Palabras prohibidas
En otro artículo comentaba las dificultades al hablar con descreídos debido a que usamos dos idiomas distintos: simplemente las palabras no tienen el mismo significado para ambos. Aconsejaba hablar directamente de Dios para evitar malentendidos, pero aun así puede surgir un problema: discutir el significado de las palabras. Y no hay forma más fantástica de perder el tiempo que discutir sobre el significado de las palabras.
Para evitar esta pérdida de tiempo y, ya de paso, razonar mejor tengo un utilísimo truco: prohibir usar la palabra en disputa. Es como jugar al Tabú o a las palabras prohibidas. Hay un ejemplo clásico que viene al pelo:
Dos amigos discuten si un árbol que ha caído en el bosque, sin que haya nadie para oírlo, ha producido un sonido. El primer amigo argumenta: “¿Pero que tontería es esta? Claro que sí. Siempre que vemos caer un árbol produce sonido, así que debe haberlo hecho aunque nadie lo oiga” El otro responde: “Espera un segundo, león. Si no hay nadie que lo escuche, ¿cómo puede ser un sonido?”
La conversación empieza a irse hacia las definiciones. Discuten porque sus intuiciones y el significado que dan a la palabra “sonido” son diferentes:
- “Pero un árbol que cae arrastra sus ramas, choca y produce una onda. Un sonido es una onda”
-“Sí, pero no produce una sensación acústica. Nadie oye nada. Un sonido es una sensación acústica”
Ambos están en lo cierto en este caso, pero no pueden entenderse porque la palabra “sonido” no les es útil, ya no les sirve para intercambiar significado. ¿Qué pasa si los amigos aplican el truco que recomiendo y prohíben usar la palabra “sonido”?
- “A ver, yo lo que digo es que el árbol al caer produce ondas sonoras”
-“Pues en eso sí que estoy de acuerdo, pero yo digo que el árbol al caer no produce sensación auditiva, ¿qué te parece?”
- “Pues también me parece que es verdad”
Y ahora los dos pueden dedicarse a hacer algo más productivo que discutir las palabras. Estas sirven para intercambiar significado entre personas y en cuanto no son capaces de hacer eso, más vale prohibirlas durante la conversación y usar otras. Siga el consejo: vivirá más tiempo y será más feliz. Se lo garantizo.
D´Artagnan