar de San Juan. Con él tendríamos la unión deseada entre la España meridional y Francia. En lo local, aportaría el cruce de más de media provincia, hoy aislada, y que entrega una producción considerable de aceite, madera y cereales. Ahora, el trasporte le supone una distancia de 54 kilómetros. Con la vía férrea, este enclave economizaría sus buenos 16 millones de pesetas al año, sin contar las que ahorraría a Albacete.El Puertollano-Córdoba mejora como idénticas características a la órbita del Santuario de la Cabeza, proyectando las ventajas sobre el Madrid-Andalucía. En lo esencial, serán éstas: desviación de los accidentes de Despeñaperros, ahorro de 48 kilómetros de trazado, posibilidades de la doble vía y de la continuidad de los trenes de carga sin la pesada descomposición actual.FÁBRICAS Y PAROSavia nueva sacude a una provincia sobre la que parecía caer un estigma de maldición. El desarrollo industrial, además de los focos de paro que pudieran restar, acomete la transformación de unos productos que antes embolsaban arcas ajenas y el redondeo de un ciclo hasta ahora mutilado, así, por ejemplo, el del aceite, que tendrá sus fases completas de aprovechamiento. El campo, con sus útiles y sus cosechas, da pie a industrias de hilaturas, conservas, azúcar, lino, cáñamo, algodón, etc. La construcción se incrementa con fábricas de viguetas, cemento y piezas para pisos. La metalurgia tiene plantas para vehículos, bidones, siderurgia etc. La química aumenta el horizonte de materias hasta hoy desechadas con sus realizaciones de piensos, levaduras, alcoholes, celulosa, etcétera.En resumen: todo un ritmo de savia nueva sacude a una provincia sobre la que parecía caer un estigma de maldición.Estimado lector, puedes conocer mejor al beato Manuel Lozano desde: