Georgetown y mandato contraceptivo: se abren nuevos e importantes frentes.
Decíamos el otro día que íbamos a darle seguimiento a la noticia de la invitación de Georgetown a la secretaria de Sanidad de la Administración Obama, Kathleen Sebelius. A pesar de todas las presiones, Georgetown se mantuvo firme en su invitación y Sebelius dio su discurso. El contenido del mismo no sorprendió a nadie, viniendo de alguien que apoya el aborto tardío durante la semana y va a comulgar el domingo. El mensaje de Sebelius a los alumnos que se graduaban se resume en su apelación: “seguid vuestra propia brújula moral”. Eso sí, Sebelius no se salvó de que un activista provida interrumpiera su discurso en señal de protesta.
Las reacciones tampoco se han hecho esperar. Por un lado William Peter Blatty, conocido por ser el autor de la novela El exorcista, llevada al cine con gran éxito, y que es antiguo alumno de Georgetown, ha llevado a los tribunales canónicos a su alma mater, instándola a recuperar su identidad católica.
Por otro lado, el cardenal Dolan, al que, como siempre, se le entiende todo, ha declarado en una entrevista en la CBS: “Georgetown es la universidad católica más antigua del país. Parte de la identidad católica consiste en estar en comunión con los obispos. Cuando invitan a alguien que está tan dramáticamente en contra de uno de los fundamentos centrales de la fe, esto nos produce una gran preocupación. Estamos, es cierto, disgustados, pero no sorprendidos. Porque por desgracia algunas de nuestras universidades católicas han virado hacia un modelo secular por el que toman su orientación de lo que ocurre en el mundo en vez de hacerlo de la sabiduría eterna de la Iglesia. Me temo que esto es lo que ha sucedido en esta ocasión.”
Por último, y desde sus propias filas, el padre jesuita Robert John Araujo, SJ, él mismo graduado en Georgetown, ha escrito en Mirror of Justice que se está llegando al punto en el que la universidad jesuita se habrá separado completamente de la Iglesia católica. En este sentido, la invitación a Sebelius es el último paso en esta dirección dentro de un camino que se empezó a recorrer hace muchos años, explica Araujo.
A la vista de lo sucedido, es evidente la clarividencia de las palabras de Benedicto XVI a un grupo de obispos de Estados Unidos con ocasión de su vista «ad limina apostolorum» el pasado 5 de mayo de este año. Decía el Papa (otro a quien se le entiende todo) a propósito de los retos de la educación superior católica en Estados Unidos lo siguiente:
“En el ámbito de la educación superior, muchos de vosotros habéis señalado un creciente reconocimiento, por parte de los institutos y las universidades católicos, de la necesidad de reafirmar su identidad distintiva con fidelidad a sus ideales fundacionales y a la misión de la Iglesia al servicio del Evangelio. Pero queda aún mucho por hacer, especialmente en áreas fundamentales como la conformidad con el mandato establecido en el canon 812 para quienes enseñan disciplinas teológicas.[…]
No es exagerado afirmar que proporcionar a los jóvenes una sólida educación en la fe representa el desafío interno más urgente que debe afrontar la comunidad católica en vuestro país. […]
De ahí se sigue que la cuestión de la identidad católica, también a nivel universitario, implica mucho más que la enseñanza de la religión o la mera presencia de una capellanía en el campus. Con demasiada frecuencia, al parecer, las escuelas y las universidades católicas no han logrado impulsar a los estudiantes a reapropiarse de su fe como parte de los estimulantes descubrimientos intelectuales que caracterizan la experiencia de la educación superior.”
El desafío está ahí y es imposible mirar hacia otro lado. Por ahora en Georgetown han optado por no escuchar al Papa, pero la batalla está lejos de haberse acabado.
El otro frente en el que la Iglesia católica en Estados Unidos se juega mucho es en su rechazo al mandato contraceptivo que el HSS de Sebelius y Obama quieren imponer a las instituciones católicas. El último movimiento, por el que 43 instituciones católicas han interpuesto 12 demandas contra la administración Obama, lo explica con su habitual claridad Juanjo Romero en su blog De Lapsis.
Hay que destacar varias cuestiones al respecto:
1. La valentía y coherencia de la Iglesia católica estadounidense, dispuesta a llegar hasta el final y no dejarse embaucar por los trucos de trilero de Obama.
2. El paso inesperado de la Universidad de Notre Dame de sumarse a las demandas. Que la universidad que invitó a Obama haya decidido, muy a su disgusto, que no podía permanecer impasible, es la constatación pública de que Obama mintió y de que su “talante” moderado era una estratagema alejada de sus verdaderas intenciones.
3. La ofensiva contra la Iglesia desatada por Obama parece que está empezando a tener impacto en la orientación del voto católico, una de las claves para su victoria ahora hace 4 años. En concreto, el apoyo a Obama entre los católicos ha caído un 14%. Esta caída, de mantenerse en noviembre, significaría que Obama perdería Florida y no tendría margen de error en Colorado y Ohio, estados clave para decidir quiéns erá el próximo presidente de los Estados Unidos, como bien explica el blog Elecciones USA 2012.
4. Mientras tanto, sigue el goteo de instituciones que anuncian que no van a ofrecer seguros médicos a sus empleados o alumnos, tal y como venían haciéndolo hasta ahora. La última en sumarse a la lista es Ave Maria University, la universidad de Tom Monaghan en Florida donde, entre otros, imparte clases Joseph Pearce.
