Una defensa del capitalismo
por Benigno Blanco
Una defensa del capitalismo
Rainero Zitelmann hace en El capitalismo no es el problema, es la solución (Unión Editorial, 2020, 294 págs ) una documentada defensa de la eficacia del capitalismo para generar crecimiento económico, riqueza y bienestar para la mayoría de las personas. De ahí el título del libro: la tesis del autor es que la historia económica de los pueblos demuestra que la economía capitalista es la mejor medida contra la pobreza.
Los sietes primeros capítulos del libro (págs 23 a 189) analizan, respectivamente: la desastrosa economía china bajo Mao frente a su progreso desde que bajo la influencia de Deng se introducen elementos capitalistas, el desarrollo de los países africanos confrontando la eficacia de la apuesta por el capitalismo frente a la ineficacia de la llamada ayuda al desarrollo organizada por los Estados, el contraste entre la empobrecida Corea del Norte y la vitalidad económica y bienestar de Corea del Sur, la eficacia en términos de crecimiento y bienestar general de las reformas económicas de Thatcher y Reagan en Gran Bretaña y EEUU, el contraste entre la lucha contra la pobreza en Chile y Venezuela en las últimas décadas y -por último- el éxito de las políticas suecas de superación del socialismo a partir de los años 80 del siglo pasado.
Con abundantes datos Zitelmann demuestra en todos esos casos estudiados que siempre las economías capitalistas generan más crecimiento económico y menos pobreza que las socialistas, concluyendo que las economías socialistas fracasan y generan más pobreza no por defectos en su aplicación sino porque fallan conceptualmente y son incapaces de generar el crecimiento económico que permite la progresiva erradicación de la pobreza.
Los cuatro capítulos finales del libro analizan de forma más teórica lo mismo. Especialmente interesante es el capítulo 8 (págs 189 a 199) en que el autor extrae las consecuencias de los casos estudiados previamente: existe una correlación muy clara entre una mayor libertad económica y un mayor crecimiento económico , los países económicamente más libres tienen tasas de pobreza mucho más bajas y han reducido la miseria más rápido.
El capítulo final (pág. 257 in finem) es una llamada urgente y de actualidad a los políticos para que introduzcan reformas de mercado si quieren de verdad superar la crisis y sentar en bases sólidas un crecimiento sostenido que dé cobertura a un bienestar creciente y a una progresiva erradicación de la pobreza. El autor reconoce que no es fácil dar con políticos lúcidos y valientes para apostar por esta línea de trabajo, pero resalta que las crisis -como la actual- son la gran oportunidad para ello.
Creo que esta obra del sociólogo e historiador alemán tiene un fondo de verdad bastante indiscutible, pero como toda obra basada en el esquema buenos/malos, negro/blanco, pierde matices importantes; pues en la vida real suele haber muchos grises.
Benigno Blanco