5. La reacción de los cristianos evangélicos estadounidenses ha sido también ejemplar, uniéndose a las demandas católicas bajo el lema "We are all catholics now".
La batalla se está poniendo caliente caliente.
Las reacciones tampoco se han hecho esperar. Por un lado William Peter Blatty, conocido por ser el autor de la novela El exorcista, llevada al cine con gran éxito, y que es antiguo alumno de Georgetown, ha llevado a los tribunales canónicos a su alma mater, instándola a recuperar su identidad católica.
Por otro lado, el cardenal Dolan, al que, como siempre, se le entiende todo, ha declarado en una entrevista en la CBS: “Georgetown es la universidad católica más antigua del país. Parte de la identidad católica consiste en estar en comunión con los obispos. Cuando invitan a alguien que está tan dramáticamente en contra de uno de los fundamentos centrales de la fe, esto nos produce una gran preocupación. Estamos, es cierto, disgustados, pero no sorprendidos. Porque por desgracia algunas de nuestras universidades católicas han virado hacia un modelo secular por el que toman su orientación de lo que ocurre en el mundo en vez de hacerlo de la sabiduría eterna de la Iglesia. Me temo que esto es lo que ha sucedido en esta ocasión.”
Por último, y desde sus propias filas, el padre jesuita Robert John Araujo, SJ, él mismo graduado en Georgetown, ha escrito en Mirror of Justice que se está llegando al punto en el que la universidad jesuita se habrá separado completamente de la Iglesia católica. En este sentido, la invitación a Sebelius es el último paso en esta dirección dentro de un camino que se empezó a recorrer hace muchos años, explica Araujo.
A la vista de lo sucedido, es evidente la clarividencia de las palabras de Benedicto XVI a un grupo de obispos de Estados Unidos con ocasión de su vista «ad limina apostolorum» el pasado 5 de mayo de este año. Decía el Papa (otro a quien se le entiende todo) a propósito de los retos de la educación superior católica en Estados Unidos lo siguiente:
“En el ámbito de la educación superior, muchos de vosotros habéis señalado un creciente reconocimiento, por parte de los institutos y las universidades católicos, de la necesidad de reafirmar su identidad distintiva con fidelidad a sus ideales fundacionales y a la misión de la Iglesia al servicio del Evangelio. Pero queda aún mucho por hacer, especialmente en áreas fundamentales como la conformidad con el mandato establecido en el canon 812 para quienes enseñan disciplinas teológicas.[…]
No es exagerado afirmar que proporcionar a los jóvenes una sólida educación en la fe representa el desafío interno más urgente que debe afrontar la comunidad católica en vuestro país. […]
De ahí se sigue que la cuestión de la identidad católica, también a nivel universitario, implica mucho más que la enseñanza de la religión o la mera presencia de una capellanía en el campus. Con demasiada frecuencia, al parecer, las escuelas y las universidades católicas no han logrado impulsar a los estudiantes a reapropiarse de su fe como parte de los estimulantes descubrimientos intelectuales que caracterizan la experiencia de la educación superior.”
El desafío está ahí y es imposible mirar hacia otro lado. Por ahora en Georgetown han optado por no escuchar al Papa, pero la batalla está lejos de haberse acabado.
El otro frente en el que la Iglesia católica en Estados Unidos se juega mucho es en su rechazo al mandato contraceptivo que el HSS de Sebelius y Obama quieren imponer a las instituciones católicas. El último movimiento, por el que 43 instituciones católicas han interpuesto 12 demandas contra la administración Obama, lo explica con su habitual claridad Juanjo Romero en su blog De Lapsis.
Hay que destacar varias cuestiones al respecto:
1. La valentía y coherencia de la Iglesia católica estadounidense, dispuesta a llegar hasta el final y no dejarse embaucar por los trucos de trilero de Obama.
2. El paso inesperado de la Universidad de Notre Dame de sumarse a las demandas. Que la universidad que invitó a Obama haya decidido, muy a su disgusto, que no podía permanecer impasible, es la constatación pública de que Obama mintió y de que su “talante” moderado era una estratagema alejada de sus verdaderas intenciones.
3. La ofensiva contra la Iglesia desatada por Obama parece que está empezando a tener impacto en la orientación del voto católico, una de las claves para su victoria ahora hace 4 años. En concreto, el apoyo a Obama entre los católicos ha caído un 14%. Esta caída, de mantenerse en noviembre, significaría que Obama perdería Florida y no tendría margen de error en Colorado y Ohio, estados clave para decidir quiéns erá el próximo presidente de los Estados Unidos, como bien explica el blog Elecciones USA 2012.
4. Mientras tanto, sigue el goteo de instituciones que anuncian que no van a ofrecer seguros médicos a sus empleados o alumnos, tal y como venían haciéndolo hasta ahora. La última en sumarse a la lista es Ave Maria University, la universidad de Tom Monaghan en Florida donde, entre otros, imparte clases Joseph Pearce.
5. La reacción de los cristianos evangélicos estadounidenses ha sido también ejemplar, uniéndose a las demandas católicas bajo el lema "We are all catholics now".
La batalla se está poniendo caliente caliente.
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